Crónica de un joven en busca de una vivienda: la odisea para alquilar en Córdoba

El Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria advierte que "hay poca oferta y mucha demanda" en la ciudad

El precio de una habitación compartida en Córdoba se sitúa en 269 euros tras bajar un 4,5% en un año

Una joven mira los pisos de una inmobiliaria de Córdoba.
Una joven mira los pisos de una inmobiliaria de Córdoba. / Miguel Ángel Salas

Córdoba/Con 26 años y un trabajo estable, va siendo hora de abandonar la casa de los padres. Con esta misión, me adentro en la tediosa y arriesgada aventura de buscar un apartamento para mí solo en el núcleo urbano de Córdoba. Teniendo en cuenta que el sueldo medio de un cordobés de entre 20 y 30 años en 2024 fue de 15.100 anuales -1.258 al mes-, según el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), el coste de un alquiler no debería superar el 50% del salario mensual, es decir, 600 euros como máximo. Y eso que la recomendación nacional sitúa el porcentaje en el 30%: con un SMI de 1.134 euros al mes, el presupuesto para alquiler es de 340 euros, lo que solo da para un piso compartido.

Si la limitación económica ya es un impedimento por sí sola, el encontrar una vivienda digna para un joven es una tarea todavía más complicada teniendo en cuentas que en Córdoba "hay poca oferta y mucha demanda". Lo afirma la presidenta del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Córdoba (API), Ana Moreno, quien asegura que las inmobiliarias se sostienen en unos requisitos impuestos por los propietarios que "son cada vez mayores, sobre todo relacionados con la solvencia" de los inquilinos.

Desde API explican que los propietarios "cada vez demandan más los seguros de alquiler que les garantizan el cobro de la renta durante un año" si los inquilinos dejan de pagar. De hecho, según la institución, los caseros están "desfavorecidos en las medidas fiscales y con la Ley de Vivienda", por lo que, además de que "estén retirando muchas viviendas en el mercado del alquiler", los requisitos son cada vez más exigentes. Ahí es donde entran las inmobiliarias contratadas por los propietarios, quienes realizan "un filtro del cliente".

Como señala Moreno, para que un joven alquile una vivienda se necesitan requisitos económicos como "ser funcionario o tener un contrato indefinido con una empresa de reconocida solvencia en la que lleve ya un determinado tiempo". Además, si esos ingresos económicos no son lo suficientemente solventes porque la persona "no tenga una buena nómina", es necesario un avalista, que en el caso de los jóvenes "suelen ser familiares directos".

Conocedor de la exigencia que hay para alquilar un piso en Córdoba, me dispongo a buscar a través de la compañía Idealista un piso que se adapte a las demandas de un joven cordobés promedio. Con la perspectiva de no gastar más del 50% de un sueldo medio, uno de los barrios más accesibles es Ciudad Jardín. Su posición muy cerca de la zona céntrica de la ciudad y la antigüedad de sus edificios permiten que el mercado inmobiliario no sea un auténtico lujo y, además, se pueda vivir en pleno núcleo urbano.

Aplicados los primeros filtros en Idealista y tras una breve búsqueda encuentro lo que busco: un apartamento completo con al menos una habitación, baño, cocina y, lo más importante, un precio mensual de 575 euros. Además, tiene mobiliario nuevo -algo no muy habitual en esta zona antigua- en un edificio de reciente construcción, exterior, con luz natural en la tercera planta, unos 47 metros cuadrados y ascensor. Esto podría considerarse toda una ganga. Por eso, en poco más de una semana, el anuncio tenía casi 500 visitas y más de 20 contactos solo vía email.

