Ciencia

Un equipo de la Universidad de Córdoba propone un nuevo modelo para evaluar la sostenibilidad empresarial

José Antonio Gómez-Limón, María Dolores Guerrero, Mercedes Luque y Pablo Rodríguez.

José Antonio Gómez-Limón, María Dolores Guerrero, Mercedes Luque y Pablo Rodríguez. / El Día

Uno de los objetivos de la Agenda 2030, la hoja de ruta impulsada por Naciones Unidas para hacer frente a los retos sociales, económicos y medioambientales del planeta, busca que las empresas adopten políticas sostenibles e informen sobre ellas. Este comportamiento empresarial sostenible suele someterse a un proceso de evaluación, por parte de grandes agencias, a partir de una serie de indicadores que no tienen en cuenta las diferencias entre los distintos grupos de interés o stakeholders (consumidores, clientes, académicos o ambientalistas).

Así lo defiende un estudio realizado por los Departamentos de Economía Agraria, Finanzas y Contabilidad y de Estadística, Econometría, Investigación Operativa, Organización de Empresas y Economía Aplicada, así como el grupo Weare de la Universidad de Córdoba. En este trabajo, se destaca la necesidad de poner el foco en las preferencias específicas de las personas o grupos que directa o indirectamente se relacionan con la empresa a la hora de evaluar el comportamiento ambiental, social y de gobernanza corporativa y, así, desarrollar un nuevo enfoque para avanzar en la sostenibilidad empresarial.

Como explica Mercedes Luque-Vílchez, una de las autoras del estudio que se ha publicado en la revista Sustainable Development, “muchas veces cuando las empresas evalúan su desempeño ASG, esto es, el relativo a las cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza, pueden no tener en cuenta todo lo que les interesa a los grupos con los que se relacionan”. Y esto es clave porque puede llegar a afectar al grado de confianza y satisfacción que los diferentes grupos puedan mantener con la empresa en función de la información que obtienen de esa evaluación.

Para ello, el estudio propone un nuevo enfoque de evaluación de la sostenibilidad en las empresas en el que se tengan en cuenta las prioridades de los diferentes grupos de interés. Con este fin, se pone el acento en la evaluación del desempeño ASG mediante el desarrollo de un indicador compuesto específico que tiene en cuenta diferentes perfiles de las partes interesadas. Fruto de ello se crea un conjunto de prioridades temáticas en el que los diferentes públicos juegan un papel importante mediante la consulta de sus opiniones.

De esta forma, el nuevo enfoque, que el equipo ha probado en la industria alimentaria, un sector en el que los sistemas de evaluación de la sostenibilidad aún tienen amplio margen de mejora, comprueba que “para hacer una evaluación de desempeño correcta se necesita tener mucho más en consideración los puntos de vista de los stakeholders ya que estos no son homogéneos en cuanto a su opinión sobre la sostenibilidad", sostiene Luque-Vílchez.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios