La arquitectura del siglo XX

La sede de la Cámara es distinguida como referente del patrimonio del siglo pasadol valor El Colegio de Arquitectos destaca que es un edificio "único" que se concibió como un proyecto integral de arquitectura, escultura y mobiliario. Fue obra de De La-Hoz y García de Paredes.

La actual sede de la Cámara de Comercio, situada en la calle Pérez de Castro, fue diseñada por Rafael de la Hoz y José María García de Paredes entre los años 1950 y 1954. En su construcción contó con la colaboración de diversos artistas como Miguel del Moral o Jorge Oteiza creador, entre otras obras, del escudo de bronce de la fachada. Quizá cuando se inauguró este edificio, en el año 1955, ya sabían que pasaría a la historia como uno de los referentes de la arquitectura española del siglo XX. Por su singularidad y su diseño la Fundación Docomomo Ibérico -que tiene como objetivo la divulgación y estudio del patrimonio del siglo pasado- ha otorgado una placa distintiva a la sede como uno de los edificios representativos de la arquitectura del siglo XX. El presidente del órgano cameral, Ignacio Fernández de Mesa, y el decano del Colegio de Arquitectos de Córdoba, Felipe Romero, fueron los encargados de colocar el distintivo que lo califica como "paradigma" del movimiento modernista.

Fernández de Mesa aseguró que la sede es "un edificio emblemático" para la ciudad y que hasta allí se acercan continuamente turistas interesados en visitarlo. "Aquí hay auténticas obras de arte", apuntó Fernández de Mesa en relación no sólo a la estructura sino también a todo el mobiliario del edificio, como algunas de las esculturas de Oteiza. Además destacó que este "es una obra única por elementos como su mostrador y su escalera de caracol y para nosotros es un honor recibir esta placa que reconoce la belleza y peculiaridad de este edificio".

Romero, por su parte, reivindicó el valor de esta arquitectura, que es la gran olvidada por ser más reciente. "Estamos acostumbrados a visitar monumentos históricos y clásicos, pero el patrimonio del siglo XX también tiene mucho valor", apostilló. "No hay ningún edificio como éste", resaltó el decano de Colegio de Arquitectos en relación a la obra de De La-Hoz y García Paredes, de la que destacó "su focalidad" y "la limpieza" de su estructura. Además de esos elementos destacó que "tiene un valor añadido porque se concibió como un proyecto integral de arquitectura, escultura y mobiliario".

La iniciativa impulsada por Docomomo pretende ser una llamada de atención a todo este patrimonio del siglo pasado que "requiere una especial atención porque es muy frágil". Los nuevos edificios modernos que es empezaron a construir a partir de 1925 en España y Portugal, aseguran desde Docomomo "no sólo experimentaron nuevos programar y formas, sino que lo hicieron con nuevos materiales y tecnologías, poco ensayados hasta entonces". Para adaptarlos a las normativas actuales en algunos casos se ha sufrido una merma de su valor y, otro punto que juega en contra, es que no se reconoce su importancia por tratarse de un patrimonio "abundante y reciente".

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