Testimonio

Wael Al Dahdouh: "El periodismo en una guerra es una misión humana que exige sacrificios"

Wael Al Dahdouh, durante su conferencia en Córdoba.

Wael Al Dahdouh, durante su conferencia en Córdoba. / Juan Ayala

A sus 53 años, Wael Al Dahdouh (Ciudad de Gaza, 1970) se ha convertido en un icono mundial por su resistencia ante la cámara, con las bombas estallándole a sus espaldas y llevando consigo, sin confesárselo al espectador, la muerte de su esposa, la de tres hijos y la un nieto de dos meses. El reportero de Al Jazeera en la Franja de Gaza decidió seguir informando de lo que estaba sucediendo, a pesar de todo. "Para mí es una misión humana: hay millones de personas que me están esperando para enterarse de lo que está pasando en Gaza y eso exige sacrificios", asegura.

Al Dahdouh, que fue herido en un ataque israelí en diciembre, colgó la camisa caqui en enero para recuperarse de las heridas de la metralla que se le incrustó en su brazo izquierdo. Ahora vive en Catar, hasta que pueda volver a Gaza a seguir trabajando, asegura. Mientras tanto, seguirá "asumiendo su cometido" de contar a la opinión pública lo que está pasando en Gaza en sitios como Córdoba, la primera ciudad que pisa para dar una conferencia tras su marcha a Doha (capital de Catar), después de haberle sido concedido el Premio Internacional de Periodismo Julio Anguita Parrado. "Es una prolongación del reporterismo que hacía allí".

El reportero gazatí ha concluido este lunes la primera edición del Seminario de Periodismo en Zonas de Conflicto promovido por la Universidad de Córdoba con una charla en la Casa Árabe que ha completado el aforo y ha dejado a decenas de personas a las puertas para poder escuchar su testimonio. 

Wael Al Dahdouh ya había cubierto antes para la cadena internacional árabe los conflictos entre palestinos e israelíes en 2009, 2011, 2014 y 2021. "Guerras de días, semanas o meses", que difieren completamente de ésta de 2024: "Loca e inédita". En todas ellas, llegó desde el principio a la "convicción" de que "había que seguir trabajando, independientemente de las consecuencias", ha comentado tras recordar el momento en que perdió a su mujer, el pasado mes de octubre. Tras la resolución de esa disyuntiva personal -seguir trabajando o dejarlo- que lo ha acabado elevado como símbolo del periodismo, reconoce que "muchos de mis compañeros incluso me reprocharon seguir en esas condiciones". 

"No debería resignarme. Para mí era un reto. Tenía que ponerme bien en escena. Hacía mi trabajo como si no hubiera pasado nada. Ni siquiera hablé de mis causas personales. Esto molestó a las fuerzas de ocupación israelí, les infundió histeria, enfado", ha confesado durante su conferencia en Córdoba. 

Hacer periodismo en Gaza

Al Dahdouh establece de forma clara la gran diferencia de esta guerra con las demás que ha cubierto en Gaza. "Es la primera vez que Israel cierra todos los puntos fronterizos, prohibiendo la entrada de agua, luz, medicamentos. Incluso el punto fronterizo de Rafah fue bombardeado. Eso es algo inédito. En el resto de guerras eso no pasaba, se permitía y garantizaba un mínimo de comida y medicina". "Nosotros, como periodistas palestinos, somos parte de este tejido social que ha experimentado este tipo de vida: vivimos en la calle, buscamos tiendas de campaña para dormir y cuartos de baño, también pedimos un cartón de leche...". 

En este sentido, el reportero ha comparado la situación que viven los gazatíes con los prisioneros de una cárcel de cinco kilómetros de profundidad, 15 kilómetros de largo y en la que viven dos millones de personas, con la mayor densidad de población del mundo. "Francamente es una cárcel grande, el suministro de alimentos es muy escaso,sometido a medidas de seguridad muy estrictas".

A lo largo de su intervención, Wael Al Dahdouh ha destacado el deber de hacer periodismo de "forma transparente" y ha reclamado el derecho de hacerlo de forma "segura e independiente", "incluso en zonas de guerra", ha apostillado. "El periodista no forma parte de los bandos que están en conflicto, no forma parte de las tropas, tiene un cometido determinado, específico y no puede estar bajo sospecha", ha declarado.

En este sentido, también ha hablado de las limitaciones a la hora de ejercer el periodismo en zonas de guerra, como el tiempo de la cobertura televisiva o la falta de medios para poder llegar a todos los acontecimientos. Ante eso, ha asegurado que "los periodistas o que hacemos es arrojar luz sobre una parte de la realidad que refleja o aglutina todo lo que podría estar pasando en esas zonas". Como ejemplo, ha señalado que "el 90% de las retransmisiones que hacíamos cuando estaba en Gaza eran en directo para que no hubiera montajes o manipulación".

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