Calzados Salvador: la experiencia del comercio local

Comercios con historia

Esta firma familiar acaba de cumplir medio siglo de vida desde que Salvador Luque abriera su primera tienda

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Rafa Luque en Calzados Salvador
Rafa Luque en Calzados Salvador / Juan Ayala

Córdoba/La primera tienda de Calzados Salvador nació en el mes de marzo del año 1974, lo que supone que en 2024 la firma sumó 50 años de historia, medio siglo transcurrido en el sector del comercio local. Dicho negocio fue fundado por Salvador Luque Esmeralda, que antes de ello era dependiente de Calzados Rivas, un establecimiento muy conocido que tenía varias tiendas en el centro de Córdoba. Cuando abandonó este empleo, fundó esa primera tienda por cuenta propia en la calle Claudio Marcelo, posteriormente abrió una segunda tienda en Cruz Conde, frente a Correos. Luego, llegó el turno de la tercera, también en la que en la céntrica vía, aunque en el número 2.

Fachada de Calzados Salvador
Fachada de Calzados Salvador / Juan Ayala

Aunque esto no quedó aquí. Años después abrió las puertas uno de los establecimientos más amplios puestos en marcha por esta firma, en la misma calle que la anterior, pero en el número 17. También, en el año 1988 se inauguró otra tienda más en Ronda de Tejares; y la última lo hizo en La Viñuela, sobre 1997 o 1998. Ahora, en 2025, Calzados Salvador cuenta con tres establecimientos en la ciudad de Córdoba. Uno en Ronda de Tejares y dos en Cruz Conde.

Al mando de este negocio se encuentran los hermanos Luque, cuñados, primos hermanos y un empleado que, como dicen, forma parte de la familia, ya que lleva desde muy joven trabajando con ellos. Los cambios informáticos también llegaron a este comercio local, cuando sobre el 2000 informatizaron el negocio, pusieron tickets impresos y comenzaron a introducir la informática en dichas tiendas.

Rafa Luque, hijo del fundador y regente de Cruz Conde, 2, comenta que nació entre los bastidores de este comercio, aunque empezó a estudiar otras materias. Recuerda que cuando era joven acudía al lugar a ayudar a su progenitor. El comerciante echa la vista atrás y recuerda que “los sábados había que estar a las ocho de la mañana en las tiendas, preparándolas, poniendo a punto el escaparate, los almacenes. Era de locura, sobre todo en el periodo de rebajas. Ahora, las ventas son más tranquilas, pero antes no había tantos centros comerciales. Había muchas zapaterías. Lo que pasaba era que la gente de provincia venía a Córdoba a comprar”.

“Nosotros siempre nos hemos dedicado a calzado cómodo para vestir, de ceremonia, para madrinas, a zapato de ancho especial. Ahora las modas han cambiado. Antes se llevaba más zapato de vestir, ahora se demanda más el calzado cómodo”, añade.

Rafa Luque en Calzados Salvador
Rafa Luque en Calzados Salvador / Juan Ayala

Para Luque, la época buena para el negocio local se focaliza en “abril, mayo, en la Semana Santa, fechas en las que viene mucho turismo, en la que viene gente de fuera a la que le gusta comprar en las tiendas y que le atiendas; eso se ha perdido mucho”.

El comerciante pone el foco en que los protocolos de atención al cliente de toda la vida están desapareciendo. Y así, narra una anécdota con una de sus clientas en la que le agradecía la atención y el asesoramiento que le prestó durante su tiempo de compra en la tienda.“Aquí ayudamos, comercio familiar, hablamos con el público y lo aconsejamos”, mantiene. Mayormente, cuenta, a este comercio de calzado se dirigen personas desde unos 40 años, “que busca un calzado bueno de calidad. Abarcamos mucho, pero nuestra línea está enfocada a la gente de 40 en adelante”.

Respecto a la pérdida del comercio local y al auge de nuevos formatos, explica que “nosotros somos la segunda generación, todos se fueron con sus fiestas de despedida por la jubilación. Se están perdiendo los negocios familiares de padres a hijos. Tiendas antiguas quedamos poquitas”. Y sobre el relevo generacional, la respuesta es un tanto negativa:“Nosotros, en principio, no vamos a seguir, porque mis sobrinos están trabajando fuera, porque el comercio ya no es lo que era, por mucho que vendas y reduzcas gastos, pero no dan lo que daban antiguamente”.

En años anteriores, tener un comercio familiar se recibía de otro modo, además de que se necesitaban más manos para llevar a cabo las tareas diarias, porque "no paraba el público”. Como explica, las tiendas vendían mucho más, lo que provocaba que los regentes estuvieran todo el día comprando; actualmente solo tienen dos temporadas, antes más. En años pasados tenían la costumbre de pedir zapatos continuamente. Ahora los paquetes entran a partir de marzo y abril, y luego, en septiembre u octubre. “Ya no tenemos las ventas de antes”, apunta.

Sobre el futuro del comercio local, Rafa Luque es de los que piensa que “las tiendas locales se van a quedar de escaparate para las tiendas grandes. Hoy en día, la gente ve, algunos entran y compran, otros solo lo ven y lo compran en casa por internet”.

Este comercio no ha querido sumarse a la venta online “porque no queremos perder esto, el trato con el público. Yo veo que los grandes locales los tienen los grandes comercios, venden mucho, pero sirven de escaparate para que entren en sus páginas. Los negocios familiares lo tienen complicado”.

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