Día mundial sin tabaco
  • Las complicaciones de salud causadas por el consumo de tabaco se pueden mejorar con programas de ejercicio físico terapéutico

La fisioterapia, una ayuda más para dejar de fumar

Antonio Jurado y Carlos Corredera, en la Clínica Fisio Active. Antonio Jurado y Carlos Corredera, en la Clínica Fisio Active.

Antonio Jurado y Carlos Corredera, en la Clínica Fisio Active. / Miguel Ángel Salas

Escrito por

· Ángela Alba

Redactora

El consumo de tabaco provoca cada año ocho millones de muertes en el mundo ya que es un importante factor de riesgo vascular (cardiopatía coronaria, ictus y afectación de las arterias periféricas), de enfermedad respiratoria crónica (EPOC) y de tumores como el cáncer de lengua, laringe, pulmón o vejiga, entre otros. 

Además, hay que destacar que los fumadores tienen más posibilidades de contraer el covid-19 y su pronóstico es peor que en los no fumadores, una circunstancia que ha llevado a muchos consumidores de tabaco a dar el paso para querer dejarlo. 

Así, el tabaquismo es la primera causa de mortalidad prevenible y, además, los fumadores pierden un promedio de 15 años de vida respecto a los no fumadores. Por eso, el lema elegido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Día Mundial sin Tabaco, que se celebra este lunes 31 de mayo, es "Quienes lo dejan, ganan".

La estrategia basada en técnicas conductuales y, si es necesario, ayuda farmacológica, es la que se ha mostrado útil en el abandono del tabaquismo, y en este sentido la fisioterapia tiene un papel importante a través del ejercicio físico terapéutico. "Estas técnicas de cambio de comportamiento para dejar de fumar en su mayoría son las mismas que las intervenciones empleadas para aumentar la actividad física y para llevar una alimentación saludable; por tanto, el fisioterapeuta desempeña un papel específico en el programa de abandono del consumo de tabaco", explican Antonio Jurado y Carlos Corredera, fisioterapeutas de la Clínica Fisio Active de Córdoba, especializada en ejercicio terapéutico, readaptación funcional y fisioterapia respiratoria, entre otros aspectos.

Estos expertos explican que el hecho de fumar no implica que no se pueda hacer ejercicio físico. De hecho, "es necesario" porque "nos revelará que pueden existir ya algunos efectos propios del consumo de tabaco". Por ejemplo, "es frecuente que aparezca tos al comienzo o durante el ejercicio y, casi siempre, una menor capacidad para realizar esfuerzos relativamente importantes". Además, "la persona fumadora puede observar que se cansa más, que realiza con más dificultad la actividad física diaria que las personas de su edad", indica Jurado. Sin embargo, "el ejercicio programado nos ayudará a salir de este círculo".

Colillas tiradas en el suelo. Colillas tiradas en el suelo.

Colillas tiradas en el suelo. / Miguel Ángel Salas

Una programación individualizada

Así, la fisioterapia se ha convertido en una herramienta más para abandonar este hábito nocivo. Corredera señala que "desde el punto de vista de la salud, hay que conocer los antecedentes de cada persona y hacer una programación individualizada". "Si nos encontramos en la fase tras la cual el paciente ha sufrido una complicación grave, el programa debe tener en cuenta este antecedente que, además, es sobre el que se plantea la recuperación funcional", apunta. Lo primero es conocer la situación de la persona respecto al consumo de tabaco e introducir alguna actuación para completar, o en su caso, iniciar el abandono de este hábito nocivo.

Muy diferente es la actuación sobre personas sin enfermedad grave ya que "la modalidad e intensidad del ejercicio es diferente". Eso sí, "siempre hay que colaborar con el equipo sanitario de Atención Primaria y, desde el punto de vista fisioterapéutico, insistir en realizar una buena historia clínica y una exploración exhaustiva para evitar lesiones y optimizar el programa", añade Corredera.

Al respecto, Antonio Jurado puntualiza que "ayudar al abandono del tabaco es una de las misiones más importantes de todo el personal sanitario" y "un reto y una de las decisiones más importantes que cualquier persona puede tomar para mejorar su salud". Por eso, en su clínica siempre preguntan a los pacientes si fuman y, en su caso, les informan sobre el efecto beneficioso que puede tener el abandono del tabaquismo.

Todo esto se hace "colaborando con las pautas establecidas por las diferentes especialidades, como Neumología, Cardiología, Neurología o Medicina Interna y, por supuesto, con el equipo de Atención Primaria, que es el primer nivel asistencial, el más cercano a los enfermos y sobre el que pivota el Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía", resalta Jurado.

El ejercicio terapéutico

Los fisioterapeutas de la Clínica Fisio Active destacan que "el ejercicio terapéutico es una alternativa complementaria para dejar de fumar, ya que se ha demostrado que disminuye el deseo de fumar y los síntomas de abstinencia de la nicotina". Ambos aspectos son "muy importantes para evitar las recaídas el tabaquismo". Por otra parte, Jurado añade que "es un tratamiento saludable, de bajo costo y de fácil acceso". En definitiva, el ejercicio terapéutico es "una medida a tener muy en cuenta dentro de una estrategia global de abandono del tabaquismo".

Estos expertos inciden en que, como en muchas intervenciones terapéuticas, es fundamental el cumplimiento del ejercicio y la adherencia al mismo. Cuando llega un paciente, "es importante una valoración inicial sobre su estado de salud para programar la mejor estrategia terapéutica, valorar si existen contraindicaciones y evitar potenciales lesiones derivadas del ejercicio".

Por tanto, "es razonable utilizar inicialmente programas de ejercicio supervisado y posteriormente establecer programas mixtos, mínimamente supervisados, para cambiar el comportamiento y conseguir que el paciente se acostumbre y realice el ejercicio a más largo plazo", puntualiza Corredera. "El refuerzo terapéutico en la clínica, individualizado o en grupo, junto a un programa de ejercicio domiciliario, permite mantener la adherencia al programa de ejercicio físico terapéutico", explica Jurado.

Un hombre exhala el humo de un cigarro. Un hombre exhala el humo de un cigarro.

Un hombre exhala el humo de un cigarro. / Miguel Ángel Salas

Complicaciones derivadas del tabaquismo

Además, la fisioterapia puede ayudar a los pacientes con alguna complicación relacionada con el consumo de tabaco. En el caso de los ictus y el resto de problemas vasculares, "la recuperación funcional de los enfermos es fundamental para lograr la integración, lo más rápido posible, a una vida normal o, al menos, con la menor limitación posible", inciden estos profesionales.

Posteriormente, de forma individualizada, hay que estudiar las peculiaridades de cada enfermo para ajustar un programa de mantenimiento a su estado funcional. "Es frecuente que además de padecer un ictus o un infarto de miocardio, el paciente presente obesidad, hipertensión y sea fumador", añaden estos fisios.

En esa línea, apuntan que en este período relativamente cercano a la complicación aguda es muy importante abordar globalmente cada uno de estos factores de una forma personalizada. Además, "como en otras facetas, es clave la colaboración con el personal facultativo y de Enfermería para controlar los diferentes riesgos vasculares y abordar el tabaquismo como factor que contribuye a un peor pronóstico".

Por último, recuerdan que "nunca es tarde para dejar de fumar" y destacan que el consumo de tabaco es "caro para la salud de las personas, pero también para la economía de los fumadores" ya que "se calcula un ahorro de alrededor de 1.200 euros al año, lo que podría invertirse en unas buenas vacaciones".

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