Ríomundi

Hoy puede ser un gran día, plantéatelo así

  • El festival internacional de experiencias Ríomundi completa una exitosa jornada que fue de menos a más por una inesperada lluvia que se autoinvitó a la cita

Joaquín Sabina pasará por Córdoba -Dios mediante y si su salud no vuelve a jugarle una mala pasada- el próximo 30 de junio. Ese día, desde la Plaza de Toros, lugar en el que musicalmente lo negará todo, hasta el Guadalquivir llegarán los acordes de su ¿Quién me ha robado el mes de abril?. Y el viejo río Betis tendrá un déjà vu y recordará ese 8 de junio de 2018, un día marcado a fuego en su calendario, por ser el del inicio del macrofestival internacional de experiencias Ríomundi, celebrado en su entorno. El Guadalquivir recordará que ese día él también se preguntó quién le había robado, en esta ocasión, el mes de junio. Se lo preguntó porque su mente de agua jamás se atrevió a pensar que vería como la inauguración de Ríomundi iba a estar empañada por esas inclementes gotas que le dan la vida.

Ese 8 de junio de 2018 el río fue testigo de cómo, por culpa de ese líquido elemento contra el que el Ayuntamiento no había enviado sus naves a luchar, se suspendían las actividades deportivas programadas para la tarde. Ríomundi se quedaba así sin un viernes de piragüismo, fútbol americano, taekwondo, judo y voley playa, así como fue testigo de una mojada inauguración, a la que asistió hasta el embajador de India en España, Venkatesh Varma Ambassador. Y no perdió detalle de que mientras el edil de Turismo, Pedro García, otras autoridades y representantes de los artesanos, los hosteleros y otros sectores participantes en Ríomundi se daban una vuelta por esas zonas en las que estaban repartidos los escenarios, las ganas de fiesta eran infinitas en una de sus orillas, en la que el Distrito Sur celebraba, dentro del macrofestival, como si de una pequeña sucursal de Woodstock se tratara, el Día de la Vecindad.

El viejo y a la vez siempre joven Betis se contagió de la fiesta espantando a esa lluvia que se había autoinvitado mientras sus aguas movidas por el viento parecían diseñar la partitura del Hoy puede ser un gran día,de Serrat. Y se lo planteó así hasta tal punto que -como también cantará Sabina en Córdoba el próximo 30 de junio-, esas aguas del Guadalquivir compusieron otra partitura, la de Nos sobran los motivos. Nos sobran los motivos -parecía decir- para que corra la fiesta en una cita con más de un centenar de actividades musicales, gastronómicas, artesanales, medioambientales y deportivas.

A medida que la claridad iba dando paso a las estrellas, el viejo Betis iba recibiendo a más y más gente repartida en cada una de las ocho zonas -coronadas cada una por un escenario- que delimitan geográficamente esa cita de lo más cosmopolita. Hubo quien se sintió como si estuviera viviendo a las orillas del Hudson y el Támesis, en la Ronda de Isasa; a las del Mississipi, en el Balcón del Guadalquivir; a las de el Nilo, en el entorno de la Calahorra; a las del Sena, en el Sojo Ribera; a las del Amazonas, en la acera del río; a las del Ganges, también la orilla del Guadalquivir; y como no, a la orilla del propio Guadalquivir, en Miraflores,

Los escenarios iban atrayendo a más y más gente cuando, con retraso, pero fieles al guión, empezaron a pasar por ellos los artistas prometidos. Ese guión marcaba que en el Hudson actuarían los Dj´s Avanty, Fran Deeper, James Rod, Rayko, The Black Evolution, Acapulco Beach y Dina Mussa, mientras que en el Támesis debían de hacer lo propio Seven Lives -interpretando versiones de pop británico- y Los Escarabajos -rindiendo un especial tributo a The Beatles-.

También marcaba que en el Mississipi lo debían dar todo Marcos Elvis, Lindi Lovers Swing Córdoba, Red Bear, John Nemeth and the Bluedreamers y Sr. Blues; al igual que Miriam Toukan y Kilema, en el Nilo; y Van Moustache, La Dame y Mapping, en el Sena. En el Amazonas los encargados de la salsa musical debían ser Coco Malangào; y en el Guadalquivir, los Aslándticos. Y en la zona del Ganges había programado un taller de baile indio impartido por Bely Gandhara y un espectáculo de Bollywood Dance a cargo del grupo Sunny Singh. Ese 30 de junio, cuando el Guadalquivir escuche a Sabina recordará que el 8 de junio se planteó que podía ser un gran día, y vaya si lo fue.

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