El antiguo Mercado del Alcázar es ya un centro ciudadano para uso vecinal. "El centro estará operativo en este primer trimestre del año", ha sentenciado el alcalde de la ciudad, José María Bellido. Las obras las ha ejecutado la empresa Serrot con un presupuesto de unos 600.000 euros, unas actuaciones que se han desarrollado durante seis meses, tal y como ha detallado el presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), Miguel Ángel Torrico. El presidente de la GMU ha insistido en que "este antiguo mercado se encontraba en un estado bastante deteriorado y después de conversaciones, fundamentalmente, con los vecinos del barrio, también con mucha población mayor, el Ayuntamiento decidió en el mandato anterior acometer la obra de remodelación".

El edificio cuenta con un salón de usos múltiples, con distintos talleres de actividades, una sala para mayores, un estudio de edición gráfica y audiovisual, almacenes de material y diversas dependencias más funcionales. En total, la superficie útil que se ha recuperado es de 356 metros cuadrados y el total construido, de 383 metros cuadrados.

El alcalde ha destacado que este equipamiento se incorpora a la red de centros para atender las demandas de vecinos de la Judería, Alcázar Viejo y Vallellano, "tras estar cerrado y abandonado desde el año 2006 y tener varios intentos de recuperación, pero todos acabaron mal", ha lamentado.

Bellido ha incidido en que son "casi 80" los años de este edificio ubicado "entre el Alcázar Viejo, un barrio histórico de la ciudad, y Vallellano, un barrio de los años 60-70, donde las necesidades de la población han cambiado. El centro de mayores del Alcázar Viejo hace su trabajo con mucha dignidad, pero se había quedado pequeño y no había más, con lo cual se necesitaba atender a la población que ya es más mayor en esta zona", ha puntualizado.

Para añadir que "había una demanda ciudadana, tanto para estas personas mayores como para las familias que han venido", como es que su centro cívico es el de la Corredera, "que está a una distancia considerable de estos barrios", de ahí que "éste también será un centro complementario", para que "esté a disposición de las asociaciones de vecinos" de Vallellano, Judería y Alcázar Viejo.

Bellido ha defendido que "es un acierto recuperar con esta actuación la esencia del primer edificio de los años 1950, con la eliminación de elementos que se habían ido añadiendo a lo largo del tiempo", a la vez que "es muy funcional", de manera que "tiene espacios separados y otros que se pueden ir configurando a través de paneles movibles para que pueda haber salas con diversos usos y configuraciones, según las necesidades de los vecinos".

El edificio, tal y como ha explicado el alcalde, "se va a equipar con el mobiliario que ya está en las naves de Infraestructuras", por lo que "no hace falta sacar un nuevo contrato", y se hará "de forma inmediata", al tiempo que se dotará de personal ordenanza para "el control de acceso, apertura y cierre del edificio", siendo "complementario" del centro cívico de la Corredera y del centro de mayores del Alcázar Viejo, ha insistido.

Los trabajos

El arquitecto de la Gerencia de Urbanismo, Javier Valverde, quien ha desarrollado las labores de redacción del proyecto y dirección de la obra, junto a José Antonio Meléndez y Eduardo López, ha explicado que "cuando se descubrió la estructura original del edificio, que es del año 1950, las patologías que en principio se preveían que podían existir tenían un grado de afección bastante grande", algo que "ralentizó los trabajos y obligó a incrementar el presupuesto".

Valverde ha detallado que "la actuación ha consistido en tres operaciones fundamentales", como han sido "demoler todos los revestimientos que en los años 1990 se construyeron en el edificio ocultando la estructura que ahora mismo se ve, que es de los años 1950", después de que "en los años 90 hubo un cambio de normativa y los mercados no podían vender productos alimenticios al aire libre", de ahí que "se cerrara todo el edificio". "La estructura original de los años 50 es una de las primeras obras de arquitectura del movimiento moderno que se hicieron en Córdoba", de manera que era "muy interesante recuperar esa imagen y es la que se ha mantenido", ha añadido.

Tras ello, la segunda operación fue la restauración de toda la estructura de los años 50, "que se observa en hormigón armado y está coloreada en gris", y, por último, "en su interior se ha construido un volumen que queda exento totalmente del original", contando con las aportaciones de los vecinos, "porque son los que finalmente van a usar el edificio", al tiempo que el entorno patrimonial es de época medieval. Por tanto, "el resultado es interesante", ha apuntado.