"El mayor enemigo cuando el cáncer aparece es el miedo". El periodista de Canal Sur José Antonio Luque pronunció ayer estas palabras durante la presentación de la guía En qué te puedo ayudar, elaborada por la Sociedad Andaluza de Oncología Médica (SAOM). Luque se ha encargado de redactar, de la manera más accesible posible, este documento coordinado por los oncólogos Juan de la Haba -Reina Sofía y San Juan de Dios, además de presidente de la SAOM- y Pedro Sánchez-Rovira -Hospital Universitario de Jaén-.

En qué te puedo ayudar pretende personalizar todos los casos de pacientes de cáncer, no perder el factor humano con una enfermedad en la que, por la sobrecarga de los centros, a veces no se indaga de la mejor manera. La guía no sólo sirve para pacientes de cáncer, también está diseñada para que sea un elemento útil para familiares, amigos, e incluso profesionales. El proceso de elaboración de la misma ha consistido en la visita a salas de espera de unidades oncológicas y preguntarle a las personas que allí estaban sus dudas y miedos.

El documento comienza con la explicación del servicio de oncología médica que incluye las consultas, la hospitalización o las áreas de investigación y docencia. Con títulos como Bueno, tenemos que iniciar el tratamiento o Esto es un lío... ¿quién es mi médico?, la guía de la SAOM pretende ser lo más accesible posible, sobre todo, para aquellos diagnosticados de cáncer por primera vez. En este apartados de dudas, aparecen recomendaciones y apuntes de cómo actúan los profesionales sanitarios cuando tienen que comentar los distintos tratamientos a los que pueden someterse. Otra de las preguntas que aparecen es la de "¿Me voy a curar?", aunque los mismos expertos reconocen que son pocas las personas que, de forma directa, se atreven a formular esta cuestión. Eso sí, el conocer el diagnóstico lleva adherida la pregunta por la asociación que, aún hoy en día, tienen cáncer y muerte. Por ello, la guía invita a proponer todas las preguntas que surjan, por mínimas que parezcan, porque ayuda a afrontar lo desconocido, lo que evita incertidumbres y ayuda a relajarse ante la situación.

El siguiente paso es la descripción de los procedimientos terapéuticos. La cirugía, que puede servir tanto para conocer diagnóstico, para curar o para paliar el dolor; la radioterapia y el tratamiento sistémico -el que se lleva a cabo a través de la sangre-. En este último se incluyen todas las modalidades, como son la hormonoterapia, la quimio y las terapias biológicas, las de más desarrollo de los últimos años.

A pesar de que todos los apartados son interesantes, el de los efectos secundarios es el más directo porque los pacientes los viven de cerca. Aquí explican todos esos efectos que surgen a raíz de los tratamientos y se exponen recomendaciones, además de aclaraciones como el hecho de que muchas personas ni siquiera experimentan dichos síntomas. Náuseas, vómitos, toxicidad cutánea, alopecia, mucositis, cansancio o parestesia son esos efectos secundarios para los que la guía ofrece consejos y explica los tratamientos farmacológicos, en el caso de que sean posibles.

El documento concluye con otra cuestión: ¿Cómo te va?. La cantidad de emociones que surgen en estos casos van adaptándose a medida que avanza el proceso, el bloqueo inicial puede ir desapareciendo, y para ello recomiendan apoyarse en familiares y amigos. Toda la información, termina, ayuda a la confianza.