El número de empresas sometidas a concurso de acreedores se encuentra ahora en niveles similares a los de 2008, año de inicio de la crisis económica. Éste es sin duda un buen dato que constata esa mejoría económica y que se percibe en las firmas cordobesas, después de que otras estadísticas -como el paro o la coyuntura turística- hayan mostrado ese optimismo bastante antes. Y es que, según los datos hechos públicos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre las empresas en procedimiento concursal y correspondientes al último trimestre de 2015, se registra una caída del 28,07% con respecto al año anterior. Después, eso sí, de que durante el tercer trimestre de 2015 este dato casi se multiplicara con respecto al anterior.

Con los referentes del año pasado al completo puede asegurarse que la salida de la crisis está un poco más cerca. En 2007, las empresas cordobesas concursadas eran 13, una cifra bajísima si después se observa la tendencia que siguió en años venideros. En sólo un año, es decir, en 2008, ese dato escaló hasta las 35 empresas, más del doble. Los últimos números recogidos muestran pues que la situación de las empresas cordobesas se asemeja más a esos años iniciales que a los más duros de la recesión cuando se alcanzaron los 69 negocios en una situación de procedimiento concursal (en 2012).

La caída de este dato viene siendo una realidad desde 2013, periodo donde se inicia un encadenamiento de bajadas que ha visto su descenso más notable a lo largo del ejercicio de 2015. Entre 2012 y 2013, las firmas concursadas en la provincia de Córdoba bajaron un 10,14%, al año siguiente volvieron a caer, en este caso un 8,06% y el último dato se sitúa en un desplome, siempre en el buen sentido de la palabra, de más de un 28%.

A modo de recordatorio y de forma resumida, las empresas que entran en concurso de acreedores son aquellas que, de manera opcional porque entienden que deben hacerlo o necesaria porque no quedan más opciones, tienen que entregar el activo a sus deudores ante la imposibilidad de pagar sus deudas. Además, en todos los casos, el pasivo siempre es mayor que el activo.

Está claro que la crisis económica, por razones obvias, ha multiplicado estos casos en las empresas, tanto a nivel cordobés como a niveles nacional y andaluz. Aunque es bueno decir que la caída registrada en Córdoba a lo largo del año pasado fue mucho mayor que la que se registró en Andalucía y en España. En el caso de la comunidad autónoma, se pasó de las 840 empresas concursadas en 2014 a las 608 del año pasado, lo que implica una bajada del 27,62%. En España la cifra también bajó pero a menor ritmo que en Andalucía y Córdoba. En todo el territorio nacional el descenso fue de un 24,31% pasando de 7.280 empresas en concurso de acreedores a 5.510.

La capacidad de las empresas para generar activos ha vuelto a la realidad y Córdoba es buena muestra de ello. El análisis pormenorizado del 2015 quizá sí muestre más altibajos aunque a la hora de la verdad y la contabilización anual al completo arroje datos positivos. Y es que es cierto que 2015 cerró el ciclo con más empresas concursadas que en el arranque de año. Mientras que de enero a marzo la cifra se quedó en diez firmas, entre octubre y diciembre fueron 12, lo que supone un incremento del 20%. Los mejores datos se registraron en el segundo trimestre cuando las empresas concursadas cayeron, en comparación con los primeros meses del año, hasta un 40%. Eso sí, lo importante es que el año al completo mejoró con respecto al anterior.