La Gloria de San Agustín

Verano

  • Eso de pasar el verano en Trassierra ha sido tan cordobés, o puede que más, que irse a pasarlo a Fuengirola

Un joven pasa por la avenida del Aeropuerto.

Un joven pasa por la avenida del Aeropuerto. / Juan Ayala

Ya ha llegado el día de los refranes y ya tenemos que esconder la maleta, aunque la verdad es que yo ya hace mucho que la tengo escondida, a pesar del fresquito de la semana pasada. Ya saben ustedes de lo que hablo, del cuarenta de mayo, que aunque no aparece en el calendario es una fecha muy famosa, de la que se habla mucho todo el tiempo. Y también pasa ahora.

Mi madre repetía mucho lo del sayo y el cuarenta de mayo, y hasta ese día seguía poniendo la olla con los garbanzos y el tocino para hacer el cocido, pero al llegar ese día, como por arte de magia se colaban el salmorejo, el gazpacho y los aliños en el frigorífico, y hasta el día de San Rafael, que volvía a poner los garbanzos en agua. Pero es que con las enagüillas, el brasero, la ropa y las mantas hacía lo mismo, lo que yo les diga, que eso era así, y anda que fallaba con las fechas. Y con los gazpachos tenía una mano que no se pueden imaginar. Mi favorito era el de habas secas, que pelaba con mucho cuidado y luego molía en el molinillo del café, hasta que tenía una harina blanca.

Pero qué bueno estaba ese gazpacho, que luego ha repetido varias veces mi hermana, y aunque le sale muy bueno, de verdad, pero no como el de mi madre, que yo no sé la de vasos que me bebía. Algunas veces nos lo tomábamos con pan tostado y aquello era una auténtica locura, lo que yo les diga, que más bueno no podía estar. Y ya no les voy a hablar del salmorejo que hacía mi madre, y sin los aparatos de hoy, que hasta el que no sabe lo hace bien.

Eso sí que tenía mérito, y vaya cómo estaba. Ya hemos estado viendo el chalet en el que por lo visto vamos a pasar buena parte del verano, en Trassierra, de un amigo que quiere que nos quedemos allí para que no esté solo. Al principio como que no veía el plan, y ahora cada vez me gusta más, lo que yo les diga, y es que cuando hemos subido la diferencia de temperatura se nota y tanto que se nota, pero más de lo que imaginamos, que no son de esas cosas que se dicen por decir, que es verdad. En fin, que puede ser una cosa bonita, diferente y muy cordobesa, que eso de pasar el verano en Trassierra ha sido tan cordobés, o puede que más, que irse a pasarlo a Fuengirola, lo que yo les diga.

Lo que sí es verdad, y eso ya no hay quien lo discuta, es que ya es verano, muy verano, porque ya no hay sayos, porque ya hemos pasado el cuarenta de mayo y porque ya estamos con las calores de todos los años, todos los días, y eso es lo que toca. Habrá que pasarlo de la mejor manera, que ya sabemos lo que nos va a durar y todos los aliños. Que aunque no nos queramos acordar, será como fue. Ya sabes ustedes.

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