La Asociación Cordobesa de Hostelería y Turismo (Hostecor) confía en volver en 2022 a cifras prepandémicas, según destaca su presidente, Francisco de la Torre, quien espera que a partir del segundo trimestre de año la recuperación del sector sea una realidad.

Sobre el año que ha finalizado, De la Torre destaca que el primer semestre "fue quizás el peor" para el sector, mientras que en el segundo semestre "septiembre, octubre y noviembre fueron meses muy buenos, tuvimos prácticamente números de 2019, prepandémicos".

El presidente de Hostecor insiste en que con esa recuperación durante el otoño "nos las prometíamos todos muy felices, hasta que la sexta ola vino a darnos con un canto en los dientes y a devolvernos a la cruda realidad de que seguimos todavía en pandemia". De la Torre puntualiza que la sexta ola ha supuesto unas navidades bastante malas para los hosteleros de Córdoba, fechas en las que se han cancelado muchas comidas de empresa por la incidencia del covid y en la que mucha menos gente de la esperada ha acudido a bares y restaurantes. El presidente de Hostecor cifra hasta en un 60% la caída en las ventas de bares y restaurantes con respecto a las navidades de 2019 "e incluso un  20% menos" con respecto a las de 2020.

No obstante, a pesar de la amenaza del covid, Hostecor baraja buenas previsiones en 2022 para el sector. "Es cierto que en la sexta ola se ha contagiado muchísima gente, pero según lo que se están hablando los técnicos y los sanitarios parece que de pandemia estamos pasando a endemia; esperamos, y todos deseamos que sea así, que el covid se convierta en otro virus más como puede ser la gripe, en el que todos los años hay un pico y a lo mejor hay que vacunarse, pero nosotros sinceramente esperamos que todo vuelva a la normalidad", sostiene. Esa normalidad la esperan para el segundo trimestre del año. "La esperamos para abril, mayo y junio, meses que para nosotros y para Córdoba son muy importantes, desde la Semana Santa a los Patios y la Feria, citas que esperemos que podamos vivir con absoluta normalidad. Entendemos que si nos fijamos en los buenos resultados de los pasados septiembre, octubre y noviembre, creemos que 2022 va a ser un buen año para nosotros, en el sentido de que volveremos a números de 2019, y en el que prácticamente no nos acordaremos de lo que hemos pasado", defiende.

Desde Hostecor no temen que la variante ómicron y las altas cifras de contagio de coronavirus que se están dando vayan a condenar al sector hostelero de nuevo a severas restricciones en 2022. "Sinceramente no lo creemos porque si nos remontamos a 2018 ó 2019, fueron años en los que la Atención Primaria siempre estaba colapsada por la gripe. Es verdad que la Atención Primaria está pasando una época de sobresaturación por el covid, pero confiemos en que, con la responsabilidad de todos, para finales de enero el pico la curva ya se haya torcido hacia abajo y empecemos ya a estar en normalidad", apunta.

No obstante, la pandemia no está afectando a todo el sector por igual. La falta de turismo internacional, tal y como sostiene, ha traído consigo que "los compañeros del Casco Histórico sigan todavía después de dos años sin tener una normalidad absoluta". "El turismo nacional y el turismo de cercanía regional se han portado bastante bien; Córdoba es un referente turístico tanto gastronómico como cultural, eso está haciendo que cuando se abren las puertas lo más mínimo y, así lo hemos visto en los recientes puentes, en las fiestas anteriores a la Navidad, Córdoba se llena. Esto quiere decir que si evidentemente encima tuviéramos el turismo internacional abierto nos iría a todos muchísimo mejor", añade.

En este contexto, Hostecor echa en falta una política de promoción. "Estamos viviendo de la inercia, una cosa que es un error absoluto para el sector y para Córdoba. Somos referente gastronómico y cultural, pero promoción no se está haciendo ninguna, por lo tanto eso al final, cuando se abran las fronteras, cuando todas las provincias estemos en la misma competición, nos pasará factura y nos acordaremos de estos dos años que hemos estado sin hacer nada, viviendo de la inercia. Esto nos costará caro, seguro", defiende.