El Juzgado de Instrucción número 2, en funciones de guardia, decretó ayer prisión provisional, comunicada y sin fianza para una mujer detenida por supuestamente matar a su pareja y ocultar el cadáver durante meses en la vivienda que ocupaban, situada en el número 3 de la plaza de la Fuenseca. La decisión se tomó después de que la mujer pasara a disposición judicial ayer por la tarde tras haber sido detenida el viernes por la mañana por la Policía Nacional. De momento, permanecerá en la prisión de Alcolea mientras se desarrolla la instrucción, según comunicó el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

El arresto tuvo lugar sobre las 10:00 del viernes en el lugar donde habrían ocurrido los hechos, una vivienda situada frente al cine de verano. Fuentes de la investigación informaron de que los agentes precisaron de la ayuda del servicio de bomberos para acceder a la vivienda, ya que ésta se encontraba cerrada con candado, y para sacar el cuerpo del hombre, que permanecía oculto bajo escombros en estado de descomposición.

Los investigadores encuentran en el lugar de los hechos un arma blanca

El hallazgo se produjo después de que la Comisaría iniciara una investigación tras la denuncia de la desaparición por parte de la familia de un hombre a finales del mes de enero, que los agentes relacionaron con el hallazgo del cuerpo a falta de los resultados oficiales de la autopsia. Los efectivos, además del cadáver, encontraron una mancha de sangre y a la mujer por el lugar, lo que levantó las sospechas de la Policía de que había sido una muerte violenta; en ese momento, se procedió a la detención de la sospechosa. Los agentes que investigan el caso desarrollan su trabajo con la máxima discreción, aunque fuentes consultadas por el Día adelantaron que la muerte violenta se abría producido con un arma blanca, que se habría encontrado en la inspección.

La presunta homicida y la víctima son personas conocidas en la Fuenseca. Los vecinos relataron ayer que tanto él como ella tendrían entre 40 y 50 años y llevaban ya algunos residiendo en la vivienda donde sucedieron los hechos. La casa, propiedad del banco, había sido ocupado hace varios años; algunos testigos los relacionaron con asuntos de drogas. Según las declaraciones recabadas entre residentes de la zona, a menudo se escuchaban fuertes discusiones, lo que requirió la presencia policial en más de una ocasión, y también fueron los agentes los que recomendaron a la mujer que denunciara un posible maltrato por parte de su pareja después de que ésta asegurara que le pegaba. Ambos eran conocidos tanto en la zona como en las inmediaciones, y a él se le podía ver hablando habitualmente con los vecinos o por la plaza de la Corredera. En cuanto a la mujer, relataron que no solía salir mucho de la casa pese a que se encontraba en ruinas.

Fue a partir de octubre cuando se empezó a percibir un hedor muy fuerte. Los vecinos pusieron en conocimiento de las autoridades competentes, en más de una ocasión, ese mal olor que inundaba la plaza y que en un primer momento no relacionaron con el número tres de la misma plaza. Testigos y conocidos de la pareja explicaron que cuando dejó de verse al hombre pasar por la zona la ahora detenida explicaba que estaba en Sevilla, ciudad de donde era originaria la víctima. Fuentes consultadas por Efe señalaron que existía una denuncia que la detenida puso en 2014 al fallecido, quien en febrero de 2015 fue absuelto judicialmente. Aquello supuso para el ahora fallecido la prohibición de aproximación y comunicación con la sospechosa.

Mientras tanto, en una de sus actuaciones, la Policía ya había cerrado la puerta de la casa con un candado, dado que la vivienda estaba siendo ocupada ilegalmente, por lo que pudo verse a la mujer intentando acceder a la misma a través de la ventana en compañía de otro hombre.

Tal y como confirmaron fuentes de la investigación, la familia de la víctima había puesto una denuncia por desaparición a finales de enero, lo que llevó a la Policía Nacional a inspeccionar la plaza al tener constancia de que ésta solía frecuentarla. Fue el viernes cuando los agentes entraron en el domicilio y encontraron el cadáver y a la supuesta homicida y cuando los testigos presenciaron la detención, momento en el que ésta, supuestamente, se habría derrumbado y habría confesado la autoría del crimen. El Instituto Anatómico Forense está inmerso en las tareas de la autopsia para determinar las causas de la muerte del varón, así como cuánto tiempo llevaba sin vida oculto en la vivienda. De la misma forma, los agentes encargados de la investigación continúan recabando datos para determinar cómo se produjeron los hechos.