Con el frío llega el primer pico de los casos de gripe, y el descenso de las temperaturas ya se ha notado en los centros de salud de la provincia. De hecho, la incidencia del virus influenza se ha triplicado en los últimos días al pasar de 60 casos por cada 100.000 habitantes a los 190 registrados la última semana de diciembre, comprendida entre el 24 y el 31 de ese mes, según reconoció a el Día el responsable del servicio de Epidemiología de la Junta de Andalucía, Antonio Varo. De hecho, durante ese periodo se contabilizaron 800 afectados por gripe, lo que supone el 16 por ciento de todos los casos registrados hasta la fecha y que suman ya más de 5.000, según explicó Varo.

Este pico, a pesar de que triplica la media registrada durante todo el mes de diciembre, es bastante inferior al de año pasado, cuando el mayor repunte de gripe se situó en los 250 casos por cada 100.000 habitantes. Según Varo, la tendencia del virus de aquí en adelante es que "vaya a menos", pues en la actualidad la incidencia ha pasado de 190 a 100 casos "e irá bajando en las próximas semanas". No obstante, enero ha sido tradicionalmente un mes en el que se concentran muchos casos de gripe, debido a las bajas temperaturas. A partir de febrero, el influenza irá perdiendo aún más fuerza hasta que deje de ser uno de los principales motivos de consulta al médico de cabecera.

La mitad de los afectados por el virus son menores de 14 años que no se han vacunado contra la gripe, mientras que el resto tiene entre 15 y 64 años y tampoco recibieron el tratamiento de inmunoterapia. Ante la llegada del frío, la Consejería de Salud activó su Plan de Alta Frecuentación en Urgencias, una iniciativa que incluye una serie de medidas como la distribución de los recursos asistenciales según el número de ingresos y el volumen de atención domiciliaria. Otras de las cuestiones que se incluyen en este programa son la creación de comisiones de seguimiento y coordinación entre todos los centros sanitarios. Además, para minimizar los efectos de uno de los virus más temidos del invierno, la Delegación de Salud distribuyó entre octubre y noviembre 160.000 dosis de vacunas entre la población cordobesa considerada de riesgo, como mayores de 65 años y enfermos crónicos.