Córdoba

Emisarios de la cocina

  • El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, preside la designación de los más de 20 embajadores cordobeses de la Capitalidad Iberoamericana de la Cultura Gastronómica

A partir de ahora tienen que dar a conocer, promocionar, vender y ensalzar las mil y una bondades de la cocina cordobesa allá dónde estén. Son los embajadores de Córdoba, Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica, un título que ostentarán a lo largo del presente ejercicio. Los más de 20 emisarios elegidos recibieron ayer la distinción en un acto que se celebró en el Palacio de Viana y que contó con alguna que otra notable ausencia, entre ellas, la de la baronesa Thysen-Bornemisza, Carmen Cerveza, el ministro de Industria, José Manuel Soria, el periodista Carlos Herrera, el escritor Antonio Gala, el portero cordobés Pepe Reina o el consejero de Turismo, Rafael Rodríguez. No obstante, todos ellos mandaron a un representante en su lugar.

Córdoba ha recibido el reconocimiento de Capital Gastronómica por ser una ciudad milenaria, poseer el segundo casco histórico más grande de Europa, tener el mayor espacio urbano del mundo declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y reunir culturas y cuatro gastronomías (romana, árabe, judía y cristiana). Esta designación de marca ha sido creada por la Academia Iberoamericana de Gastronomía, a través de la cual se otorga un reconocimiento a la excelencia gastronómica y Córdoba ha sido la primera ciudad elegida. A todos estos factores aludió el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, durante su intervención.

El ministro también recibió el título de emisario de la Gastronomía Cordobesa y consideró que "ser embajador de un gran producto es muy fácil". Para Arias Cañete, "la gastronomía es un pilar de dos sectores clave: el alimentario y el turístico". Así, recordó que de los millones de turistas que visitan España, más de un 6% lo hacen por la diversidad "de nuestra oferta gastronómica y la calidad de los productos de nuestra dieta mediterránea". Arias Cañete, que en modo anecdótico confesó que es de buen comer, subrayó gran parte de los entresijos de la cocina cordobesa. Así, recordó que la gastronomía local ha integrado "muchas culturas". Cada pueblo, continuó, "dejó su huella". "Mi embajada es fácil y mi compromiso firme", incidió y añadió que la designación de Córdoba como Capital Gastronómica Iberoamericana "es un gran título para una ciudad a la que Góngora llamó flor de España". Para el ministro, no hay ningún otro lugar en el mundo iberoamericano que presente mejores credenciales que Córdoba para encabezar la lista de esta nueva"marca. No se olvidó Arias Cañete de recordar que la provincia cordobesa cuenta con reconocimientos de la calidad específica de los productos "que ofrece esta tierra generosa".

Señaló que la provincia cuenta con diez Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas, entre las que se encuentra el vino Montilla-Moriles y apuntó que la provincia dispone de otras dos Indicaciones Geográficas Protegidas de vinos y una bebida espirituosa, más cinco denominaciones de origen de aceite de oliva virgen extra, una de jamón ibérico y otra, que se encuentra en tramitación, de vinagre. Por todo ello, Arias Cañete reiteró su firme compromiso "para defender, con convicción, la calidad extraordinaria de la gastronomía de una ciudad que es un verdadero crisol de culturas, entre las que destaca la forma especial de compartir y disfrutar de los alimentos",

Buena parte del trabajo de que Córdoba ostente este título ha recaído sobre el presidente de la Real Academia de Gastronomía, Rafael Ansón, quien señaló que fueron los ochos países que forman parte de la Academia Iberoamericana de Gastronomía los que acordaron de manera unánime que Córdoba fuese la primera ciudad en contar con esta distinción a lo largo de 2014.

Para corroborar la apuesta de los países iberoamericanos por Córdoba, el acto contó con la presencia de representantes de las embajadas y cónsules de Uruguay, Cuba, Colombia, México y Perú, que también recibieron su preceptivo diploma como embajadores. En nombre de todos ellos habló el embajador de Uruguay, Francisco Bustillo, quien aseguró que "no es causalidad que Córdoba reciba esta designación cuando tiene restauradores con la estrella Michelín". Por ello, aseguró que "trataré de llevar esta distinción con todo el honor".

Otra de las ausencias en el acto fue la de la consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Elena Víboras Jiménez -que también recibió su diploma-. En su nombre acudió la directora general de Calidad, Industrias Agroalimentarias y Producción Ecológica de la Junta, Ana María Romero, quien afirmó que la Capitalidad Gastronómica de Córdoba también servirá para que "Andalucía salga de nuestras fronteras".

Pero quien puso la nota más entrañable del acto fue, sin duda alguna, el periodista César Lumbreras, quien no tuvo reparos en relatar parte de la historia de su familia, acordarse de su abuela y ofrecer el discurso en nombre de todos los embajadores. A pesar de haber nacido en Ávila, este periodista -especializado en temas agroganaderos y con una dilatada trayectoria profesional- detalló que cada vez que su casa había productos cordobeses "era sinónimo de fiesta y tradición". Lumbreras contó que su padre acudía a Córdoba dos veces al año y compraba numerosos productos. Entre ellos, una botella de vino de la actual denominación de origen Montilla-Moriles. Su padre se encargaba de colocar la botella en el pozo, un hecho que "significaba que era fiesta", destacó.

Otra de las paradas que hacía el padre de Lumbreras cuando viajaba hasta Córdoba era "para en Los Pedroches para comprar jamones y era una para obligatoria". En su conclusión, el periodista y nuevo embajador de la cocina cordobesa aludió a su abuela, que falleció hace poco con 110 años. Su secreto, confesó, era "comer de todo, pero poco". Por ello, concluyó, "brindo a la salud de la gastronomía". El alcalde, José Antonio Nieto, tampoco perdió la oportunidad de ensalzar la gastronomía cordobesa y la importancia del hecho que de Córdoba sea Capitalidad Gastronómica. Así, consideró que "para Córdoba es tremendamente necesario conseguir posicionarse en el mundo y difundir nuestra oferta en todo el mundo". Nieto manifestó que éste último aspectos se ha conseguido "estabilizar, con la recepción de turistas, el incremento del gasto medio y, de forma leve, pero consolidada, en el incremento de pernoctaciones. "La oferta gastronómica de Córdoba es uno de los elementos más sólidos de la oferta turística de la ciudad y, por ello, se trabaja con todo el esfuerzo desde el Ayuntamiento para lograr los mayores resultados y frutos posibles", anotó. El primer edil también aludió al trabajo que desarrollarán a partir de ahora los embajadores y manifestó que apoyan "uno de los sectores más dinámicos y activos, pero con más futuro, como es la gastronomía cordobesa".

Pero estos emisarios no sólo promocionarán la cocina de la capital, sino también la de toda la provincia. Al respecto, la presidenta de la Diputación, María Luisa Ceballos, comentó que la distinción "refleja que en la provincia hay productos excelentes, fundamentalmente vinculados a las Denominaciones de Origen, además de otros productos como la naranja y los dulces".

El guitarrista Vicente Amigo, la diseñadora Juana Marín, el extorero Manuel Benítez El Cordobés, el presidente de Google España, Javier Rodríguez Zapatero, los chefs Paco Morales, Celia Jiménez y Kisko García, junto al catedrático de Medicina Francisco Pérez Jiménez son el resto de los embajadores que tendrán que promocionar la rica gastronomía cordobesa.

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