Cruz Roja estabiliza sus ayudas por la crisis y atiende a 110.000 personas

Cruz Roja continua prestando ayuda y servicio a los cordobeses y en 2014 atendió a 110.078 personas -a través de sus diferentes programas de ayudas y actividades-, lo que representa un incremento del 2,5% respecto al año anterior, cuando el número de atenciones que prestó beneficiaron a 107.482 personas. La entidad humanitaria presentó ayer su balance anual, en el que dio a conocer las cifras de todos los programas que ofrece, así como sus beneficiarios. A pesar de este ligero incremento de personas atendidas entre ambos ejercicios, el presidente provincial de Cruz Roja, Antonio Rivera, reconoció que en los últimos dos años las prestaciones "se han estabilizado" en contraposición con el periodo que transcurrió entre 2008 y 2013, años centrales de la crisis económica y cuando se registró el mayor número de demandas asistenciales. No obstante, incidió en que "hay que hacer un esfuerzo diario para no desanimarse y seguir trabajando por los demás". Rivera destacó que "detrás de las cifras hay personas, familias, infancia, jóvenes y mayores que atraviesan situaciones muy difíciles y a las que nuestra organización conoce de cerca e intenta ayudar gracias al compromiso cotidiano de miles de ciudadanos anónimos".

Dos son los perfiles de personas a las que presta ayuda la entidad humanitaria en Córdoba a través de sus diferentes programas, según expuso el director de Intervención Social de Cruz Roja, Germán Ayala. Uno de ellos, detalló, responde al de familias que viven "en pobreza cronificada en los barrios de Las Palmeras, Las Moreras y Sector Sur". Según Ayala, con ellas resulta complicado "trabajar en su inserción laboral y, por ello, hay que trabajar antes en que consigan habilidades más básicas". El segundo perfil responde al de familias que antes de que estallara la crisis no tenían problema alguno. Es decir, eran "familias normalizadas" que comenzaron a sufrir los efectos de la crisis con la pérdida del empleo y empezaron a recurrir a las diferentes ayudas sociales, incluidas sus propias familias, hasta llegar a la Cruz Roja, detalló y reconoció que "es un trámite muy duro para ellos". Ante estos casos, continuó, "tratamos de que comprendan que ellos no son los responsables de la situación, sino que son víctimas".

Ayala detalló que ahora se trabaja "con planes trimestrales, por lo que se cubren más aspectos, como el gasto de los suministros y se trabaja también en la búsqueda de empleo", mientras que "antes se daba una respuesta inmediata" y algunas personas no volvían. Cruz Roja se encuentra desarrollando un nuevo marco de atención de personas, que va a suponer "un cambio metodológico y permitirá centrar la organización del trabajo en función de las personas", avanzó. Se trata de un programa que también va a permitir, según Ayala, "dar un giro a la intervención y ofrecer un servicio de acogida y atención integral". "Pensamos que vamos a tener mejores resultados y va a suponer una revolución organizativa", incidió.

Con todo ello, el balance de Cruz Roja pone de manifiesto que en 2014 la institución humanitaria dio respuesta en la provincia a numerosas peticiones de auxilio de ciudadanos que, hasta el estallido de la crisis, no se habían tenido que acercar nunca a ella. Así, las áreas incluidas en el programa Llamamiento de emergencia Ahora + que nunca (Extrema vulnerabilidad -alimentos y ayudas de primera necesidad-, Empleo y Cruz Roja Juventud -por la promoción del éxito escolar-) han acaparado el mayor volumen de prestaciones y atenciones. No obstante, aunque el Llamamiento contra la crisis marcó un año más la actuación de Cruz Roja, los servicios e iniciativas promovidos por la organización abarcan casi todos los sectores de población, desde mayores hasta infancia, pasando por personas con discapacidad, inmigrantes, refugiados, drogodependientes -el año pasado recibieron ayuda 331 personas-, mujeres en dificultad social -Cruz Roja atendió en 2014 a 1.450 féminas-, personas afectadas de VIH/SIDA, familias con escasos recursos económicos o incluso habitantes de otras zonas del mundo necesitadas de ayuda humanitaria y de programas de cooperación al desarrollo.