Economía

Coronavirus en Córdoba: Así debe prepararse el sector turístico para remontar las pérdidas

Turistas hacen cola para visitar un patio del Alcázar Viejo.

Turistas hacen cola para visitar un patio del Alcázar Viejo. / Juan Ayala

¿Qué va a pasar con el turismo? ¿Cómo saldrá el sector de la crisis del coronavirus? ¿Volverá Córdoba a tener el potencial que se ha perdido por el camino una vez pasado el chaparrón? Estas preguntas se las hacen a diario aquellas personas que, de alguna u otra forma, forman parte del sector que más dinero da a la ciudad. 

Está claro que el turismo es uno de los sectores más perjudicados por la pandemia del covid-19. Las ciudades están vacías, los hoteles están cerrados, de los aeropuertos no salen aviones y los trenes llegan a las estaciones prácticamente vacíos. En Córdoba, además, la crisis ha llegado en el peor momento: a las puertas de la temporada alta, la de primavera, con la Semana Santa y las fiestas de mayo a la cabeza y se prevé que la situación vaya mejorando cuando ya esté el verano entrando por la puerta, una época que no es precisamente buena ni para la capital ni para la provincia.

Por lo tanto, el sector tiene ahora en sus manos la labor de darle la vuelta a la situación y buscar soluciones que puedan aplicarse lo antes posible para intentar, en la medida de lo posible, sobrellevar más adelante las pérdidas que ya se están registrando.

Antonio Ramos, consultor en Adeitur y presidente de la Asociación Empresarial de Turismo de la Provincia de Córdoba (Emcotur), ha realizado un extenso análisis de cómo será el turismo que viene después del coronavirus. Ramos aporta varias claves muy interesantes que hablan, además de ese futuro turista, y sobre cómo deberán adaptarse las empresas turísticas (desde agencias de viajes hasta las que ofrecen actividades al aire libre).

El turista que viene

Ramos ha recopilado las claves de varios estudios publicados (como los de Diana Ramón Vilasarau, Xavier Canalís, Vivi Hinojosa y Oliver Wyman a través de su consultoría Arivalevent, Josh Oakes de The Sunshine Tribe o el de Antonio López de Ávila de Tourism Data Driven Solutions).

Una de las conclusiones de todo esto es que el turismo de cercanía va a incrementarse de manera exponencial. Ya existe una encuesta de YouGov que dice que el 35% de los españoles considera "probable" que el coronavirus afecte a sus viajes de verano y de este colectivo, el 11% prevé viajar sin salir de su comunidad autónoma y el 37% se movería por otras regiones de España. Otras encuestas hablan de que los europeos preferirán destinos que se demuestren que estén fuera de la pandemia y, algo que parece obvio dada la caída de la economía: los turistas gastarán menos.

También primará el conocido como slow travel, esto es, un turismo en el que el visitante va a preferir evitar las aglomeraciones. Aquí reside una de las grandes oportunidades del turismo de interior, especialmente el de aquellos municipios más pequeños que podrían ganar adeptos frente al turismo urbano.

Dentro de los destinos que podrían subir después de la crisis, se habla de los destinos ERI (Entornos Inteligentes Turísticos). Los turistas elegirán dónde ir de viaje mientras más conocimiento virtual tengan del destino en concreto, lo que puede suponer una mayor digitalización de lugares que hasta ahora no tenían ese toque smart.

Los objetivos de las empresas del sector

Mientras el turista cambiará sus preferencias tras la crisis del coronavirus, las empresas del sector también tendrán que adaptarse para atraer al máximo número de clientes posible. En su análisis, Ramos habla de la necesidad de adaptar muy bien el producto o experiencia turísticos, primando siempre la necesidad de compartirlo a través de internet.

"El diseño adecuado del producto turístico será ahora más imprescindible que nunca", apunta Ramos, que añade que ahora el turista esperará hasta el último momento para reservar, por lo que recomienda a las empresas a colgar sus productos en las conocidas como Online Travel Agencies (OTA), como Misterplan de Ruralgest, Halcón Activites de Globalia u Onalia.

De la misma forma, se habla de potenciar ese producto, incrementar su valor, antes que abaratarlo. Esto será la tónica, por ejemplo, de los touroperadores, que ahora se fijarán mucho más en aspectos como la prevención de riesgos, buena imagen de limpieza e higiene, capacidad de reacción ante circunstancias adversas, controles de seguridad o servicios sanitarios cercanos.

La situación actual

Con todo ello, el sector sí ha reconocido que la situación actual es de incertidumbre por el futuro que vendrá. Teniendo en cuenta que no hay una opinión consensuada de cuánto durará el bloqueo, se dificulta de sobremanera la planificación para los meses en los que todo haya pasado.

Según las primeras estimaciones, el inicio de esta recuperación podría empezar a partir del cuarto trimestre, quedándose en el camino más del 30% de todas las ganancias, pero volviendo a la normalidad en un par de trimestres.

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