El concejal de Ciudadanos David Dorado ha protagonizado este lunes, 29 de agosto, uno de los episodios más esperpénticos que se recuerdan en Capitulares. Tras inaugurar el curso político con un mensaje difundido en redes sociales a primera hora de la mañana donde anunciaba su paso al grupo de no adscritos y, entre críticas muy duras al alcalde, dejaba el cogobierno roto en el momento decisivo del mandato, se iba a la cama con una súplica de revocación remitida a los concejales del grupo de Cs y al secretario general del Pleno, Valeriano Lavela.

Entre medias de ambos momentos, 13 horas de combate en grupos de whatsapp y despachos con imprevisibles consecuencias para lo que queda del mandato, que acaba el próximo mes de mayo con la cita ante las urnas. Lo único claro es que el curso político arranca absolutamente empantanado como resultado de una jornada esperpéntica.

En torno a las 09:00, Dorado anunciaba a través de sus redes sociales su renuncia “para continuar investigando, colaborando con la justicia y hablando” sobre “el presunto mayor caso de corrupción del Ayuntamiento”, el llamado caso Infraestructuras, y pedía además la dimisión del alcalde, José María Bellido. A través de un vídeo, el concejal recordó que la “documentación que acredita” la supuesta trama de adjudicación de proyectos a determinadas empresas en la Delegación de Infraestructuras que él denunció está “en manos de la Fiscalía y ahora también de un juez”.

El final del vídeo era decisivo: “A la vista de lo que me rodea y como prueba de que mi motivación es servir a los demás y no servirme de los demás, renuncio al sueldo de portavoz de Cs, renuncio a formar parte de un grupo de arrodillados que anteponen su sueldo a la verdad y la justicia”.

Qué pasó desde ese momento, tras un ataque tan furibundo, no ha trascendido. Pero sí lo hizo, a última hora de la noche de este lunes, un escrito remitido por el propio Dorado a los concejales del grupo de Cs y al secretario general del Pleno solicitando la revocación de sus decisiones. Dorado explica, únicamente, que “los responsables del partido Cs” le han pedido “insistentemente que revoque la decisión”, y ante estas súplicas acata la disciplina de partido.

Así, el edil solicita mantenerse en el grupo naranja y seguir siendo el portavoz del mismo. El cogobierno, por tanto, sigue respirando con un hilo de vida. Sí mantiene Dorado la renuncia a percibir la retribución económica correspondiente a este último desempeño, por lo que solicita que la baja en la Seguridad Social “sí debe quedar efectiva”.

Por la mañana, Cs Córdoba había expuesto en un comunicado que “la profunda deslealtad de este concejal hacia su grupo se ha manifestado en reiteradas ocasiones”, lo que “ha tenido como consecuencia una progresiva pérdida de confianza durante estos meses”. La formación manifestó también su “rechazo y el respeto más absoluto a los dos procedimientos judiciales que se están llevando a cabo”, e insistió en su “plena lealtad con Córdoba y con nuestro socio de gobierno”, en este caso, el PP, que terminó la jornada sin entrar a valorar el sainete.