Luisa María García. presidenta de la asociación cordobesa de artesanos (ACA)

"Los artesanos somos para los políticos algo que usan sólo cuando les interesa"

  • Lleva como voz que clama en el desierto demandando reiteradamente un espacio expositivo permanente en la ciudad y un mercado que impulse a un sector "olvidado por la Administración"

Luisa María García muestra una de sus piezas de cerámica en su taller de Maese Luis, 22.

Luisa María García muestra una de sus piezas de cerámica en su taller de Maese Luis, 22. / reportaje gráfico: juan ayala

Luisa María García lleva el arte en las venas, un arte que plasma en cada una de las piezas que crea en su taller de cerámica, al que bautizó como Raku -por esa técnica tradicional oriental del mismo nombre, tan personal, en su caso, que aplica a su obra-, un taller que está ubicado en uno de los patios más señeros de Córdoba, el de Maese Luis, 22. Allí, la vida de Luisa María es un constante modelar -algo en lo que es una experta desde principios de los años 80 del pasado siglo-, un constante modelar de una artista a quien en noviembre de 2012 la Consejería de Turismo y Comercio nombró maestra artesana. Luisa María es la presidenta de la Asociación Cordobesa de Artesanos (ACA).

-¿Es difícil ser artesano en estos tiempos que corren?

-Sí, es bastante complicado. Tenemos mucha competencia por parte de la pseudoartesanía y creo que una de las dificultades más grandes que tenemos en este sentido es lo poco educado que está el público para reconocer lo que realmente es artesanía.

-¿Y cómo se educa a la gente para que sepa diferenciar lo que es un producto artesano de un producto industrial?

-Creo que esa educación debe empezar desde los padres y la escuela. Desde que los niños son pequeños hay que enseñarles lo que es la artesanía, igual que se les enseña otras ramas del arte.

-La participación artesanal en el festival Ríomundi ha sido un escaparate para ustedes. Durante la presentación de esa participación artesanal, usted volvió a pedir que se les facilite un espacio expositivo permanente en la ciudad. ¿Cuántas veces van ya sin que se sientan escuchados?

-Bueno, soy consciente de que la Administración y los políticos tienen muchas cosas entre manos, pero no creo que tantísimas como para nunca poder atender las demandas de los artesanos, que además suelen ser demandas que no conllevan mucho soporte económico. Nuestra asociación trabaja en varias líneas y, una de ellas si es un mercado permanente en Córdoba de artesanía, una artesanía de calidad bajo la supervisión de personas que entienden de la materia y en el que estarían artesanos de Córdoba y provincia que pertenezcan o no a la asociación, porque nosotros no trabajamos sólo por nuestros socios. También llevamos reclamando tener presencia en el Centro de Recepción de Visitantes (CRV), un centro que es el primer sopetón con el que se encuentra el visitante cuando llega a Córdoba. Creemos que es necesario que las cuatro zonas declaradas de interés artesanal -la de Córdoba capital y las tres que hay en la provincia- estén allí presentes. No reclamamos un espacio para vender, lo quiero dejar muy claro, reclamamos un espacio donde aparezcan físicamente las cuatro zonas, que sean visibles, que haya una información para el visitante que le empuje a ir a visitar esas cuatro zonas.

-¿Se sienten más comprendidos en sus trabajos por los turistas que por los propios cordobeses?

-Sí, es indudable que la artesanía fuera de nuestro país en general es mucho más apreciada. Yo no sé si será porque ellos han visto el declive, la caída de sus propias artesanías, que las han realzado y les han colocado la categoría de arte. Para ellos, las personas que hacen artesanía en sus países están consideradas como artistas y, sin embargo, en España el artesano es sólo alguien que realiza oficios, que se están perdiendo mientras nadie hace nada para remediarlo.

-¿Se pierden quizás porque antes la gente era más propensa a dedicarse a la artesanía como necesidad tuviera o no vocación y ahora no le ven futuro al sector?

