Cajasur: la caja cordobesa que no superó la crisis inmobiliaria
Economía
Nacida en 1995, CajaSur ha ostentado el dominio del sector bancario en Córdoba durante largos años
Cajasur desaparece al culminar el proceso de integración con Kutxabank

Cajasur desaparecerá de las calles de Córdoba (y otras provincias) a partir del año próximo después de tres décadas de intensa historia, en las que la caja lo fue todo en Córdoba y acabó siendo fagocitada por la crisis inmobiliaria y financiera tras una serie de fallidas inversiones en el ladrillo. En el año 2010, Cajasur pasó a ser propiedad de entidades financieras vascas, en primer lugar BBK y posteriormente Kutxabank, el banco resultante de la fusión de las tres cajas de ahorros del País Vasco. Y este lunes, 15 años después, el grupo bancario anuncia que culminará el proceso de integración de la que fuera la caja cordobesa, un símbolo para la ciudad que dejará de tener entidad propia, desaparecerá como antes lo hiciera el logotipo de la paloma que permanece en el imaginario colectivo ligado a la caja.
CajaSur, con su S mayúscula, nació en 1995 de la fusión del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba y la Caja Provincial de Ahorros de Córdoba. Su origen se remonta mucho más atrás, a 1864, cuando el Cabildo Catedralicio de Córdoba creó el Monte de Piedad, manteniendo su control la Iglesia (en el consejo de administración figuraban también representantes políticos y de los impositores) hasta la compra por parte de BBK. En el caso de la Caja de Ahorros Provincial de Córdoba, esta fue fundada en 1953 por parte de la Diputación Provincial.
De la unión de esas dos entidades nació una caja que tendría una fuerte implantación en Córdoba, tanto en la capital como en la provincia, como también en Jaén. Su elevado número de oficinas era su fortaleza; más adelante, ese número y una plantilla sobredimensionada serían señaladas como una de sus debilidades y tendría que someterse a una fuerte reestructuración en el marco de la reordenación del sector bancario.
En el final del siglo pasado y principios del actual, CajaSur desplegó una intensa actividad, vinculada en buena medida al sector inmobiliario. Al frente de ella estaba Miguel Castillejo, presidente desde los 70 del antiguo Monte de Piedad y controvertida figura que acabó dejando la caja en 2005, unos años antes del estallido de la burbuja inmobiliaria que dejó a Cajasur en una situación económica extremadamente compleja, con casi 600 millones de pérdidas en 2009 y 1.100 en 2010 (ya intervenida).
Eran los años de reestructuración financiera obligada por la crisis económica, en los que salieron a la luz todas las debilidades y defectos del sistema bancario español y, en especial, los excesos de las cajas de ahorro. Tanto el Banco de España como la Junta de Andalucía instaron a CajaSur a fusionarse con otra caja de ahorros. Unicaja intentó llevar adelante el proceso de fusión, en lo que habría supuesto crear una gran entidad andaluza (un antiguo sueño de la Junta nunca alcanzado), pero la entidad rechazó esa fusión en el último momento y fue intervenida por el Banco de España en mayo de 2010.
Ahí empezaría la nueva etapa de CajaSur, ya como entidad instrumental integrada en BBK. Primero como BBK Bank CajaSur y posteriormente, ya integrada en Grupo Kutxabank, como CajaSur Banco. En 2017, desaparecerían la paloma y la S mayúscula de la marca, para pasar a ser simplemente Cajasur y lucir una K en referencia a su matriz. A partir del próximo año (aunque desde el Grupo no se ha fijado aún una fecha concreta), desaparecerá también ese nombre para cerrar un capítulo en la historia bancaria de Córdoba.
También te puede interesar
Lo último
Contenido patrocinado
La oferta académica del centro especializado en FP se alinea con los sectores más demandados y con mayor empleabilidad