Córdoba

La fiesta de los Patios se juega en París

  • La Unesco comienza mañana a valorar las candidaturas para añadirlas a la Lista del Patrimonio Inmaterial · La fiesta cordobesa cuenta con el aval del órgano asesor

La cuenta atrás ha comenzado y la fiesta de los Patios de Córdoba se juega a partir de mañana en París su inclusión en la Lista del Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. Un grupo designado por la Unesco y compuesto por una docena de miembros (seis expertos y seis ONG) ya analizó de manera independiente las cerca de 60 candidaturas, cuya aceptación en esa lista se decidirá desde el lunes y hasta próximo viernes en unas jornadas abiertas al público; en el caso de los Patios, la declaración se hará pública en menos de tres días, esto es, el próximo miércoles. "Quienes deciden lo que es el patrimonio inmaterial son los poseedores de ese patrimonio, no los gobiernos ni la propia Unesco", asegura la secretaria de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, Cécile Duvelle, quien reconoce también que "a menudo hay una enorme confusión en torno a ese término".

El órgano asesor de la Unesco ya publicó el pasado mes de noviembre el informe positivo para la fiesta de los Patios, por lo que la declaración está muy cerca, tal y como ya avanzó El Día. En esta ocasión, la candidatura de Córdoba se presenta bien respaldada, y no como ocurrió hace un año en Bali, cuando la declaración de la Unesco se vino abajo y recibió duras críticas por el trabajo que se presentó. Ahora, sin embargo, las cosas han cambiado, se ha presentado un nuevo proyecto más acorde con las recomendaciones dadas por los técnicos de la Unesco y los Patios están cerca de formar parte dentro de 72 horas de la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en la que también figuran en España la fiesta de Nuestra Señora de la Salud de Algemesí (Valencia), que es de origen medieval; los castellets (Cataluña); el flamenco (Andalucía); el canto de la Sibila (Mallorca); el silbo gomero (Islas Canarias); el misterio de Elche; el Consejo de Hombres Buenos de la Huerta de Murcia y el Tribunal de las Aguas de la Huerta de Valencia; la Patum de Berga (Barcelona) o la revitalización del saber tradicional de la cal artesanal en Morón de la Frontera (Sevilla).

La designación de los Patios cierra un proceso que se inició hace ahora más de ocho años. Fue en 2004 cuando desde el Ayuntamiento se comenzó a hablar de hacer esta petición a la Unesco, pero no fue hasta marzo de 2007 cuando la idea tomó realmente forma. Fue ese mes cuando comenzó a funcionar una comisión técnica en el Área de Presidencia del Ayuntamiento, con Rosa Aguilar al frente de la Alcaldía. Esta comisión se encargó de elaborar todo el expediente durante los dos años posteriores. En todo este tiempo los técnicos -con la directora del Archivo Municipal, Ana Verdú, al frente- llevaron a cabo una ingente tarea de recopilación de archivos históricos y documentos periodísticos que justificaran el respaldo popular a esta fiesta y su antigüedad. Junto a esta documentación se presentó un inventario completo de los patios existentes y de los que habían desaparecido con el paso de los años, además de un informe del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA) acerca de su impacto social y también publicaciones y material audiovisual. Esta recopilación fue presentada de manera conjunta el 9 de mayo de 2009 por el que fuera delegado de Cultura de la Junta, Joaquín Dobladez, y el que fuera alcalde Andrés Ocaña. Poco a poco el proyecto fue tomando forma y los propietarios de los patios también comenzaron a reclamar una mayor atención por parte de la instituciones ante la previsión de que la designación de la Unesco provocaría un aumento en el número de turistas.

