La cruz de la calle San Álvaro regresa al centro de Córdoba

La calle San Álvaro de Córdoba ha recuperado ya su emblemática cruz, que se ha instalado este miércoles, 26 de noviembre, después de ser bendecida por el padre Mariano de Prado, de la orden de los Dominicos. El Ayuntamiento de Córdoba ha instalado de nuevo el monumento después de un vehículo la tumbara la Navidad pasada en tres partes.

Aquella cruz, según ha explicado el edil de Infraestructuras, Miguel Ruiz Madruga, se intentó recuperar, pero finalmente no fue posible por lo que se ha encargado una nueva, que ha costado 7.150 euros y que se ha hecho a través de un contrato menor.

No obstante, la cruz no ocupa el mismo lugar, sino que se ha ubicado a unos metros de distancia de su punto original para evitar incidentes similares, ya que en 2020 sufrió el golpe de otro vehículo. Los trabajos, según ha indicado Ruiz Madruga, los han llevado a cabo la empresa CMR y canteros de Majaneque.

Desde 1860

Fue en 1860 cuando se instaló la cruz en honor a San Álvaro y, desde entonces, ha indicado Ruiz Madruga, "forma parte de la memoria colectiva de Córdoba". El edil también ha recordado que desde el Ayuntamiento de Córdoba "tenemos la responsabilidad de cuidar y proteger el patrimonio cristiano". Además, no ha tenido reparos en asegurar que la ubicación de la cruz para él representa "una doble satisfacción al ser concejal de Infraestructuras y católico".

El encargado de bendecir la cruz ha sido el padre Mariano de Prado, quien ha recordado que la misma se puso por primera vez en el siglo XIX, justo cuando la citada calle se rotuló con el nombre de San Álvaro. Además, ha explicado que san Álvaro "oficialmente es beato, pero en Córdoba es santo porque así lo proclamaron los cordobeses cuando murió en 1493". En su intervención, además, ha hecho referencia a la labor que los dominicos han llevado a en Córdoba y ha destacado también "la extraordinaria labor social y religiosa que llevó a cabo San Álvaro".

Entre otros detalles ha recordado que fue San Álvaro "quien inventó la devoción que está extendida del vía crucis fuera de Jerusalén; en Córdoba hay muchas cosas gracias a los dominicos y a San Álvaro". En su intervención, también ha aludido a otro dominico, el beato Posadas, quien dijo esta frase, en alusión a la caridad popular: "Quisiera tener un pan tan grande como la Corredera para cortar rebanadas y dárselo a los que pasan hambre".