María Corina

Machado es premio Nobel de la Paz porque representa la lucha democrática frente al régimen de un tirano sátrapa que, con la inteligencia justa para llevarse la cuchara a la boca, dirige una caterva de narcos corruptos, ladrones sin necesidad de guante blanco, que desvalijan al país. La cuchara de Maduro, por cierto, anda bien llena, aunque su pueblo sufra el drama de encontrar algo de proteína para el arroz.

En los últimos días, tras la recepción del Nobel por la hija de María Corina Machado, han proliferado soflamas vergonzantes que ubican a María Corina en la extrema derecha, en el manoseado fascismo, estirado como un chicle para ser cajón de sastre oportuno, en el trumpismo, o en el golpismo violento para deponer a Maduro. Cualquiera que haya tenido la curiosidad de leer algo sobre política venezolana de los últimos 20 años saldría de esos errores enseguida. Pero los loros no leen, repiten.

Machado es una demócrata. Cualquier comparación con Maduro, su ralea de perros rabiosos o su farsa revolucionaria es una aberración. He escrito antes que Maduro no es ni siquiera comparable a Chávez, que, al menos, tenía inteligencia, carisma y valentía, virtudes que arrolló después en el altar del poder y la corrupción. En una suerte de equidistancia políticamente correcta para el despropósito de aquí, se les equipara, a Maduro y a Machado, y se dice, ufanamente, ni uno ni otra. ¿A dónde carajo vamos? No es posible la equidistancia ni la equiparación entre la democracia y la tiranía.

El desgobierno de Sánchez arrastra al menos dos pecados capitales con la liberación de Venezuela (ojalá inmediata). Uno, de fondo, el apoyo, incomprensible y vergonzoso, de Zapatero al tirano, que amenaza con descargar en dos telediarios un volquete de mierda sobre el sanchismo, uno más, pero más grave y definitivo. Otro, estético, no felicitar a María Corina. Sánchez, su coro y el progresismo de salón podrán hacer lo que quieran, o lo que le manden. Los demócratas celebramos a María Corina Machado, demandamos la libertad de Venezuela y la defenestración de Maduro y su banda.