Hay que llamar a la inmobiliaria que lo gestiona de inmediato, aunque, de antemano, ya sabía que tenía que abonar la fianza de un mes, además de los honorarios de la inmobiliaria. ¿Qué requisitos se necesitan para esta vivienda? La respuesta de la gestora es clara: "El propietario quiere que el inquilino tenga una nómina fija y estable". Es, sin embargo, un apartado con mucha letra pequeña. Y es que, para pagar el alquiler, la luz, el agua y alimentación, a esta vivienda se debe acceder "con al menos entre 1.300 y 1.500 euros de sueldo mensual", como asegura la inmobiliaria.

Este atractivo piso de Ciudad Jardín, para mi decepción y tras conversar varios minutos por teléfono, ya tenía dueño. Eran varios los interesados a la espera de que un chico joven y su pareja, también joven, diesen el sí definitivo para instalarse. Al día siguiente ya se estaban instalando. La ventaja es clara: son dos nóminas para un piso de una habitación. Desde API lo avisan: "Sumar dos ingresos da más fiabilidad" a los propietarios a la hora de alquilar.

Ante la negativa de mudarme a Ciudad Jardín, donde la demanda es "altísima", en esa misma inmobiliaria lo que me ofrecen es otra opción de similares características junto al parque de Colón, en el Centro. Como señala la presidenta de API, las zonas más buscadas por los jóvenes son las cercanas a la avenida Medina Azahara y República Argentina, además de Parque Cruz Conde, Santa Rosa y Valdeolleros. En esta ocasión, me facilitan el anuncio de otro piso ideal: primera planta exterior con ascensor, una habitación, un baño, cocina, salón, 55 metros cuadrados, aire acondicionado y un precio de 575 euros al mes.

Los muebles, eso sí, son propios de la casa de Cuéntame cómo pasó. Lo bueno es que cuenta con una piscina compartida entre los vecinos. En este apartamento piden las mismas condiciones: un sueldo mensual de mínimo 1.300 euros y una periodicidad de al menos un año en el piso. "Es lo que exigen los propietarios, que piden seguridad. Cuesta mucho echar a un inquilino que no paga porque se declara insolvente y entonces buscan que tenga un contrato de trabajo fiable y una estabilidad económica", comentan desde la gestora, que como honorarios exige el 50% del coste mensual, pues el otro 50% corre a cargo del propietario.

Esperar un día para mostrar mi interés no fue buena idea. "El piso ya está alquilado", señala la inmobiliaria. Decido entonces cambiar de ubicación. Huerta de la Reina, otro barrio muy bien ubicado en la ciudad, llama la atención. Un apartamento con ascensor y dos habitaciones por 450 euros es la próxima ganga, aunque el mobiliario deje muchísimo que desear. Pese a que todo encaja, de nuevo hay una negativa: "Lo siento, lo que estamos buscando son estudiantes", comenta el propietario.

Cansado de buscar, el último intento lo hago por un apartamento en la calle Conde de Gondomar. Moderno, cuidado, con cocina, baño reformado, salón, terraza y una amplia habitación. ¿El problema? Más de 4.000 visitas en Idealista y una respuesta clara de la inmobiliaria: "Hay mucha gente detrás esperando". De nuevo, otra negativa más. Se nota que Córdoba está entre las ciudades de España cuyo stock de oferta de alquiler lleva seis trimestres seguidos cayendo junto a Barcelona, Burgos, Zaragoza y Valladolid (según Idealista).

Para colmo, la Consejería de Fomento abrió en la tarde del 14 de enero la segunda convocatoria del Bono del Alquiler Joven y en menos de 24 horas se cerró al recibir más de 8.500 solicitudes. De hecho, el precio de la vivienda en alquiler en Córdoba ha alcanzado máximos históricos con una subida del 9,1% que ha experimentado el mercado en la ciudad durante el pasado 2024: el metro cuadrado está en 8,6 euros. Sin ayudas ya este año, con el precio por las nubes y la dificultad de encontrar un alquiler digno para un joven que quiere independizarse solo en el núcleo urbano de Córdoba, la odisea de buscar vivienda da para un largo capítulo de reportajes.

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