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Suele pasar en los plenos que los partidos convencionales tratan a Unión Cordobesa con la paciencia, si no la displicencia, del alumno aventajado sobre el pupilo novato. Ayer, las tornas se cambiaron por primera vez de forma seria y el alcalde reprendió a Unión Cordobesa, con las tablas de su mayor experiencia en oratoria, las críticas realizadas por el portavoz municipal, Juan Miguel Alburquerque. Tanto, que hubo una protesta del presidente del partido, Rafael Gómez, por la forma en la que el regidor se dirigió a su compañero de filas "como si hubiera dicho pegos". "Bienvenidos a la crítica política", replicó el teniente de alcalde de Presidencia, el popular Miguel Ángel Torrico.
Alburquerque centró sus críticas en la falta de concreción de las promesas que se realizan desde los partidos políticos, la mitad de las cuales se quedan en el tintero. Mostró su desacuerdo con la política fiscal municipal y con la obsesión por los ajustes. Tanto, que afirmó que el programa del PP es "recortista". Cargó además contra las decisiones fiscales del Ayuntamiento en unas condiciones difíciles de la sociedad.
El portavoz de Unión Cordobesa llegó a realizar propuestas osadas como cobrar un canon a toda la banca establecida en Córdoba con el objetivo de revertir estas cantidades en la creación de empleo o "coaccionar" a las empresas para que creen empleo entre los jóvenes por medio de bonificaciones económicas. Reclamó, en suma, que el Ayuntamiento sea más activo en la intervención de la economía de la ciudad.
Reconoció Alburquerque que su partido no se encuentra cómodo con protestas como la presentada por el alcalde en materia de construcción de un centro de convenciones en el Parque Joyero. Aseguró que, como contrapartida, su partido vería con mejores ojos una iniciativa para poner en valor las infraestructuras en desuso de la ciudad, que se cuentan por docenas.
Habitualmente, el PP trata con guante de seda a UCOR, que ha llegado a ser calificada de "marca blanca" de los populares. Ayer, no fue así. Nieto trató Alburquerque con el mismo grado de dureza, si no más, que la que usó con Francisco Tejada (IU) o Juan Pablo Durán (PSOE), que llegaron a solidarizarse con el concejal del primer grupo de la oposición. El alcalde aseguró que el Ayuntamiento no es un bandolero para imponer un canon a la banca sin ningún tipo de agarre jurídico y que, Alburquerque, que es catedrático de Derecho, "lo sabe". Dijo, además, que puestos a coaccionar "empiecen por su jefe de filas", el propio Gómez, que si no crea más empleo es porque no tiene recursos. "Es difícil eso de negociar para que te paguen", soltó Nieto, en referencia inequívoca a la deuda abultadísima que mantiene Rafael Gómez con el Ayuntamiento por razones de sanciones urbanísticas como la de Colecor. El alcalde se quejó, tras los reproches, de que Rafael Gómez "pueda venir al Pleno a decir lo que estime conveniente y los demás no".
Gómez tomó la palabra y se quejó del trato. Previamente, aseguró haber estado 15 meses perdiendo el tiempo en el Pleno realizando mociones inútiles, una de las quejas que habitualmente presenta por la escasa eficacia de la parte de debate municipal. Aseguró que no se debe crear empleo mañana sino hoy. Coherencia, le espetó Nieto. "Ustedes ya son políticos, han dado el paso", dijo.
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