Paco Molina desapareció en Córdoba el 2 de julio de 2015 a la edad de 16 años. La última pista de su paradero la recogió una cámara de la estación de autobuses. Casi nueve años después, la familia sigue sin saber nada de él. Como Paco, lamentablemente son muchos los menores y adultos que desaparecen al año. Por eso cada 9 de marzo se celebra en España el Día de las Personas Desaparecidas sin causa aparente.

Esta fecha está muy marcada en el calendario por aquellas familias que a diario luchan contra la desaparición de un ser querido. En Córdoba se ha celebrado este lunes 11 de marzo con una concentración llevada a cabo a las puertas del Ayuntamiento. Sobre los escalones de la entrada del Consistorio, un mural con los carteles de los rostros, nombres, edades y fecha de desaparición de 34 personas cuyo paradero es indescifrable por el momento han recordado a esas personas que de un día para otro abandonaron la vida junto a sus seres queridos.

Según la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas, organizadora de esta concentración, en la provincia de Córdoba hay ocho personas cuyo paradero se desconoce. Tres de esos nombres han lucido en el mural: Rafael Muriel García, desaparecido a los 57 años en Adamuz; Ángeles Zurera Cañadillas, de Aguilar de la Frontera y a quien se le perdió la pista con 42 años; y Paco Molina Sánchez, cuyo caso ha tenido más repercusión desde su desaparición por ser menor de edad y contar con una familia que no ha parado de mover cielo y tierra para encontrarlo.

Isidro Molina y Rosa Sánchez, padres de Paco, han sido los encargados este lunes de leer el manifiesto por el Día de las Personas Desaparecidas sin causa aparente. Un día "especial" en el que todas las voces de los familiares que están buscando a algún ser querido se "unen" con el fin de "recordar" a quienes les faltan: "Queremos transmitir a toda la sociedad lo que supone tener un ser querido desaparecido sin conocer su paradero ni saber si está o no con vida", ha explicado Rosa.

Isidro Molina y Rosa Sánchez atienden a los medios en la concentración.

Llenos de "incertidumbre" y condenados a "un terrible sin vivir", los padres de Paco Molina en representación de los desaparecidos de Córdoba y España han reivindicado los "derechos de las personas desaparecidos" y "la lucha de familiares y asociaciones" que han conseguido, entre otras muchas cosas, tener el Centro Nacional de Desaparecidos de España y unos cuerpos de seguridad del estado que "están mejorando sus protocolos de búsqueda", aunque las familias piden "algo más, como que sigan buscando y los traigan de vuelta a casa".

"Vamos a continuar demandando respuestas a la clase política les pedimos que los derechos de los desaparecidos no puedan ser ignorados por más tiempo y tampoco los protocolos de los familiares que sufrimos su ausencia. Reclamamos que el estatuto de la persona desaparecida lo tramite, sin más demora, como ley en las Cortes Generales. Tenemos la confianza en los ciudadanos y a los medios de comunicación les pedimos que no nos olviden y mantengan viva la esperanza de reencontrar a nuestros seres queridos. Te seguimos buscando y te seguimos recordando todos", ha concluido el manifiesto leído por Rosa Sánchez.

El caso de Paco Molina, el más sonado

El próximo 2 de julio de 2024 se cumplirán nueve años desde que Paco Molina se marchó sin dejar rastro una noche en la que supuestamente había quedado con unos amigos en el Centro de Córdoba. Desde entonces, Isidro y Rosa no han parado de exigir colaboración ciudadana y que la búsqueda de su hijo no cese. De hecho, como ha explicado el padre en este Día de las Personas Desaparecidas sin causa aparente, a día de hoy "la policía sigue trabajando y está haciendo actualizaciones", algo que les da "tranquilidad".

"Hace unos años una chica apareció llamando al timbre de la puerta de su casa tras 11 años desaparecida", ha precisado Isidro con el objetivo de hacer hincapié en que "no existe ninguna estadística" en la que haya que bajar los brazos con respecto al tiempo de desaparición de cualquier persona puesto que hay "algunos que desaparecen y vuelven a los pocos días y otros que tardan años".

Acompañados siempre del apoyo familiar, los padres de Paco Molina se han convertido en unos referentes en la lucha por defender la dignidad de las personas desaparecidas. De hecho, son rostros importantes para "dar energía y apoyo" a otras familias que se encuentran en la búsqueda de un familiar. "Nunca te puedes imaginar que esto te pueda pasar a ti", ha recordado Rosa, quien ha aconsejado que se de "toda la información a los investigadores" que se tenga sobre una persona desaparecida para que la encuentren cuanto antes.