Con una crisis bajo el brazo

Varias familias con hijos recién nacidos aseguran que la situación económica les preocupa pero "sólo queda tirar para adelante" y velar porque no les falte de nada

Almudena, Jacobo, Lorena, Carlos o David son sólo algunos de los niños que han nacido, por decirlo de algún modo, con una crisis bajo el brazo en lugar de, como dice el dicho, un pan. Sus padres se enfrentan a una situación económica mundial muy distinta a la que había hace nueve meses, cuando estos bebés fueron concebidos. La preocupación ha estado patente en cada una de estas familias a lo largo de todo el embarazo; de hecho, los padres de Jacobo, Pilar López y Rafael Ramírez, decidieron un día "dejar de leer los periódicos y de ver la televisión", y es que "la angustia que nos producía no era saludable".

Ahora que su segundo hijo está en el mundo, la situación anímica ha mejorado, aunque no la económica. Esta familia, además, ha tenido que renacer de las cenizas como el Ave Fénix, ya que fueron unos de los muchos afectados por el fraude filatélico de Fórum y Afinsa. Su caso sin embargo fue más traumático, ya que además de perder "todos los ahorros de nuestra vida, también perdí mi trabajo", afirma Rafael, quien fue trabajador de Afinsa. "El shock emocional fue muy fuerte", por lo que asegura que "nosotros no estamos en crisis porque ya lo estábamos por otras circunstancias antes de que estallara este boom".

Para las familias encuestadas por este periódico, la culpa de la falta de previsión y de futuro la tienen "los medios de comunicación, el Gobierno y, sobre todo, el que no se deje de hablar de lo mismo". En su opinión, "a día de hoy realmente no tenemos ningún problema económico los que estamos fuera del sector de la construcción", asegura Ramírez. Sin embargo, Luz Marina Gómez, madre de Lorena, piensa de forma distinta, ya que su marido es comercial de una empresa de la construcción. "Estamos muy preocupados porque la crisis nos afecta directamente", pero la llegada de Lorena "ha sido un milagro", por lo que esa preocupación latente se esfuma "cuando la miramos y nos sonríe". Y es que esta joven colombiana, que lleva en España 14 años -uno de ellos en Córdoba-, "no podía tener hijos, o eso decían, por lo que después de nueve años Lorena nos ha dado una grata noticia". Ramírez apunta por otra parte que el problema viene "cuando se piensa en el futuro", ya que, como comercial con varias representaciones a sus espaldas, observa que "las empresas no compran más no porque no puedan si no porque no saben si van a continuar dentro de tres meses". Ante esta falta de previsión y de garantías de futuro, " se vive al día", lo que "provoca una sensación de inseguridad que se trasmite al ciudadano llegando incluso a colapsarte sino ponen remedio", afirma Ramírez.

Por su parte, María Jesús Morillo, madre de Almudena, asegura que cuando se decide tener un hijo "se tiene más que pensado y se hace con conocimiento de causa". A pesar de esto, "la crisis nos preocupa, porque los factores exteriores son determinantes". Además, esta madre de 42 años afirma que "las ayudas del Gobierno -refiriéndose a los 2.500 euros por maternidad- se gastan en el primer mes". Algo que "parece que ahora tarda meses en llegar, cuando antes era sólo cuestión de días", apunta Ramírez, quien sentencia que "será también por la crisis". El caso es que a estos padres sólo les queda "tirar para adelante" y velar para que no les falte de nada a aquellos que no pidieron venir al mundo y mucho menos en tiempos de crisis.

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