variedad de helados

Para gustos... Sabores

  • Las heladerías cordobesas ofrecen nuevas opciones para combatir las altas temperaturas de los meses de verano

A pesar de llevar un verano mucho más liviano, una tarrina o cucurucho de helado refresca cualquier tarde. La mayoría de heladerías cordobesas permanecen abiertas durante todos los días de la temporada ofreciendo los sabores de toda la vida o las novedades. Este año el helado red velvet se estrena en la vitrinas de la mayoría de los locales. Estos ofrecen múltiples opciones en su carta como batidos, horchatas, granizadas e incluso tartas. La variedad de sabores se puede disfrutar en pequeñas cantidades o en recipientes más grandes para llevar a casa.

La Heladería de La Flor de Levante es conocida en Córdoba por sus más de 80 años de trayectoria artesanal. Cuenta con cuatro locales por la capital. Su variedad oscila entre más de una treintena de sabores, desde los más clásicos como turrón, trufa y straciatella hasta los más recientes como el de red velvet. "Este sabor es la novedad de esta temporada y la aceptación está siendo muy buena", cuenta la encargada, Aitana Espi. La especialidad de la casa es el crocanti, del que se elaboran tartas y barras heladas. El corte de fruta también es muy aclamado y consiste en helado de mantecado con fruta fresca.

Aparte de los helados, la horchata es su punto fuerte. Se realiza con chufas de denominación de origen. La heladería permanece operativa desde marzo hasta octubre, aunque en diciembre abre sus puerta para vender turrones de Jijona.

Otra opción para degustar los sabores es David Rico, una heladería artesanal en la esquina de las Tendillas con la calle Jesús María, aunque también tienen tres establecimientos más. Elaboran todos los días helados que llegan desde la fábrica. En verano adaptan su carta a sabores refrescantes y en invierno los alternan con dulces e incluso churros. Los sabores de toda la vida son la crema tostada o el típico mantecado. Este último es una vainilla hecha con huevo. La trabajadora Mila Jiménez cuenta que tienen sabores como el chocolate negro o el pistacho aptos para veganos.

Cordobeses pero basados en la heladería artesanal italiana, así son los helados de la Fontana, situada en la calle Ángel de Saavedra. Sabores lácteos y frutales son elaborados a diario en semejanza a los helados italianos. El número uno en este establecimiento es el de huevo kinder y también los sabores de frutas como la fresa, el mango o el melón, todos ellos elaborados a diario con agua y fruta, creando así un refrescante efecto de sorbete en los helados.

A su carta han incorporado el sabor del verano, es decir, el red velvet, aunque también estrenan el de naranja con chocolate. La trabajadora Pilar Sánchez cuenta que todos los helados son igualmente demandados. "No podría decir un sabor que no se venda; cuando creemos que uno no es tan demandado de repente tiene más éxito", relata.

La heladería Giolatto está en Cruz Conde. Con orígenes italianos, ofrece sabores naturales sin conservantes ni colorantes. Sus ingredientes principales son de denominación de origen. Según la trabajadora Yolanda Saco, el limón llega de Valencia, la fresa de Huelva o las avellanas de Piamonte. Su sabor más famoso es el cremino pistacho y el cremino gelatto , este último integra una crema de avellana con nutela y chocolate blanco, parecido al huevo kinder de siempre.

Desde Italia proceden todos los conos en los que se sirve el helado. Su producto se caracteriza por ser trabajado con pala; esto significa que se sirve con este instrumento a fin de personalizar el helado y crear una textura más suave. También disponen de cuatro sabores aptos para veganos, intolerantes a la lactosa, sin huevo y sin azúcares.

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