Los bomberos de Córdoba han decidido sacar el hacha de guerra. Después de meses de "promesas incumplidas", ven cómo la situación no mejora. "Los parques son una ruina, la plantilla es insuficiente y encima nos han dado un recorte a la nómina", resume en pocas palabras un trabajador del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS), cuya plantilla ha protagonizado este Viernes de Dolores un acto de protesta en la plaza de Capuchinos.

La movilización, que ha transcurrido totalmente en silencio para "no molestar" a los cientos de devotos que aguardaban su turno para reencontrarse con la Virgen de los Dolores, ha coincidido con la visita del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, que se ha paseado por el entorno en compañía del alcalde, José María Bellido, blanco de las críticas.

"La situación es ya insostenible, y el recorte de la última nómina ha sido la gota que ha colmado el vaso", dice un bombero, que explica que los complementos han sufrido un tijeretazo. Insisten, no obstante, en que las quejas no se refieren solo a cuestiones monetarias.

Cartel de "Se vende parque en ruina".

A las puertas del parque central de bomberos, en la avenida de los Custodios, han colgado un cartel en el que avisan: "Se vende parque en ruina". Porque, subrayan, las condiciones de las instalaciones dejan mucho que desear desde hace años. Y las inversiones, advierten, no llegan pese a las promesas políticas. También es "irrisoria", señalan, la partida presupuestaria para formación.

Las movilizaciones, acordadas tras una asamblea, continuarán en los próximos días. Por lo pronto, tanto los funcionarios a título particular como los sindicatos están sellando numerosas quejas por registro de entrada en el Ayuntamiento "para que quede constancia del malestar que existe". Aseguran, eso sí, que el servicio no se verá perjudicado por estas protestas y que, como hasta ahora, continuarán al servicio de los ciudadanos.