-Bueno, hay artesanos que han heredado la vocación y el negocio de su familia; hay otros, otra rama de artesanos que surgieron en los años 70 y 80 del pasado siglo, años en los que hubo un resurgimiento de la artesanía. Entonces mucha gente aprendió el oficio, algunos de ellos de forma autodidacta y otros sintieron la inquietud de ir a las escuelas de artes y oficios para ello, pero sigo diciendo que se trata de un tema educativo y de la manera de ver a la artesanía. ¿Por qué en otros países al artesano se les considera artista y en España no?

-¿Es fundamental para el artesano la diferenciación a la hora de sobrevivir en el oficio? ¿Es fundamental a la hora de vender el producto artesano?

-Para nosotros, si sirve o no sirve la diferenciación es algo que nos da un poco igual entre comillas. Nosotros somos creadores y como creadores, nuestra idea va metida, reflejada, en la pieza que creamos. Si es cierto que para sobrevivir tienes que crear una serie de productos que se adapte al cliente más que a tus gustos, sí, pero siempre dentro de tus cánones y de tus ideas. Creo que el artesano debe trabajar por lo que quiere, por su linea de trabajo, si no es así perderá su esencia.

-¿Qué radiografía hace de la artesanía en Córdoba tras estos tiempos que han sido tan convulsos económicamente?

-Pues le diría que me ha sorprendido cómo hemos sobrevivido a la crisis con nuestras apreturas todos los artesanos que conozco. Yo creo que eso también dice algo de nuestro producto y de lo que vendemos. Claro que la competitividad entre nosotros es muy escasa, cada vez quedamos menos artesanos y cada vez hay menos competencia en el artículo que hace cada uno. Además, somos como muy especializados, cada uno hace un tipo de trabajo. Y eso, insisto, nos ha permitido sobrevivir a esta crisis tan mala.

-¿Existe unión en el sector?

-Es muy complicado, somos un sector muy complicado. El artesano se mete en su taller y ahí se pierde en su mundo y no quiere saber nada más. Sin embargo, somos un sector en el que si no estamos unidos es muy difícil que te hagan caso cuando llamas a las puertas, por ejemplo, de la Administración. Mis compañeros de ACA y yo creemos en el asociacionismo y en que el sector debe estar más unido. Es supernecesario que tengamos una federación andaluza, que desapareció. Entonces sí que seriamos fuertes.

-¿Se han visto respaldados por la Administración en estos tiempos de crisis?

-Desde que perdimos la federación, por nuestra mala cabeza, digámoslo así, desde las administraciones nos han ninguneado. Sí, la Administración hace algunas cosas porque no le queda otro remedio. Hay unos planes estratégicos para la artesanía y hay que cumplirlos, pero que reunión tras reunión reclamemos lo de siempre ya cansa y sientes impotencia y dices ¿pero no se enteraron ya de que esto es ya un tema de hace años?

-O sea, que no se sienten escuchados, que lo de la artesanía con la Administración es como voz que clama en el desierto.

-Mire, le voy a poner un ejemplo. Nuestra asociación presentó un proyecto para poner un mercado de la artesanía en el casco histórico, pero por lo visto por temas de la Unesco no se puede hacer, por la normativa que hay respecto a los cascos declarados patrimonio, pero se puede poner allí o en otro sitio. Es que somos una parte de la cultura de la ciudad, entonces creo que es necesario. Si es que es un aliciente más para el visitante. Será por deformación profesional, pero conozco a muchos amigos que cuando planifican un viaje una de las cosas que consultan por internet son los mercados de artesanía que hay en esas ciudades que van a ir a visitar. Insisto, es un aliciente más y una manera más de mostrar nuestra cultura. La cultura no sólo está en la Mezquita o en Medina Azahara. Nosotros, como dije el otro día, llevamos el aprendizaje de tantas civilizaciones que se han asentado aquí en nuestras maneras de trabajar que inevitablemente somos cultura, nuestras piezas lo son.

-Ha hablado de que han superado la crisis más bien que mal, pero ¿qué salud tiene la artesanía en Córdoba si ese apoyo de la Administración continúa como dice que está?

