Foro Romano, 12

Cuestión de seguridad

  • Interior. El ministerio reforzará con casi 50 agentes la Policía Nacional en Córdoba dadas las evidentes carencias de un cuerpo que ha perdido ya un tercio de sus trabajadores

Un agente de la Policía Nacional durante un servicio.

Un agente de la Policía Nacional durante un servicio. / Juan Ayala

Esta semana conocíamos que el Ministerio del Interior pretende reforzar la plantilla de la Policía Nacional que presta servicio en la provincia de Córdoba, especialmente en la capital. Desde aquellos años donde la crisis económica marcaba absolutamente todo hasta el día de hoy, la plantilla de este cuerpo ha sufrido una merma considerable. Tanto que los sindicatos policiales, sin duda de los más activos del tejido laboral, han reclamado en numerosas ocasiones que se sumaran más efectivos ante las consecuencias que puede acarrear el hecho de no tener los suficientes policías.

El trabajo de los agentes a lo largo de estos años de sequía ha sido, cuanto menos, loable. Si nos referimos a Córdoba capital, se puede considerar una ciudad segura que gracias a esos agentes se ha sobrepuesto, por ejemplo, a eventos de gran magnitud que requieren de un número muy importante de agentes (véase la Magna Nazarena, por ejemplo, esto en colaboración con el cuerpo de Policía Local).

Que cerca de 50 agentes vayan a reforzar las plantillas de Córdoba capital y de Lucena-Cabra es una buena noticia, toda vez que habrá que esperar como mínimo a verano para que así sea. Sin embargo, los sindicatos ya han alertado de que esta cifra es insuficiente y que no se trata tanto de aumentar el número de trabajadores (que, obviamente, es necesario), si no de renovar un catálogo de puestos desfasado. Los mismos sindicatos han apuntado que la necesidad de agentes es el doble de los que vendrán, alrededor de un centenar, debido a la pérdida de hasta un tercio de la plantilla en estos últimos años y a una reposición cero de las jubilaciones marcada desde el Gobierno central en consonancia con los recortes que acompañaron a esa crisis económica.

Habrá que esperar a los meses de verano para que la incorporación se haga efectiva

Córdoba necesita, como mínimo, cumplir con la ratio de policías por ciudadano y tener cubiertas las necesidades de una ciudad que, entre otras cosas, recibe a un millón de turistas al año. El refuerzo de las unidades de ciudades como Madrid o Barcelona han supuesto una cierta cantidad de traslados que hace que las carencias vayan sumando poco a poco.

Además, no podemos olvidarnos de que las carencias del Cuerpo Nacional de Policía en Córdoba no tienen solo que ver con el personal. Desde hace años, complicado contabilizar cuantos, la Policía Nacional denuncia el estado en el que tienen que trabajar en la Comisaría de Campo Madre de Dios. Unas dependencias para atender a los detenidos que son de pena se suman a lo que ya parece ser una broma: pintar la fachada de la comisaría para que parezca que se ha hecho algo. Poco se sabe de esas dos comisarías, las de Levante y Poniente, que iban a estar abiertas y relucientes Dios sabe cuando. El acuerdo se quedó allá por 2018, cuando el Ayuntamiento y la Secretaría de Estado de Seguridad anunciaron la buena sintonía (también dijeron que ambas comisarías iban a estar listas en 18 meses, algo que no ha ocurrido).

Es hora de que el Gobierno se tome en serio la falta de agentes que existe en Córdoba, y no solo de la Policía Nacional, ya que la Guardia Civil podría ocupar un capítulo aparte. Esa merma se traduce en cosas tan sencillas y a la vez tan complicadas como que no haya agentes para trasladar a los detenidos al Juzgado 24 horas, un servicio reclamado durante años y años y que cuando se pone en marcha no funciona como debería por cuestiones de este tipo. Una pena.

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