El cierre total o parcial de los quirófanos y, por tanto, las operaciones que dejarán de hacerse en los hospitales cordobeses vuelven a ser otro año más una de las consecuencias más notables que se derivan de la falta de médicos sustitutos en los centros sanitarios dependientes del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Según los datos del Sindicato de Enfermería (Satse), entre los meses de julio, agosto y septiembre no se llevarán a cabo alrededor de 4.400 intervenciones quirúrgicas en la provincia, una cifra que es el resultado de la suma tanto del Hospital Reina Sofía, en la capital, como del Valle de los Pedroches, en Pozoblanco, y el Infanta Margarita, en Cabra. Esta situación, que se traducirá en un notable incremento de la listas de espera de los pacientes, se suma, en cualquier caso, a que más de 300 camas permanecerán cerradas en el periodo estival y que, como ya denunció a El Día el Sindicato Médico de Córdoba (Simec), las sustituciones a facultativos de Atención Primaria sólo servirán para cubrir el 5% de las plazas que éstos dejarán vacantes cuando se marchen de vacaciones.

El informe que maneja el Satse refleja además que el número de operaciones que se dejarán de hacer este año es superior al del pasado año y más elevado que el de hace dos veranos. En concreto, desde el sindicato puntualizaron que en 2009 se realizaron 1.100 intervenciones quirúrgicas más en los hospitales de Córdoba de las que hay previstas para este año, lo que supone un descenso del 25%. En el pasado ejercicio, por su parte, se resolvieron en el periodo estival 400 más de las estimadas por el Satse, lo que ha llevado a este colectivo a denunciar la alarmante caída en este capítulo.

Según el citado documento del colectivo enfermero, de los 4.400 ciudadanos que tendrán que esperar, al menos, hasta septiembre para pasar por quirófano, 3.690 pasarán a engrosar la lista de espera del Reina Sofía. El resto se repartirán entre los centros sanitarios de Cabra y Pozoblanco, en concreto 360 en el Infanta Margarita y 350 en el Valle Los Pedroches. Al igual que ya hizo el Simec al denunciar la escasez de sustituciones en los centros de Atención Primaria y el propio Satse al analizar el cierre de camas, este último sindicato consideró que el hecho de que el SAS vaya a dejar de operar a 4.400 personas en toda la provincia responde a un criterio meramente económico. El colectivo de enfermeros aludió más en concreto a los "recortes sociales en Sanidad".

El sindicato exigió, a través de un comunicado remitido ayer, a los gerentes de los hospitales de la provincia a que tengan una "mayor sensibilidad con los ciudadanos que tienen problemas de salud pendientes de resolver". Les recordó asimismo que "así no es posible garantizar el estado de bienestar a los ciudadanos, ni se está velando por proteger y garantizar una calidad de vida con más salud y mayor bienestar sanitario".

3.690