La llegada de internet ha supuesto una nueva modalidad para cometer delitos que se ha disparado en los últimos años de forma paralela a la evolución de la tecnología. Así, los delitos cometidos a través de internet se han incrementado de manera considerable aunque hay unas infracciones que, directamente, se han disparado, como es el caso de las estafas con tarjetas de crédito o cheques de viaje. Según la última estadística sobre cibercriminalidad elaborada por el Ministerio de Interior, este tipo de infracciones han crecido un 357% en los últimos cinco años -desde 2011 a 2016- y no frena su parada ascendente. Si en el inicio de la década este tipo de delitos sumaba 67 casos, en 2016 se registraron 319 en Córdoba, lo que significa que prácticamente se ha quintuplicado.

Existen muchos tipos de fraude relacionados con tarjetas de crédito y además van evolucionando en el tiempo. El caso más común es cuando se utiliza información robada. No es necesario tener la tarjeta física para poder cometer esta estafa, ya que los delincuentes acceden ilegalmente a la cuenta bancaria para poder hacer la operación. Lo hacen suplantando la identidad del titular. El método más frecuente es conocido como phising, que suele consistir en el envío de correos electrónicos simulando una web de una entidad financiera para que la víctima introduzca sus datos en ella creyendo que está en la página oficial de su banco. Una vez que los estafadores tienen los datos de la tarjeta de crédito o débito de la víctima pueden hacer todas las compras que quieran. Cuando las operaciones estén autorizadas, ya no hay marcha atrás. Sólo se rechaza si el saldo es insuficiente.

En Córdoba la Policía Nacional detuvo el pasado mes de octubre a un hombre dedicado a la mensajería por un delito de estafa ya que llegó supuestamente a obtener más de 3.000 euros al utilizar tarjetas de crédito ajenas. Según informó la Policía Nacional en su momento, el hombres supuestamente se aprovechó de su trabajo en la empresa de mensajería para obtener las tarjetas de crédito junto con los datos personales de sus víctimas, llegando a repetir hasta en 11 casos este proceso de donde obtuvo más de 3.000 euros.

Otras estafas relacionadas con internet muy comunes son las de los alquileres vacacionales. En el verano de 2016 una operación también de la Policía Nacional acabó con la detención de un hombre por supuestamente estafar 5.500 euros en hoteles en los que se alojaba pero no pagaba. El modus operandi era siempre igual. En un primer momento, esta persona se presentaba en los hoteles mostrando una tarjeta de crédito como garantía de pago, si bien una vez que los empleados intentaban realizar el cargo de todos los servicios de los que el cliente había disfrutado, la operación aparecía como "denegada". También son habituales los casos en los que se solicita dinero por un alquiler vacacional pero luego el inmueble o el anuncio es falso.

También se producen estafas en la venta de artículos de segunda mano por internet o en operaciones gancho como la oferta de ordenadores o teléfonos móviles.