La mujer acusada de vender productos dopantes a deportistas del territorio nacional reconoció ayer ante el juez los hechos, al tiempo que afirmó que su marido, también procesado por los mismos hechos, no sabía que realizaba esta actividad ya que coincidió con la separación temporal de la pareja. No obstante, la mujer confirmó que el tercer acusado, que responde a las iniciales de J. B. F., era una de las personas que le suministraba las sustancias para su posterior envío, algo que él negó durante la vista oral.

La mujer -T. M. C.- declaró que en el año 2008 se separó de su pareja, que anteriormente había practicado ciclismo profesional, y decidió vender todos los objetos y productos que él guardaba relacionados con este deporte, entre ellos sustancias dopantes, debido a diversos problemas económicos y personales. De ese modo, contactaron con ella varios deportistas por vía SMS a los que les facilitaba su número de cuenta y una vez hecho el ingreso la acusada les enviaba los productos dopantes que ellos le solicitaban. "No recuerdo con exactitud cómo pasó todo. Una cosa llevó a otra y fue una cadena de circunstancias", reconoció la mujer.

Durante su declaración, la procesada aseguró que su marido desconocía que ella se dedicaba a la venta de este tipo de sustancias, ya que coincidió en una época en la que él no convivían juntos. El hombre -A. A. M.- insistió en que jamás realizó ningún envío de productos a deportistas, aunque reconoció que se dopó durante el tiempo que estuvo practicando ciclismo de forma profesional. En cuanto a las sustancias que la Guardia Civil encontró en su vivienda, el procesado detalló que eran medicamentos que le había recetado el médico como tratamiento para el asma y la alergia.

El tercer acusado, relacionado también con el mundo del deporte, le confirmó a la juez que conocía a A. A. M. pero que nunca había tenido relación con su mujer. De este modo, negó que él le hubiese suministrado sustancias dopantes para su posterior envío a deportistas en el territorio nacional.