Siete meses sin José y Ruth Bretón Ortiz, 182 días interminables que ayer recontaban con rostro sombrío sus familiares maternos en la Plaza de Las Monjas, en Huelva. Lo hicieron arropados por una multitud de ciudadanos superior a la anterior cita de marzo. Unos 600 onubenses -muchos de ellos niños- portaban carteles con la imagen de los dos menores de dos y seis años, en paradero desconocido desde el 8 de octubre del año pasado.

Con la respiración entrecortada y el corazón encogido vivió Huelva la media hora de silencio en la que sólo se escuchaban el rumor de la céntrica fuente capitalina y las conversaciones en voz baja de la treintena de periodistas y reporteros allí congregados para dar cobertura a la noticia.

La madre de los pequeños, Ruth Ortiz, fue la única que rompió el mutismo establecido. Y lo hizo para reiterar que, pese a que no ha perdido del todo la esperanza de encontrarlos con vida, lo cierto es que "para una madre que lleva siete meses sin ver a sus hijos y sin saber dónde están, y ellos estaban con su padre, para mí él es el asesino de mis hijos y hasta que no me demuestren lo contrario eso es lo que pienso".

La mujer, con semblante serio y flanqueada por su hermano y su madre, indicó que aunque "las leyes están puestas de manera que no se le puede acusar de asesinato hasta que no se encuentren los cuerpos, yo sí lo puedo acusar".

Preguntada por su cambio de discurso -durante meses mantuvo que los críos estaban vivos y con otra u otras personas que los tenían supuestamente retenidos-, Ortiz aclaró que "siempre he tenido el convencimiento" de que José Bretón es "un asesino".

En este punto, la madre de los críos desaparecidos apuntó que "el día 8 de octubre sabía que no volvía a ver a mis hijos y mientras que no me demuestren lo contrario, ha pasado lo que ha pasado, aunque haya gente a la que no le guste lo que yo piense o diga, pero nadie me puede prohibir pensar lo que pienso".

Ruth Ortiz arremetió contra la familia Bretón, de la que considera que "no dice la verdad". Así, la onubense aseguró que "ellos han tapado al monstruo de Las Quemadas" (en clara referencia al padre de sus hijos, encarcelado en la prisión cordobesa de Alcolea y único imputado en la causa) "toda la vida; es lo que han hecho siempre, tapar cómo es él verdaderamente y ahora no lo van a destapar". Sobre la esperanza de que José Bretón finalmente acabe confesando qué ocurrió con los niños, indicó que "él tampoco va a destaparse porque lleva 39 años haciendo lo contrario".

Siguiendo con sus ex suegros y ex cuñados, manifestó que la familia "no es buena gente y el que nace mala persona, mala persona se muere; a esa gente no se le puede pedir que cambie de condición ahora".

Ortiz señaló que el auto del instructor de la causa, José Luis Rodríguez Laín, "está muy bien" y, aunque reconoció no haberlo leído al completo, sí afirmó que "no está demostrado que haya más personas implicadas, es sólo una posibilidad". Asimismo, subrayó que "le estamos muy agradecidos" al juez titular del Instrucción 4 de Córdoba, porque "es lo mejor que nos ha pasado en toda esta pesadilla, ésa es la mayor suerte que hemos tenido".

En relación a José Bretón, expresó que "no quiero decirle nada porque estoy viuda y a las viudas no se les pregunta por los maridos muertos".

Entretanto, anunció que seguirá en la brecha porque "una madre nunca deja de luchar por sus hijos; si la madre del monstruo es capaz de mentir por su hijo, yo soy capaz de cualquier cosa por los míos, excepto mentir". Ruth Ortiz indicó finalmente que es por ellos, por sus dos pequeños, por los que mantiene las fuerzas: "Ellos estaban y ya no están, pero por ellos se sacan las fuerzas de donde sea".