Heladerías artesanas en Córdoba: ¿Cuál va a ser el sabor del verano?

Gastronomía

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Las heladerías artesanas de Córdoba te acercan el sabor del verano / R. A.

Es verano, el termómetro marca una temperatura que raro es el día que no se acerca a los 40 grados, y lo que apetece, si uno se atreve a salir de casa, es ir a deleitarse con una delicia helada. Y eso son los helados artesanos, que partieron del método de elaboración tradicional para ir evolucionando hacia sabores novedosos y que tan populares son en Córdoba.

Dámaris Cortés Escoda es la gerente de Heladería Escoda, con sedes en la calle Huelva y la avenida Doctor Fleming. La primera lleva en el barrio del Sector Sur desde 1968, si bien su familia lleva haciendo helados en la ciudad desde 1917, cuando su abuelo, Enrique Cortés Soler, llegó desde Alicante: "Al principio hacían la temporada con carritos, pero desde ese año, todos los veranos". "Mi abuelo empezó, siguió mi padre y ahora estoy yo que, aunque estudié Informática, me daba pena que se perdiera un negocio que llevaba tanto tiempo en la familia", resume.

La sede de Fleming se creó en 1986. "Yo hago el helado con todas las recetas antiguas de mi abuelo, por lo que se siguen haciendo antiguos sabores como el turrón, pero también nuevos. Ellos eran de Jijona y, cuando se acababa la temporada del turrón, se iban a helar a diferentes ciudades, y mi abuelo eligió Córdoba", recalca Dámaris.

Las encargadas de la heladería Escoda de la calle Huelva. / El día

Desde el comercio han notado que hay una tendencia de vuelta a los "sabores tradicionales, porque hay tanta variedad que lo que buscan los clientes es lo que les recuerda a algo. No se pueden quitar esos sabores porque uno, al final, siempre vuelve a su niñez". Como novedad, en Escoda este año han hecho "helado de patios cordobeses, que es completamente diferente. Queremos hacer como una maceta con tierra, que es un chocolate a la naranja; luego, sustrato que es un dulce de leche y, por último, las hojas, con un helado de té matcha con sabor a azahar".

"También hacemos uno que se llama dulce a la sal del Himalaya, que es un caramelo más suave, con chocolate, pipas y sal del Himalaya", subraya, aunque para Escoda, el chocolate es el producto estrella, "con cacao belga que usamos desde hace 50 años", si bien también destaca "el contraste de yogur al dulce de leche, lo ácido con el dulce de leche". Asimismo, de manera artesanal confeccionan tartas heladas y barras.

La Flor de Levante 1934 tiene la antigüedad de cuatro generaciones, pues el negocio arrancó con los bisabuelos de la actual gerente, Aitana Espí, que eran de Jijona (Alicante), y hoy están en plaza de las Tendillas, 2, Ronda de los Tejares, 15, Santa Rosa, 20 y avenida de Barcelona, 13. Esta es una empresa familiar donde se ofrecen los helados de toda la vida con la misma calidad de siempre. Como sello indiscutible, cuentan con clientes, locales al 90%, pero también foráneos, que han pasado por el lugar durante todos estos años, porque "la gente es fiel a los productos; nos piden turrón, trufa, stracciatella... aunque también los nuevos que han triunfado: chocolate Dubai, Marrakech y chocolate Dubái white".

Variedad de productos de La Flor de Levante. / La Flor de Levante

Como siempre, en estos días tan calurosos te piden "granizada de limón natural y horchata de chufa natural", resalta Espí. Estas son especialidades de toda la vida, igual que la barra que lleva acumulando fans muchísimos años y que "es uno de los buques insignia de la empresa". Como recalca Aitana, muchos de los turistas que llegan a La Flor de Levante les comentan que "salen en diferentes guías" o recomendaciones. "Es un privilegio llevar una empresa de tantos años, pero también una responsabilidad, porque es difícil mantener el negocio. Hace cerca de 10 años que nosotros, mis hermanos, llevamos la gerencia", continúa con un deseo: "Estar a la altura de nuestros padres, que lo hicieron con tanto esfuerzo. Esto es para Pepe y Maite, es un homenaje a ellos".

Entre el Puente Romano y el de Miraflores, justo en la Ronda de Isasa, se encuentra una heladería de origen italiano, Buonisssimo Gelato, dirigida desde 2013 por Daniele Scolari tras llegar a la ciudad con su esposa, que es cordobesa. "Estamos en una heladería artesanal, donde nosotros hacemos nuestro helado a diario para poder ofrecer un productor recién hecho y lo más sabroso posible", describe. Respecto a los sabores, "tenemos algunos que son marca de la casa, ya que mucha gente viene preguntando por ellos, como el cremino de plátano, y también sabores que gustan mucho, como la selva negra y el de canela con naranja".

Daniele Scolari, en la heladeria Buonisssimo. / Juan Ayala

Luego, tienen una variedad de helados sin lactosa y con fruta de temporada que cambia a lo largo de las estaciones. Pero si el cliente quiere ir un poco más allá y buscar otras sensaciones para el paladar, poseen "el exótico o limón con jengibre, que tiene un toque picante". Aunque para Scolari no hay producto estrella, sí hay uno que lleva el nombre del comercio, el Buonisssimo, que es un helado de chocolate avellanado. "La diferencia principal de un helado artesano es usar cuantos menos químicos posibles, además de la calidad e intensidad del sabor", sentencia.

A unos metros de la Ribera, en el Paseo Cristo del Descendimiento, 4, se inauguró hace apenas unas semanas el nuevo proyecto de José Ambrosio, la heladería Artesanal Piamonte D' Ambrosio, donde se empiezan a fabricar el helados desde las siete de la mañana. Para el gerente, "una buena heladería artesanal es la que se fabrica su propio helado y lo vende en un punto de venta o en varios. Debe tener sabores con una materia prima natural, sin colorantes, ni conservantes fuera de lo común. Cuando el cliente lo prueba se da cuenta de que tiene un plus extra que denota que es artesano", explica Ambrosio. En este templo del helado, los clientes piden de todo: "Nata con frutos secos, la crema cordobesa, el pastel cordobés o el bombón Mezquita, que es un chocolate con naranja y bizcocho regado con Grand Marnier y una mermelada de naranja".

Una cliente pide un helado en Piamonte d'Ambrosio. / Piamonte d'Ambrosio

De sabores más frescos y perfectos para estas temperaturas, "cualquiera de fruta, el que tenemos de frambuesa, pimienta rosa y rosas, el de piña con tomillo y limón o el de mango, que tienen una base de agua, aunque cualquier helado te puede refrescar". Por último, y en estos primeros días de vida, agradece la fuerte aceptación del barrio, ya que muchos esperan a que abran la persiana y disfrutar de sus sabores ya casi favoritos.

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