Investigación

La Universidad de Córdoba crea una nueva técnica para simplificar el proceso para detectar contaminantes

  • El trabajo permite abaratar el proceso y reducir el tiempo necesario para detectar bisfenoles

Plásticos, para cuya fabricación se utiliza el contaminante bisfenol A.

Plásticos, para cuya fabricación se utiliza el contaminante bisfenol A. / El Día

Un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba (UCO) ha abaratado y simplificado el proceso para detectar el bisfenol A, un compuesto químico empleado principalmente en la fabricación de plásticos y en la elaboración de papel térmico, con el que se imprimen tickets de la compra, entradas o billetes de autobús.

Y lo ha hecho a través de un nuevo procedimiento que ha conseguido reducir el tiempo de análisis "de una hora a poco más de un minuto", según afirma Ana Ballesteros, una de las investigadoras del grupo Química Analítica Supramolecular de la UCO que junto a María Jesús Dueñas y Soledad Rubio ha participado en el trabajo.

Diversos estudios han demostrado durante las últimas décadas sus efectos perjudiciales para la salud debido a su toxicidad, especialmente en el sistema hormonal, razón por la cual su uso ha sido restringido en algunos países de la Unión Europea.

Esta nueva técnica permite realizar un análisis directo de la muestra sin apenas tratamiento y separación previa, algo habitual en los métodos tradicionales. Para ello, el nuevo procedimiento, que ha sido probado en 62 muestras de papel térmico, se vale de dos elementos fundamentales.

El primero de ellos se denomina espectrometría de masas ambiental, un nuevo campo de gran utilidad y que, en resumen, permite identificar sustancias en base a su masa a través de un equipo de análisis directo y rápido. En segundo lugar, el grupo de investigación ha introducido en el proceso un tipo de disolvente verde, clave para simplificar la técnica de análisis y extraer el bisfenol de la muestra.

Estos disolventes ecológicos, denominados Supras por sus siglas en inglés, se han posicionado en los últimos años como una alternativa a otros productos convencionales derivados del petróleo. Su alto rendimiento permite realizar una extracción rápida y eficiente utilizando muy poca cantidad de disolvente. "Mientras que los métodos tradicionales pueden suponer un tratamiento de varias horas y un consumo más alto de disolventes tóxicos, ahora lo hacemos en pocos segundos y utilizando tan sólo unos microlitros de un disolvente que además es ecológico", destaca Ballesteros.

En esta nueva técnica de análisis, publicada en la revista científica sobre química ambiental Chemosphere, utiliza una sonda de vidrio que contiene el disolvente y se pone en contacto con la muestra que se pretende analizar. Posteriormente, esta sonda se introduce en un equipo conectado a una base de datos que alerta rápidamente de la presencia de bisfenoles. "Se trata de un procedimiento validado y que podría usarse por cualquier usuario no experto", explica la investigadora.

La nueva metodología, "cuya simpleza es una de sus principales ventajas", abre la puerta al análisis de otros contaminantes en distintos tipos de materiales", destaca la autora del estudio. De hecho, el grupo de investigación ha puesto en marcha otro trabajo para aplicar esta misma técnica de análisis en envases de alimentos.

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