Finalmente, el Gobierno central aceptó el trámite en las mismas fechas en las que se reunió el Comité del Patrimonio Histórico Español en Palma de Mallorca, en julio de 2009. En esa reunión se debatieron cuatro candidaturas: el canto de la Sibila, los castellets, la cetrería y los Patios. Todas fueron aceptadas. A pesar de contar con este apoyo, la candidatura de Córdoba nunca llegó hasta la Unesco. La razón fue muy simple: la Junta de Andalucía prefirió dar paso a la propuesta del flamenco en detrimento de los Patios. Así las cosas, otra vez había que esperar a una nueva convocatoria e iniciar una nueva carrera hasta llegar a la final de Bali. Sin embargo, en noviembre del año pasado los Patios volvieron a quedarse fuera. En esta ocasión, fueron las administraciones -Ayuntamiento y Junta de Andalucía- las que decidieron retirar la candidatura de los Patios en este segundo intento por hacerse con el título de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Así las cosas, los expertos de diferentes países consideraron que la candidatura de Córdoba no cumplía con una serie de requisitos para ser merecedora de esta distinción. Entre otros aspectos, aseguraron que no quedaba claro cómo había contribuido la comunidad al proceso de nominación y ni los efectos espirituales de la fiesta, los que proporcionan "sentido de identidad y continuidad"; y tampoco se explicaba cómo contribuiría la inscripción al patrimonio cultural general.

Ante esta situación, tocó volverse a poner manos a la obra, aunque gran parte del trabajo ya estaba hecho. Sólo había que limar algunos aspectos y demostrar ante la Unesco todos los detalles que hacen a los Patios ser auténticos merecedores de su distinción. En la Unesco no entendieron de manera expresa que lo que se estaba protegiendo no son los recintos materiales de los patios, las casas o las macetas, sino una fiesta que constituye una forma de vida tradicional y de compartir el espacio. A pesar de la decepción de Bali, el Ministerio de Cultura consiguió que, en lugar de que la candidatura cordobesa fuera rechazada, se le permitiese presentarse en 2012 para rehacer la documentación. Un trabajo que puso en marcha el ahora subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, y que contó con la ayuda de las asociaciones de propietarios de estas casas.

La reforma del dossier se realizó sobre la base de menos protección física y más valores de la tradición; no en vano, la Unesco protege tradiciones, usos culturales y no negocios. El informe reformulado se presentó en Madrid el pasado mes de febrero acompañado de más de 1.800 firmas de apoyo. El material incorporó, además, una colección de diez fotografías y un vídeo de siete minutos de duración en los que se insiste en que los valores intangibles de esta celebración popular son la convivencia, la transmisión intergeneracional de conocimiento o la creatividad. Además, en este tiempo los Patios han pasado a formar parte del Atlas del Intangible Cultural de Andalucía y el Catálogo General del Patrimonio Inmaterial, que gestiona la Junta. Un requisito imprescindible para que la Unesco dé el visto bueno a cualquier candidatura, que ha de contar con un reconocimiento regional o nacional, en función de las legislaciones culturales.

Con los cambios introducidos, todo indica que la próxima semana por fin la fiesta de los Patios gozará de la distinción de la Unesco después de más de ocho años de trabajo y una serie de decepciones. No en vano, la Unesco ya ha hecho público el informe que perfila que los Patios serán Patrimonio de la Humanidad en el plazo de unos pocos días. El órgano consultivo de la Agencia de Naciones Unidades ya recomendó a principios de noviembre al comité -del que forman parte los representantes gubernamentales- que inscriban la fiesta de Córdoba en la lista del Patrimonio de la Humanidad. Los Patios se constituyen, según el informe, sobre un espíritu de apertura e innovación. Además, el dossier presentado ha cumplido con el requisito básico de proponer una serie de medidas para el fortalecimiento de la fiesta y se ha contado con el consentimiento libre de una serie de entidades y ciudadanos que han aportado su punto de vista tanto a la candidatura como a la propia celebración.

Esta confirmación ha sido bien acogida desde la Subdelegación, el Ayuntamiento, la Junta y las asociaciones de propietarios. Desde entonces han preferido mantener la cautela hasta que los Patios ganen por fin la partida en París. Mientras tanto, sólo habrá que esperar. Apenas unos días.

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