--La artesanía por nuestros propios talleres tiene muy buena salud. Tengo compañeros que trabajan excepcionalmente. En el Zoco Municipal, por ejemplo, hay grandes artesanos y caminando por la ciudad también se ven. Nuestro problema a superar es el desvincularnos, visualizarnos respecto a ese maremagno que hay de souvenirs. Y luego, cuestiones puntuales, como lo que he comentado antes del CRV, un mercado permanente de artesanía, un mercado navideño de artesanía, cuestiones permanentes y económicamente muy fáciles de resolver que venimos demandando. Con ellas gozaríamos de mejor salud. Lo que ocurre es que para los políticos somos como algo recurrente, cuando les interesan dicen "vamos a adornar algo con los artesanos, venga los artesanos", somos como un adornito, somos como un jarroncito que se saca y se coloca cuando les interesa y cuando no, pues ya no les servimos.

-En esa tesitura, ¿qué piensa cuando ve ferias de la cerámica como la de La Rambla con 88 años ya de historia?

-Es que ellos están totalmente apoyados por su Ayuntamiento. Esa feria puede llevarse a cabo por eso. Porque ellos tienen la misma problemática que nosotros, trabajan en talleres, el taller les absorbe todo su tiempo y en el taller eres todo, el limpiador, el administrativo... y ellos tienen una asociación también, pero el apoyo de su Ayuntamiento es brutal. Nuestro Ayuntamiento no nos escucha y creo que tenemos el mismo peso en Córdoba que el resto de artesanos en sus municipios.

-Y el zoco municipal, ¿juega el papel para la artesanía que a ustedes les gustaría que jugara?

-No, en absoluto. El zoco cada vez está más deteriorado. Hay cuatro talleres que ahora mismo están cerrados. Llevamos reclamando a distintas corporaciones municipales el arreglo del recinto, a ver cómo se gestiona, si luego quieren que lo gestionemos nosotros o si prefieren llevar ellos la gestión, pero que se gestione. Creo que es necesario tener allí un punto de información artesanal, hacer más actividades artesanas, que fuera un centro de artesanía, en definitiva, y no hay manera, nos van dando capotazos a todo y yo no entiendo como ocurre esto en una ciudad en la que hay tanto paro. Parece poco que haya cuatro talleres cerrados en el zoco, pero eso significa cuatro familias que podrían vivir bien si se acabaran ocupando; para que eso ocurra hay que tomar medidas.

-¿Cómo se le presenta a la artesanía el relevo generacional?

-Ese es uno de los problemas que tenemos. El relevo generacional, por ejemplo, en nuestra asociación está prácticamente perdido. Los hijos de casi todos nuestros artesanos no se están dedicando a a los talleres y la gente que está en las escuelas de artes y oficios creo que cuando terminan empieza como un desencanto en el que no ven posibilidades, pero sin embargo se da la paradoja de que nosotros nos jubilaremos y nuestros talleres se cerrarán, con lo cual podríamos tener a gente como aprendices de las escuelas de artes y oficios que heredaran esos talleres, pero para eso tenemos que tener un respaldo de la Administración, más ayudas para la contratación igual que se hace en otros sectores. Somos uno de los sectores de los que la Constitución habla de que necesitamos una protección especial como la pesca y la agricultura. No se hace y perderemos una riqueza increíble.

-La veo muy guerrera con las administraciones

-Es que creo que nos ningunean porque somos un sector minoritario. Pero bueno, Córdoba y su provincia tiene el mayor número de artesanos censados en Andalucía. Si consideramos que Andalucía es la comunidad autónoma con más artesanos censados, Córdoba es la provincia de toda España con más artesanos censados. Creo que podemos ser pocos respecto a otros sectores, como la hostelería pero hombre, es para que se lo piensen.

-Pero la Administración ha diseñado planes estratégicos para el sector

-Generalmente esos planes estratégicos sirven mientras se están implantando y luego... la experiencia es que no sirven para nada. Creo que estamos en el segundo plan estratégico de la artesanía y no ha servido para mucho.

-¿Cree imprescindible potenciar la FP para ese relevo generacional como han defendido desde la Junta?

-Bueno, estaría bien, y que las escuelas de artes y oficios tomen otra dirección. Un niño querrá ser artesano cuando vea que los artesanos viven cómodamente y que tienen un reconocimiento social.

-¿Y cuánto de cómodo vive un artesano en la actualidad?

-Pues, si trabajas mucho, mucho, mucho puedes conseguir vivir medianamente bien.

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