Patrimonio

Un estudio fija la construcción de la Mezquita - Catedral de Córdoba sobre un complejo episcopal

Trabajos sobre las catas, que han desvelado un mosaico policromático.

Trabajos sobre las catas, que han desvelado un mosaico policromático. / Miguel Ángel Salas

La Mezquita-Catedral de Córdoba estaría edificada sobre un complejo episcopal datado en el siglo V y no sobre la Basílica de San Vicente Mártir, según las conclusiones incipientes extraídas de un estudio que en conjunto realizan el Cabildo Catedral de Córdoba y la Universidad de Córdoba, y que este martes ha sido presentado a prensa y guías turísticos de la ciudad en un ejercicio de transparencia que retoma el plan inicial de hacerlo partícipe también a estudiantes a modo de divulgación. La segunda fase de unas catas arqueológicas realizadas en el Patio de los Naranjos, que tendrán continuidad con una tercera, ha desvelado la existencia de un gran edificio oficial que sostiene esta hipótesis, aún a falta de cerrar la cronología exacta y algún que otro aspecto que dote de más consistencia una teoría ya refrendada por otros estudios.

Bajo la dirección de Alberto León, profesor de Arqueología de la UCO y director del proyecto, y con la estrecha colaboración de Raimundo Ortiz, arqueólogo del Cabildo, las catas que se vienen desarrollando en un espacio acotado del Patio de los Naranjos -tras una primera fase ya tapada de nuevo, están inmersos en una segunda bastante más clarividente- vienen a refrendar que la Mezquita no se edificó sobre San Vicente, sino sobre un complejo episcopal más amplio que no se descarta que incluyera también una iglesia, siguiendo la tendencia de otros que pueden observarse aún en España por su mejor estado de conservación.

El proyecto, el más interesante que se ha desarrollado sobre el principal templo de la ciudad desde el que se llevó a cabo aprovechando la apertura de la segunda puerta, tiene origen en un plan I+D+I que tenía como fin la digitalización de los trabajos de Félix Hernández hasta 1934, documentados en el Museo Arqueológico, que quedaron inconclusos por la irrupción de la Guerra Civil española. La labor del arquitecto, clave en el conocimiento de los grandes monumentos de Córdoba (Medina Azahara o la propia Mezquita-Catedral, entre otros), se ha visto ahora ampliada gracias a la información obtenida desde sus fotos, croquis o planos, de los que se extrajeron aspectos que dieron lugar a un estudio más exhaustivo y ya adaptados a las nuevas tecnologías, dando paso a las labores actuales.

Unas catas que ya arrojan unos resultados, aún no concluyentes, que desvelan un gran edificio oficial, de uso representativo, datado sobre el siglo V, y que formaría parte de un complejo mayor -integrado por una basílica, un batisterio y un palacio del obispo- sobre el que se levantaría la Mezquita aljama de Córdoba, la primitiva. Una tesis que dejaría de lado la interpretación de que el origen estaba sobre la San Vicente y una calzada romana, que estaría ocupada por este espacio ahora descubierto, que deja ver un gran muro y parte de un ábside, y del que se desconoce su tamaño real. Algo que tampoco ocurriría con la tercera fase, a priori destinada a profundizar sobre una zona aparentemente inexplorada por Félix Hernández.

Los arqueólogos Alberto León y Raimundo Ortiz, junto al canónigo portavoz del Cabildo, José Juan Jiménez Güeto. Los arqueólogos Alberto León y Raimundo Ortiz, junto al canónigo portavoz del Cabildo, José Juan Jiménez Güeto.

Los arqueólogos Alberto León y Raimundo Ortiz, junto al canónigo portavoz del Cabildo, José Juan Jiménez Güeto. / Miguel Ángel Salas

Los encargados del proyecto resumen en su hipótesis que este edificio que ahora ve la luz formaría parte de un complejo luego monumentalizado, y que abarcaría hasta la Puerta del Puente, que se convirtió en centro de la ciudad desde el siglo V hasta bien entrada la Edad Media, y que tendría un uso de representación, posiblemente para la recepción por parte del obispo a otras autoridades. Es por eso que, al no tratarse de la iglesia -hay detalles que descartan que fuera así-, pudiera ser tapado con un nuevo muro ya en la época islámica. Una fase que a tenor de los técnicos dio lugar a un expolio propio de entonces y que dificulta ahora la definición del resto de espacios del complejo y su fijación cronológica.

Estas excavaciones, que por su situación y libertad temporal se consideran excepcionales, han dejado ver también un mosaico policromático y la cimentación del alminar de la Mezquita de Abderramán I, que siendo más achatado que los posteriores, podría haber llegado a medir sobre unos 25 metros y se quedaría dentro de los límites del complejo previo. Un conjunto de edificios unidos entre sí del que faltaría saber qué obispo fue el encargado de liderar el proyecto y dónde se ubicaría con exactitud esa iglesia -no necesariamente la de San Vicente- de la que los arqueólogos no tienen constancia pero que tampoco descartan que existiera como tal dentro de lo que hoy es el templo de la Mezquita-Catedral de Córdoba.

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