Religión

El Papa Francisco recibe a los participantes de la Puerta Verde de Córdoba

El Papa Francisco saluda a los integrantes de la Puerta Verde de Córdoba

Misión cumplida. Los participantes del proyecto la Puerta de Verde de la parroquia Santa Luisa de Marillac  de Córdoba han conocido al Papa Francisco este miércoles 3 de enero. En la que ha sido la primera audiencia general de 2024 en el Vaticano, una quincena de jóvenes cordobeses, con sus sudaderas blancas identificativas, han llegado a las puertas de la plaza de San Pedro del Vaticano y el acceso a la Aula Pablo VI los ha unido a personas de todos los países para escuchar la segunda catequesis del Papa Francisco, dedicada a las virtudes y los vicios, por la que el Santo Padre invita a meditar sobre el combate espiritual.

El proyecto Puerta Verde de Córdoba tiende un puente de esperanza hacia las familias que no tienen recursos y, gracias a jóvenes voluntarios los niños encuentran la posibilidad de dar un giro en sus vidas, en las que en muchas ocasiones no han tenido una experiencia de felicidad, tal y como aseguraba Miguel David Pozo cuando puso en marcha este proyecto, hace ahora cinco años.

Pozo, párroco de Santa Luisa de Marillac, ha liderado la comitiva cordobesa formada por más de una treintena de personas, entre monitores, estudiantes de Roma que colaboran con ellos durante el verano, además, de la edil de Juventud, Cintia Bustos, Vicente Tamayo y Rafa Castejón. 

El párroco ya reconoció a El Día que quería conocer al Papa Francisco para poder mostrarle el trabajo que lleva con este proyecto a cabo en esta zona de Córdoba, una de las que peores niveles de renta presenta y, dicho y hecho. Así las cosas, escribió una carta al Vaticano el pasado 15 de septiembre, día de la Virgen de los Dolores y la respuesta desde el Vaticano llegó dando luz verde a su visita.

Un encuentro que, según ha señalado, ha ido bien y en el que ha aprovechado también para hacer entrega de un particular regalo al Papa, al tiempo que cantaban la canción Cruzando el Puente, una composición en la que han participado los jóvenes y niños de proyecto con el objetivo de romper la barrera invisible que separa esta zona del distrito Sur del resto de la ciudad. Y es que, Miguel David Pozo no ha tenido reparos en viajar hasta Roma con una caja de pestiños cordobeses para Francisco y así se ha presentado y los ha entregado. Junto a este detalle gastronómico, los chicos también han entregado al Papa una llave de los Santos Mártires de Córdoba.

El sacerdote Miguel David Pozo muestra la caja de dulces cordobeses para el Papa. El sacerdote Miguel David Pozo muestra la caja de dulces cordobeses para el Papa.

El sacerdote Miguel David Pozo muestra la caja de dulces cordobeses para el Papa. / El Día

"Debemos pedir a Jesús que nos dé la capacidad y la fuerza de confrontarnos con nuestra debilidad, la valentía de abandonarnos a su misericordia y la sensatez de no bajar la guardia en este esfuerzo", así es como ha comenzado el Papa la audiencia en la que ha saludado de manera cordial a los peregrinos de lengua española, entre ellos, a los integrantes de Puerta Verde que han viajado gracias a la iniciativa de la parroquia de Santa Luisa de Marillac.

Tras la audiencia general, los peregrinos de Córdoba han podido acercarse al Papa para entregarle sus obsequios, después la visita a la Basílica de San Pedro del Vaticano ha permitido a los chicos admirar la belleza del templo. Juntos, regresarán a Córdoba tras una experiencia de convivencia fuera de su entorno, que les ha permitido comprobar la universalidad de la Iglesia y su acogida a peregrinos llegados de todo el mundo.

Familias sin recursos

El proyecto pastoral Puerta Verde puesto en marcha en la parroquia Santa Luisa de Marillac del Guadalquivir tiende un puente de esperanza hacia las familias que no tienen recursos.

La Diócesis de Córdoba, por su parte, ya ha informado de que gracias a jóvenes voluntarios los niños encuentran la posibilidad de dar un giro en sus vidas, en las que en muchas ocasiones no han tenido una experiencia de felicidad. 

En todos los años que lleva esta iniciativa puesta en marcha en la Diócesis son cientos los niños que han cruzado esa puerta verde de esperanza y la labor del párroco y de los voluntarios sigue siendo incansable.

Los campamentos de verano, los sábados de Puerta Verde y un sinfín de actividades muestran a los chicos un modo de convivencia, una manera de estar juntos y compartir que les ayudan a olvidar por un momento sus problemas y comprender que existen otras realidades más allá del entorno de su barrio, según la misma información.

"Romper los lazos con los malos hábitos, las compañías tristes y las malas relaciones, ayudan en su crecimiento personal", añade la Diócesis.

La Hermandad de la Sentencia, la Delegación de Juventud del Ayuntamiento de Córdoba o el Cabildo Catedral, entre otros, ofrecen ayuda al proyecto Puerta Verde, además de numerosas aportaciones anónimas gracias a las cuales esta gran iniciativa sigue adelante en este barrio cordobés.

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