Alfonso García, único comerciante del Mercado de Huerta de la Reina: "Esta pescadería es mi vida y no pienso moverme de aquí"

El Mercado Municipal de Huerta de la Reina ha conocido tiempos mejores. Todo parece venir torcido para uno de los lugares de los que la ciudad debería presumir como centro del comercio local y de proximidad, tan necesitado como denostado. "Mi negocio es mi vida y no soy persona de venirme abajo, pero miro a mi alrededor y me veo solo. Y las obras han sido la puntilla", comenta a este periódico Alfonso García, que a sus 59 años mantiene su pescadería como único comercio abierto en el mercado. A la situación de auténtica supervivencia, muy ligada a los nuevos hábitos de consumo, se le ha sumado, desde hace tres meses, las obras de la calle Luis Ponce de León, que complican sobremanera el acceso al mercado.

"Llevo 30 años en este mercado. Empecé a los 18 con mis padres en el edificio antiguo, para luego subirnos aquí y quedarme yo con la pescadería", indica Alfonso, que es natural de Santander. Aunque sus padres sí son cordobeses, a él le tocó nacer a orillas del Cantábrico, pero tras cumplir la mayoría de edad llegaron a Córdoba y, desde entonces, ha estado luchando por mantener una de las señas de identidad del barrio de Huerta de la Reina.

"Cuando empezamos aquí estaban todos los puestos abiertos, los doce. Algunos se han ido jubilando, han caído enfermos o lo han tenido que dejar porque no les salía a cuenta a raíz del inicio de las obras. Los dos últimos en irse han sido el frutero y el carnicero, que ya tenían una situación complicada, pero las obras han terminado de hundirlos", explica Alfonso.

Un supermercado no tiene dinero para pagarme. El próximo febrero hago 60 años y no pienso moverme de aquí"

Otros compañeros cerraron por una oferta de empleo con mejores condiciones económicas, pero Alfonso piensa que "un supermercado no tiene dinero para pagarme. El próximo febrero hago 60 años y no pienso moverme de aquí", sentencia con la sonrisa que nunca se le desprende de la cara, haciendo gala de la dureza del carácter propio del norte que todavía queda en un corazón ya cordobés.

Los vecinos que todavía pueden sortear los obstáculos físicos para acceder al mercado no abandonan a Alfonso: "Me conocen desde que era un nene y que vengan solo para verme a mí, tal y como está la calle, hace que se me ponga los pelos de punta. Ahora no entra casi nadie, pero a los que se acercan hasta aquí y lo necesitan los ayudo a entrar o a salir con las bolsas".

"Para mí es un orgullo mantener abierto el mercado. Si no fuera por mí, estaría cerrado seguro. Pero parece que al Ayuntamiento le da igual si se acaba cerrando", lamenta. Las obras de la calle Luis Ponce de León, donde se sitúa el edificio, empezaron hace unos tres meses y lo hicieron sin una visita previa explicativa, en este caso a la pescadería de Alfonso, por parte de la corporación municipal. "No ha venido nadie del Ayuntamiento a decirnos nada en estos tres meses. Yo entiendo como son las obras, se sabe el día que empiezan, pero no el que acaban, pero es que no han mostrado ningún tipo de interés. Luego, cuando terminen, si duran tres o cuatro meses más de lo previsto y tienen que cerrar los negocios, pues que cierren. No sé si le dará igual o no", añade.

Unas obras letales

Tras los inicios de los trabajos en la calzada y acerado, Alfonso ha perdido a la mayoría de sus clientes. "Ojalá fuera una exageración pero es la realidad. Antes de las obras venía mucha gente con el coche, lo dejaban en la puerta, compraban y se iban. Ahora me dicen que sin esa posibilidad no pueden venir. Pero no les culpo, porque yo si tuviera que venir a comprar aquí en estas condiciones casi seguro que no vendría", subraya. Por esto, también cree que una zona de aparcamiento alternativa hubiera sido una posible solución.

En esta situación, para Alfonso García es inviable incluso disfrutar de unos días de vacaciones porque sin él el mercado se quedaría totalmente cerrado: "Si los vecinos ven el mercado cerrado, aunque sea por vacaciones, creerán que se ha cerrado definitivamente. Me tengo que aguantar con los fines de semana o algún puente", lamenta. Además, se niega a abandonar a unos clientes para los que supone "un apaño o un avío".

El PSOE ha denunciado la situación vivida por los comercios de la calle Luis Ponce de León con motivo de las obras realizadas en ella, donde solo quedan cinco comercios abiertos de los que el Mercado Municipal se ha llevado la peor parte. La edil Carmen González ha reclamado la "puesta en marcha inmediata de una línea de ayudas económicas dirigida a los autónomos y pequeños comercios afectados". Tal y como se hizo en una situación similar para los establecimientos de la Carretera de Trassierra, logrando que el Imdeec activara una línea de ayudas específica que benefició a más de 40 negocios con una inversión superior a 150.000 euros.

Por ahora, el futuro (al margen de las obras) del Mercado Municipal de Huerta de la Reina está abocado al cierre en el momento en que Alfonso García se jubile, pese a que la mayoría de puestos están listos para ser usados en cualquier momento. "Apenas se pagan 50 euros por el uso, yo pago algo más porque tengo acceso a ambos pasillos", explica el pescadero, que tampoco ve relevo en una nueva generación: "Si nos jubilamos los que estamos y no viene nadie detrás, el futuro es muy complicado y este tipo de cosas lo complica aún más".