Tras la subida de la tasa de la basura una media de 34 euros a partir de 2024 en Córdoba, la tarifa del agua finalmente también sufrirá una subida que rondará la inflación subyacente -la que no tiene en cuenta ni los precios de la energía ni la de los alimentos no elaborados y suele ser más elevada que el IPC-, que el pasado mes de octubre fue del 5,2%. 

La Empresa Municipal de Aguas de Córdoba pretende tener aprobado el proyecto de ordenanzas esta semana, según adelantó ABC y ha confirmado El Día y ya había asegurado el alcalde de la ciudad, José María Bellido, que afirmó hace apenas dos semanas que se estaba trabajando en esa subida de acuerdo a la inflación. La propuesta tendría el objetivo de "garantizar la estabilidad de la empresa y sus costes financieros" tras pasar de unas cuentas que generan beneficios a unas "saneadas y en equilibrio". Además, la sequía hace que Emacsa tenga que poner en marcha actuaciones especiales para hacer frente a la situación. 

Con todo ello, se espera que la subida alcance ese 5% de media para los usuarios en la ciudad. Según explica el documento, la factura de 14 metros cúbicos cada bimestre, incluyendo la cuota fija y cuotas variables tanto de abastecimiento como de depuración, es de 28,35 euros con las nuevas tarifas, frente a 27,02 de la última tarifa, de 2020. Por tanto, el incremento de una factura de todo el ciclo urbano del agua para un consumo de 14 metros cúbicos/bimestre es de 4,92%. 

Pagará más quien consuma más

Las cuotas variables pasarán a tener cuatro tramos -antes tenían tres-, lo que hará que el pago de la factura del agua se convierta en aún más progresivo: pagará más el que consuma más. En la nueva ordenanza, el bloque I de consumo que hasta 2023 oscilaba entre los 0 y los 18 metros cúbicos por vivienda en un periodo de dos meses, con un precio de 0,7930 euros, pasará a situarse entre el 0 y los 14 metros cúbicos, con un precio de 0,8327 euros. El bloque II, se situaría ahora entre los 14 y los 30 m3, con un precio de 1,0825 euros; el bloque III, entre 30 y 60 m3, 1,2907 euros; y el bloque IV, más de 60 m3, 1,5405 euros por m3 al bimestre. El cuarto tramo se incluye "para incentivar el ahorro" y en la búsqueda de "un consumo responsable". 

Para intentar contrarrestar la subida del precio, las bonificaciones que se aplican a determinados colectivos sociales también sufren cambios. Las familias en riesgo de exclusión social, las familias numerosas, los jubilados y pensionistas, desempleados, dueños de patios y los que cambien su factura a digital tendrán ciertas bonificaciones. En primer lugar, la nueva ordenanza ha incrementado las reducciones por acceso a Mínimo Vital de 3 metros cúbicos/mes a 4 m3/mes por habitante y ajusta los tramos del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem), por los que más personas podrán acogerse a este tipo de ayudas. 

Mantiene la bonificación al 100% de la cuota de abastecimiento y saneamiento para contador de hasta 2,5 m3/h de caudal permanente. Los demás colectivos disfrutarán de un descuento del 50% que se aplicará hasta los 30 metros cúbicos al mes en vez de hasta los 18 como se hacía hasta ahora. 

La nueva ordenanza incorpora una reducción en cada factura bimestral de 0,50 euros por cambio a la factura digital. A día de hoy sólo el 12% de los clientes han aportado su correo electrónico y el coste de impresión de una factura es de 0,048 euros por cada una, el coste de reparto adjudicado en la reciente licitación es de 0,21 euros por factura para reparto local. Además, se amplía de seis a 12 meses la renovación de documentación y establece una ayuda de 500 euros -antes era de 240- por cada vivienda que independice el suministro de la comunidad. 

Además, como medida de apoyo a los cuidadores de los Patios de Córdoba que abren para el concurso de mayo, se ampliará la reducción del 50% de la cuota al bloque III de las cuotas variables con una duración de un año, renovable por la participación en el concurso. 

Situación financiera de Emacsa

Aunque la empresa previsiblemente finalizará 2023 en situación de "equilibrio financiero", el deterioro progresivo de los ingresos y los gastos en los últimos ejercicios desembocará "de manera inevitable" en un escenario de desequilibrio en el caso de no tomar las medidas necesarias para el ejercicio 2024 y siguientes.

La evolución de la cuenta de resultados en los últimos 10 años ha sido de descenso paulatino de beneficios, pasando de 8,7 millones de beneficio en 2014 a una previsión para el cierre del 2023 en torno a cero euros.