Movilización

Las familias de colegios de la provincia de Córdoba se movilizan contra el cierre de líneas de Infantil

  • Las asociaciones protestan por el cierre de las clases y el consiguiente despido de los docentes a pesar de contar con "matrículas suficientes"

Concentración frente a la delegación de Educación.

Concentración frente a la delegación de Educación. / Juan Ayala

Familias, representantes sindicales y profesorado de distintos centros de la provincia de Córdoba se han desplazado este miércoles a la Delegación de Educación de la Junta para denunciar la decisión de suprimir líneas de Infantil a pesar de contar con las matrículas suficientes para conformar las clases. Además, la eliminación de estas aulas supone el despido de algunos profesores. 

Como representante del colegio Camacho Melendo en Priego de Córdoba, María Jesús Toro Aguilera ha asegurado que "el año pasado nos prometieron que nos abrirían otra línea si teníamos matrículas suficientes".  "Así ha ocurrido, tenemos 43 y nos permiten solo una clase de 25 niños", ha censurado.

Esta situación obligaría a 18 familias a desplazarse a otro colegio. "Se nos quedaría una línea de 25 niños de 3 años más un niño de educación espacial", ha indicado Toro, quien ha explicado que también "nos quitan un tutor y el de apoyo". 

El número de matrículas de este centro, según la representante, no perjudicaría a otros colegios de la localidad, ya que habría matrículas para que en cada uno de ellos se creen clases de 15 a 21 niños. "Todos los colegios tienen matrículas suficientes", ha indicado. 

Ante esta problemática que ya se ha planteado en Educación, Toro ha indicado: "No nos dan explicación, es negativa tras negativa". Y ha recordado que la delegada de Educación, Inmaculada Troncoso, prometió que las familias "tenían derecho a la libre de elección". "Vamos a seguir luchando para que nuestro colegio siga con dos líneas. Creemos que no hay circunstancias para quitarlas", ha concluido. 

Desde el colegio Virgen de Luna de Pozoblanco, Yolanda Durán ha indicado que se encuentran en una situación similar. "El 31 de enero, cuando se abrió en la plataforma de Séneca el proceso de planificación, el equipo directivo se dio cuenta de que nos habían suprimido una línea en 3 años", ha asegurado Durán.  

La representante del centro ha indicado que se han recibido 32 matrículas para el próximo curso, pero siete familias no podrían optar a la plaza ya que el máximo de alumnos para una clase sería 25. Ante esto, el AMPA y los propios docentes comenzaron a hacer los escritos pertinentes y recoger firmas. 

Por ahora, a pesar de las reuniones con la delegada, Inmaculada Troncoso, la respuesta sigue siendo negativa. Durán ha explicado que en un Pleno del Ayuntamiento de Pozoblanco "algún compañero suyo de partido político informó a las familias que se había reunido con ella y que si había un número suficiente de niños habría desdoble, pero a día de hoy seguimos solo con una modalidad". 

En este sentido, el secretario general del sindicato de Enseñanza de CCOO de Córdoba, Francisco Cobos, ha señalado que “es incomprensible que se cierren líneas cuando los recursos ya existen y no suponen un gasto extra para la Administración”, a la que ha reclamado “que tenga en cuenta otros parámetros además del puramente económico”.

“Con el cierre de líneas está dificultando la conciliación de las familias, especialmente de las mujeres, que en su mayoría son las que terminan sacrificando su trabajo o reduciendo su jornada laboral para poder atender a los hijos. También está incidiendo en la socialización de niños y niñas muy pequeños, de solo 3 años (algunos ni siquiera los habrán cumplido cuando entren en septiembre), que deberían estar cerca de su casa, de sus familias y de niños de su entorno”, ha advertido.

Cobos ha censurado que “la Delegación de Educación está haciendo un uso torticero del distrito único y usándolo como excusa para cerrar aulas y para hacer recortes que están encaminados claramente a favorecer a los centros privados y concertados”. 

“La Delegación, en vez de respetar y garantizar el derecho de las familias a la elección de centro, las fuerza a matricular a sus hijos en otros centros mientras en las aulas que mantiene se llega al tope de alumnado, cuando de mantener las líneas educativas se podría reducir el número de niños y niñas por clase, lo que redundaría sin duda en la calidad educativa, ya que podrían recibir un trato más personalizado y adaptado a sus necesidades”, ha remarcado el responsable sindical.

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