La eliminación de la continuidad asistencial, un complemento que le reporta a cada médico cerca de 200 euros por cada tarde que trabaje fuera de su horario laboral, será la gota que colme la paciencia de algunos jefes de servicio y de directores de Unidades de Gestión Clínica (UGC) del Hospital Reina Sofía. Las primeras dimisiones de los altos cargos del centro sanitario llegarán una vez que se haga efectiva esta medida, que forma parte del modelo de aplicación de la jornada de 37,5 horas que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) pretende poner en marcha. Así lo avanzó ayer a El Día uno de los propios jefes de servicio consultados, que abundó en la notable pérdida de poder adquisitivo que acarreará este nuevo recorte en el colectivo médico, el más castigado por los últimos ajustes de la Junta de Andalucía. Este nuevo ajuste se sumará a otros como la reducción del sueldo en un 10% y la pérdida de otros complementos adicionales a su salario.

Según las estimaciones aportada por las fuentes a las que accedió este periódico, en torno a un 10% de los jefes de servicio ya han comunicado en círculos muy cerrados que renunciarán al puesto de responsabilidad que desempeñan cuando la dirección del Hospital dé la orden de que la jornada de tarde corra a cargo de los facultativos que tengan que completar las 2,5 horas de más que establece el decreto. El SAS dejará de pagar en ese momento por este servicio, ya que el facultativo que desarrolle este trabajo lo hará para cumplir sus 37,5 horas y, por tanto, no supondrá un coste adicional a las arcas públicas. El ahorro para el Gobierno autonómico en este capítulo será de alrededor de 7,5 millones de euros entre los tres hospitales de la provincia -el Reina Sofía; el Infanta Margarita, (Cabra) y el Valle de los Pedroches (Pozoblanco)- si se toma la referencia del importe abonado en los últimos años.

La asamblea de médicos será el principal beneficiario del giro de timón de algunos jefes de servicio, ya que tomará oxígeno y fuerza a la hora de elevar sus reivindicaciones, pues los altos cargos son prácticamente los únicos sanitarios que el SAS tiene de su lado. Los representantes del colectivo del Reina Sofía, respaldados por sus compañeros, ya han pedido en numerosas ocasiones la dimisión de los jefes de servicio y los directores de las UGC. Hasta el momento, el único gesto de complicidad que han tenido con ellos ha sido la redacción de una carta de rechazo a los ajustes -económicos y laborales realizados por la Junta-. Los que no harán efectiva su renuncia al cargo se escudan en que pueden servir de "mediadores" con la Administración.

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