En medio del aluvión de terribles noticias que está desencadenando el coronavirus, comienzan a llegar las primeras buenas nuevas. De momento, hasta la derrota total del covid-19, la esperanza la siembran los primeros pacientes que se marchan a casa con el alta hospitalaria para seguir su recuperación en casa, ya fuera de peligro y con buena parte de la batalla librada.

Según los datos oficiales de este viernes 3 de abril, un total de diez personas ya se han curado en la provincia de Córdoba tras padecer la enfermedad. Aún es un número pequeño, pero sin duda es el asidero al que los profesionales de la Sanidad se agarran para mantenerse firmes en su importante y frenética tarea.

El número de altas hospitalarias, que los datos oficiales ya no recogen, es bastante mayor a esa decena de curados. En muchos casos, regresar a casa no significa haber superado por completo el covid-19, pero siempre es una buena noticia porque va aparejada a una mejoría general del paciente.

Y después de semanas de sufrimiento, cada alta hospitalaria es una alegría compartida entre los profesionales de la Sanidad y los pacientes, que comparten un triunfo trabajado a partes iguales. El último ejemplo lo ofrecieron los propios sanitarios del Hospital de Montilla, que despidieron entre aplausos y visiblemente emocionados a una paciente que se marchaba a casa tras superar el virus y mejorar ostensiblemente su estado de salud.

No es para menos, porque además Montilla es uno de los municipios de Córdoba más castigados por el avance del covid-19, con al menos 36 positivos, 14 de ellos registrados en una residencia de mayores.

Por eso, cada alta y persona curada es una pequeña victoria más, de las que en los hospitales están deseando acumular para empezar a doblegar la dichosa curva y que el final de la pesadilla que ha desatado el coronavirus se vea un poco más cerca.

Donación desde Santaella

Los sanitarios del Hospital de Montilla, además, quisieron agradecer las donaciones recibidas desde Santaella, La Montiela y El Fontanar, por las que recibieron mascarillas y batas quirúrjicas elaboradas por voluntarios del municipio y sus aldeas.