Sanidad

Cristina Vargas, trasplantada de pulmón: "Los verdaderos protagonistas de los trasplantes son los donantes y el equipo médico"

La gaditana trasplantada de pulmón Cristina Vargas.

La gaditana trasplantada de pulmón Cristina Vargas. / Juan Ayala

La Junta y el Reina Sofía han hecho este jueves balance de donación y trasplante de órganos relativos al pasado año. Un balance en el que han destacado que Córdoba se sitúa como una de las ciudades del mundo con la tasa más elevada de donantes y que el pasado año dejó en el Reina Sofía cifras históricas. Los y las profesionales del complejo sanitario llevaron a cabo 278 trasplantes de órganos y 169 de tejidos, números que, según relataron, sitúan a 2023 entre los años con más actividad trasplantadora en Córdoba. Esas cifras suponen un 6,5% más que las arrojadas en 2022.

En ese balance estaba presente Cristina Vargas Rosa, gaditana del Puerto de Santa María, quien fue operada para recibir un nuevo pulmón entre el 5 y el de enero de 2023, "el regalo de Reyes más esperado", destaca emocionada, sin poder articular palabra, al recordar que "ese día volví a nacer. Dicen que hoy soy la protagonista, porque voy a contar mi experiencia, pero no lo soy, los verdaderos protagonistas de los trasplantes, como el mío, son los donantes y el equipo médico, yo solo soy un eslabón más porque me han devuelto la vida".

A Cristina, quien cuando se trasplantó "estaba a punto de cumplir los 65 años", le diagnosticaron poco antes de la pandemia del Covid-19 fibrosis pulmonar idiopática. "Antes del trasplante vivía de día y de noche conectada a una máquina de oxígeno, me sentía siempre muy agotada, bastante agotada, me ahogaba, siempre con mucha tos y sufría muchas infecciones", cuenta sobre su estado de salud de entonces, que los médicos intentaban mejorar "enlazando un tratamiento con otro". "Hasta que no llegué al Hospital, en un tiempo en el que ya había en el mismo menos restricciones por el Covid, no supe lo que tenía", apunta.

Tras algo más de un año de su operación Cristina insiste en que "es algo duro, muy duro, pero veo la luz del sol todos los días; valoro mucho los días más que antes. Ahora mi prioridad es caminar, caminar y caminar, asearme y alimentarme bien para poder seguir bien". "Tengo que agradecerle a los donantes y al equipo médico lo que han hecho por mí y por todos", añade. Ella es una de las 80 personas que en 2023 recibieron un injerto pulmonar en el Reina Sofía de Córdoba, cifra tan solo superada en España por el Hospital del Vall d'Hebrón de Barcelona.

"Estoy mala desde antes de la pandemia. Empezaron a tratarme y me hicieron, durante muchos meses, todas las pruebas necesarias; luego estuve menos de un año en lista de espera", comenta. En ese menos de un año recibió tres llamadas del Reina Sofía urgiéndola a ir al hospital porque había un órgano que podía ser compatible con ella. A la tercera, el 5 de enero de 2023 fue la vencida. La primera de esas llamadas fue en noviembre de 2022 y la segunda, "el 30 de diciembre de ese año". Recuerda que esta segunda vez "estaba con mis hijas en Portugal, porque no las iba a ver el día 31 y me llevé la maleta hecha por si sonaba el teléfono". En estas dos ocasiones "toda mi familia salió corriendo para Córdoba".

Tras su experiencia, Cristina anima a todos los ciudadanos a que donen órganos. "Es una decisión muy personal, desde luego, pero a quien tenga en su mano decidir si donan o no un órgano le diría que somos muchos los que estamos viviendo gracias a ese tipo de generosidad", apunta. "Yo no soy quien para decirle a nadie lo que tiene que hacer, pero sí agradezco que he tenido la oportunidad de vivir gracias a los donantes", insiste.

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