Reza un dicho popular que a los hombres (y a las mujeres) se les conquista por el estómago. Quizás por eso cada vez que se quiere fomentar la interculturalidad y el diálogo entre culturas se organiza una degustación de platos típicos de distintos países. Y es que, sin duda, es una de las mejores maneras de acercar a ciudadanos procedentes de diversos lugares del mundo.

El consejo del Distrito Sureste, conocedor de la diversidad cultural que la capital está adquiriendo en los últimos años, propuso como lema para la Velá de la Fuensanta de este año Intercultural: vecinos y vecinas del mundo. Así, y para hacerlo efectivo, ayer se organizó, ente otras actividades, una degustación gastronómica en la plaza del Pocito, que a pesar de la lluvia tuvo una participación de más de un centenar de personas.

Algunas de las recetas que se pudieron probar fue cous-cous de Marruecos, licor de Api y empanadillas de queso de Bolivia, así como la tradicional tortilla de patatas y salmorejo propios del país. La organización esperaba una mayor participación por parte de los usuarios de las ONG Córdoba Acoge y Apic, con las que se puso en contacto para ofrecer una mayor variedad de platos, sin embargo "problemas de diversa índole, como el idioma", terminaron por reducir la degustación a los cinco platos citados.

La encargada del cous-cous fue Assia Hamlich, que lleva en Córdoba desde 2006. Esta marroquí, que elaboró comida para un centenar de personas, vino a España para buscar trabajo al igual que su compañera de fogones, Cinthia Ocampo. Ambas aseguraron que la convivencia y el trato con los cordobeses en este tiempo ha sido "muy bueno", algo a lo que ha ayudado que "algunas tradiciones y costumbres de Córdoba son similares" a las de su país, según Ocampo. La jornada sirvió para poner en contacto a los ciudadanos con otras formas de pensar y de vivir, objetivo de la Velá 2008.

Además, ayer se iniciaron todas las actividades deportivas, excepto la de juegos del mundo, que se suspendió por la lluvia. Por la noche, la música de la orquesta Minerva y el humor de Manolo Sarriá, ex miembro del Dúo Sacapuntas, pusieron el broche de oro a una jornada en la que la lluvia impidió que el segundo día de fiesta se celebrara con un mayor esplendor. Menos mal que para hoy el tiempo mejora.