Córdoba

La Unidad de Raquis del Reina Sofía, pionera en Andalucía, mejora la atención de 2.000 pacientes

  • Un equipo multidisciplinar de neurocirujanos y traumatólogos coordina los casos de patologías lumbares desde mayo de 2018

Presentación de la nueva unidad.

Presentación de la nueva unidad. / Juan Ayala

El Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba ha dado a conocer algunos de los resultados de su Unidad de Raquis, un servicio pionero en Andalucía que se puso en marcha en mayo de 2018, y que actualmente ya ha permitido mejorar la atención de más de 2.000 pacientes.

La directora gerente del Reina Sofía, Valle García, ha detallado que esta unidad está formada por un equipo multidisciplinar en el que trabajan neurocirujanos y traumatólogos que abordan las patologías lumbares que requieren cirugía. Según García, este tipo de patologías aumenta cada vez más debido, principalmente, al envejecimiento de la población y muchos de los casos requieren intervención quirúrgica.

Antes de que se pusiera en marcha la unidad, ha recordado la directora gerente del complejo hospitalario,  la derivación desde Atención Primaria se ejercía, principalmente, por la preferencia del paciente. "Esto provocaba inequidad en el acceso al servicio porque dependiendo de la derivación los tiempos de respuesta pueden ser diferentes", ha explicado García. Incluso, ha añadido, el procedimiento que se le aplicaba a cada paciente también podía variar, así comos los resultados.

Antes de la creación de la unidad el acceso al servicio provocaba inequidad en la atención

"Desde su creación han mejorado los circuitos asistenciales", ha valorado García, quien ha manifestado que ahora el servicio es "más eficiente, integral y ágil" y la satisfacción llega tanto pacientes como profesionales. De la misma forma, se ha conseguido disminuir los tiempos de respuesta.

El jefe del Servicio de Neurocirugía del Reina Sofía, Juan Solivera, ha apuntado que "la clave es la creación de una puerta de entrada única con una única vez de valoración". Con la valoración única de neurocirugía y trauma, ha añadido Solivera, "evitamos duplicidad de visitas y pruebas diagnósticas". El facultativo ha detallado además que, desde que se pusiera en marcha la unidad, la capacidad de atención se ha traducido en poder abordar anualmente hasta 2.000 visitas y 600 intervenciones. Además, dicha unión, ha valorado, permite poder tratar desde una escoliosis hasta un tumor.

Por su parte, el responsable de la Unidad de Traumatología y Ortopedia del hospital, Rafael Quevedo, ha informado de que con este nuevo servicio el paciente derivado no espera más de 30 días para ser visto, un tiempo que se reduce a la mitad en casos de patologías preferentes y ha agregado que en demoras urgentes esa atención es "inmediata".

Un paciente aquejado de estas dolencias no tarda más de 30 días en ser visto

El coordinador de la Unidad de Raquis es Simón Fuentes, quien ha señalado que "la misión es mantener criterios unificados y de utilidad". "Hemos tenido un trabajo previo para ponernos de acuerdo en cómo íbamos a tratar a nuestros enfermos, logrando así que exista circuito único desde Atención Primaria hasta Cirugía", ha apuntado.

Las patologías más frecuentes en este ámbito es la patología degenerativa lumbar, una patología que ocupa el 18,6% de las consultas en Atención Primaria.

Un caso de dispasia fibrosa

El especialista en Neurocirugía Álvaro Toledano ha explicado el caso del pozoalbense Alfonso Pontes, uno de los pacientes beneficiados de la coordinación del nuevo área hospitalaria. Toledano ha apuntado que el caso de Pontes era "un auténtico reto". Este joven de 26 años llevaba más de un mes de evolución de dolor cervical y no presentaba ninguna historia de traumatismo. "Al no tener un traumatismo llamaba la atención que en la resonancia magnética cervical se confirmara un cambio de señal tremendo, lo que hacía pensar que había algo debajo, una fractura patológica", ha detallado.

En este caso, se optó por un abordaje lo más simple posible, que era complejo por la zona en la que se iba a aplicar, la colocación de tornillos para fijar la zona. Tras la intervención se determinó que el paciente sufría dispasia fibrosa, una enfermedad rara en la que el hueso se sustituye por tejido fibroso, haciéndolo más proclive a romperse.

El paciente intervenido, Alfonso Pontes, ha explicado que antes de la operación sentía "bastante dolor" y tenía que tomar tres pastillas cada ocho horas, ahora no toma ninguna. Los dolores aparecieron a mediados de julio del año pasado y en septiembre se sometió a la operación. Recuperar la movilidad al completo es muy difícil por la fijación, pero puede llevar una vida totalmente normal.

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