Solidaridad con los más pequeños
SANIDAD vOLUNTARIADO
Más de 150 voluntarios participan en el programa que se realiza en la Ciberaula del Reina Sofía Los pacientes pueden disfrutan de múltiples juegos en la sala


La infancia de los niños tiene que estar llena de alegría y diversión aunque de estar en un hospital se trate. Los más pequeños son únicos para sacar sus mayores sonrisas pese a que su salud no sea del todo buena, y esta actitud la demuestran cada día cuando acuden a la Ciberaula del Hospital Universitario Reina Sofía para desconectar del ambiente hospitalario.
La Ciberaula del Hospital o zona educativa y lúdico-pedagógica es un espacio que invita a los niños durante su ingreso hospitalario a relacionarse con otros niños, generando un ambiente participativo y de convivencia. Pero este lugar no sería lo mismo sin la ayuda de los voluntarios que acuden a diario hasta esta sala para pasar un tiempo junto a los más pequeños que por un motivo u otro se encuentran ingresados en el Reina Sofía. Unos voluntarios cuya colaboración también es importante para la familia de los niños, que encuentra en ellos los cuidadores idóneos para sus hijos.
El verano en Córdoba se tilda como una época complicada por el calor, pero ni la intensidad de los rayos ultravioletas han impedido que los cordobeses continúen con sus actividades sociales. El voluntariado infantil que habitualmente colabora con el Reina Sofía para acompañar y divertir a los niños durante su estancia en el complejo sanitario mantiene su actividad en verano y se organiza para animar con juegos y talleres el ingreso de los más pequeños.
Los ordenadores y los videojuegos son los que más éxito tienen entre los niños, junto a estos las manualidades, pinturas y múltiples juegos de mesa que inundan la sala son utilizados por los miembros de las asociaciones y los pacientes que se reúnen en el aula hospitalaria. Una actividad que se desarrolla todos los días de la semana sin excepción en horario de mañana, tarde o en ambos, pero que tiene una mayor afluencia durante las últimas horas de la tarde.
Este año, en concreto, el número de voluntarios que participa en el proyecto se ha incrementado, pasando de las cinco asociaciones que durante el pasado verano estuvieron presenten en el aula solidaria a las ocho, lo que también ha hecho que incremente el número de personas que forman parte de las actividades que se realizan. Los cordobeses que colaboran en estas acciones han pasado del centenar a los 150 durante los meses de julio y agosto, según datos aportados por la Delegación de Salud.
La labor de estos voluntarios, que dedican su tiempo de forma altruista para animar a los niños del hospital, no sería posible sin los colectivos que fundamentan y organizan la misma. Los tres grupos que se suman este verano a esta iniciativa, que también supone un respiro para los padres, son las asociaciones de Voluntarios de La Caixa, Sonrisas Azules y la Asociación Peniel de Rehabilitación y Formación Social (Aperfosa). Además, continúan este año la Asociación de Mayores del Hospital, la Fundación Prodean, la Asociación Andalusí de Enfermos y Trasplantados Hepáticos de Córdoba, la Asociación Cruz Roja Juventud y la Asociación de Voluntarios GEA.
Talleres y proyectos muy variados, actuaciones, fiestas y otras actividades forman parte del amplio programa de eventos que organiza el voluntariado para los pacientes pediátricos durante el periodo estival. Esta labor solidaria, que permite que la Ciberaula se abra todos los días de julio y agosto, se coordina desde la Unidad de Participación Ciudadana, que se ocupa de programar los protocolos de actuación y recibir a las asociaciones que se incorporan para que conozcan el Hospital antes de iniciar su actividad.
La actividad habitual del voluntariado infantil en el Reina Sofía durante el resto del año se organiza en diferentes proyectos que se desarrollan tanto en el aula hospitalaria -en horario de tarde y fines de semana- como en las habitaciones de los pequeños, con la finalidad de llevar entretenimiento a los niños con dificultades para desplazarse hasta el aula hospitalaria.
A lo largo de todo el año, colaboran éstos y otros colectivos como la Asociación Española Contra el Cáncer, la Asociación de Trasplantados de Pulmón A pleno pulmón, Meico (de estudiantes de Medicina), entre otros, que suman entre todos unos 350 voluntarios.
Ya fuera de la temporada estival, la aportación de los voluntarios permite que la Ciberaula se abra cada tarde para organizar en ella actividades lúdicas que hacen más llevadera la estancia de los niños, así como fomentar la convivencia entre ellos y sus cuidadores. El objetivo final es que los pequeños olviden que se encuentran hospitalizados, meta que se consigue en muchas ocasiones ya que no quieren abandonar el hospital tras recibir el alta y lo visitan con frecuencia tras su recuperación. Una labor que vuelve a hacer gala de la solidaridad de los cordobeses, que no dejan de aportar su granito de arena en los casos que más se necesita y no encuentra en las vacaciones impedimento para seguir colaborando con una buena causa.
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