Córdoba aprueba por la mínima los indicadores europeos de salud urbana

El transporte público es la opción de movilidad principal en una ciudad para un gran número de sus habitantes. Además, con él se reducen las emisiones contaminantes y es una solución a la masificación de vehículos presente en todas las grandes urbes. Pero en Córdoba un 79,86% de los habitantes no tiene acceso a una parada de autobús en un radio de 300 metros desde su domicilio.

Así lo refleja el Estudio de Salud Urbana en 1.000 ciudades europeas, un análisis del Instituto de Salud Global de Barcelona que toma como referencia el Índice de Diseño Urbano Sostenible (IDUS). En concreto, se examinan 13 indicadores, estableciendo una puntuación para cada uno de ellos, así como una general para cada urbe.

En el citado indicador de la proximidad al transporte público, Córdoba solo es empeorada por Almería, donde el 80,59% de la población no tiene acceso a una parada de bus en un radio de 300 metros desde su domicilio. Tras ellas dos, se sitúa Jaén, con el 77,72% de sus habitantes con la misma problemática, y Sevilla, donde el 74,61% de su población también se encuentra en la misma situación.

Las infraestructuras que permiten a los habitantes de una ciudad desplazarse andando o en bicicleta de forma segura son otro de los indicadores que este estudio ha analizado. En cuanto a las oportunidades que ofrece Córdoba para moverse en bici, la ciudad obtiene una puntuación de 3,51, mientras que las oportunidades de desplazarse caminado obtienen un 5,14. Ambas calificaciones se marcan sobre diez, de acuerdo al ranking IDUS.

Aprobado sin más

En el ranking IDUS general, con alrededor de 1.000 poblaciones analizadas, Córdoba ocupa el puesto 505. Como puntuación media, la ciudad cuenta con un 5,4 sobre 10 obtenida mediante la medición de los 13 indicadores de diseño urbano saludable. Algunos de ellos son el acceso a paradas de transporte público, oportunidades de caminar, oportunidades de ir en bicicleta o acceso a espacios verdes, entre otros.

Este estudio también diferencia según su tamaño. Córdoba está en el escalón de urbes de tamaño medio (entre 200.00 y 500.000 habitantes), segmento en el que la ciudad vuelve a ocupar una posición alejada de la cabeza y se coloca en el puesto 106 de un total de 177 poblaciones, todas clasificadas según los 13 indicadores ya mencionados.

Resto de indicadores

Como señal clásica de calidad de vida en una urbe siempre se suele establecer el acceso a zonas verdes como uno de los indicadores más fiables. En Córdoba, solo el 33,2% de sus habitantes vive en una zona que cumple los valores objetivo de vegetación. Estas suelen ser espacios públicos como parques, plazas o jardines comunitarios. Además, el 40,4% de los residentes en la ciudad tienen acceso a un espacio verde de al menos 0,5 hectáreas situado a menos de 300 metros de su domicilio.

Si hay un indicador en el que Córdoba destaca por encima del resto es el que mide el fenómeno por el que las zonas urbanas experimentan unas temperaturas más altas que las áreas circundantes, especialmente durante la noche; este parámetro se denomina isla de calor urbano, donde la ciudad cuenta con la máxima puntuación, diez.

Todas las características analizadas en este estudio pueden englobarse dentro de cuatro categorías generales, como son: diseño urbano (permeabilidad, desarrollo de mediana altura, compacidad), donde la ciudad obtiene un 6,05; acceso a espacios verdes (densidad de viviendas, acceso a grandes espacios verdes, acceso universal a los espacios verdes y verdor circundante), en el que la capital de la provincia suspende con un 3,85; medioambiente (calidad del aire medida en la presencia de dióxido de nitrógeno NO2), donde Córdoba cosecha un 7,63 y por último transporte (acceso a paradas de transporte público, oportunidades de ir en bicicleta, oportunidades de caminar), en el que la ciudad de la Mezquita vuelve a no llegar al aprobado, con un 3,55.

Ranking IS Global

Ya fuera del Índice de Diseño Urbano Saludable (IDUS), el Instituto de Salud Global (IS Global) mide otras dos características cuantificables para establecer la calidad de vida de las ciudades, estas son los espacios verdes, cuya mala gestión puede incluso derivar en muertes, y la contaminación acústica. En Córdoba, el 66,80% de la población vive en zonas con menos espacios verdes de lo recomendado por la OMS.

La falta de zonas verdes está asociada a la mortalidad en situaciones de temperaturas extremadamente altas. Si se cumplieran las recomendaciones de la OMS, según el estudio de IS Global, que fija que debe haber espacios verdes de al menos 0,5 hectáreas accesibles a una distancia lineal de 300 metros desde cada domicilio, se podrían evitar hasta 66 muertes cada año.

En los datos se refleja que el problema de Córdoba, sin embargo, tiene que ver más con la distribución de las zonas verdes que con la cantidad que hay. El estudio utiliza el Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI por sus siglas en inglés), una medición usada para estimar la cantidad, calidad y desarrollo de la vegetación con base a la medición de la intensidad de la radiación que la vegetación emite o refleja. Es decir, mide cómo de verde es un área, y aquí se supera el objetivo de la OMS en ese sentido.

El índice varía para cada una de las ciudades estudiadas y la capital cordobesa se sitúa en el puesto 209 de las 866 analizadas en este segundo estudio, siendo la primera posición la que tiene los peores datos en el índice. En cuanto a la contaminación acústica, el 70,20% de la población en Córdoba está expuesta a niveles perjudiciales de contaminación acústica; en concreto, el 12% de la población está expuesta a un grado elevado de molestia por el ruido del tráfico. Estos datos muestran una calidad catalogada como baja en lo referente a la calidad acústica definida en este estudio.