Lo peor de la crisis, la fase más dura, aún está por llegar. Ese es el mensaje que lanzó ayer el informe Previsiones Económicas de Andalucía, un documento que se elabora en el servicio de estudios de Unicaja y que detecta que la provincia de Córdoba puede darse con un canto en los dientes. Según el informe, el conjunto de la riqueza de todos los ciudadanos de Córdoba, su Producto Interior Bruto, creció en 2008 de forma simbólica durante el cuarto trimestre, un 0,1%, siendo la única provincia de toda la comunidad autónoma que acabó el año sin números rojos (Sevilla tampoco registró un crecimiento negativo manteniéndose en el incremento cero). El cómputo de todo el pasado ejercicio asegura que el incremento global fue del 1,6%.

La profundidad de la caída es de mucha relevancia puesto que Córdoba acabó 2007 y 2006 con un crecimiento positivo del 3,2 %. Sin embargo, el informe alerta de que la crisis -ya ocurrió en la de 1993- tardará en llegar a Córdoba pero se reproducirá aquí con la misma intensidad que en otras zonas donde el descoyunte es de alta intensidad. Particularmente grave es la situación algunas provincias del litoral andaluz, donde la crisis del sector inmobiliario más el impacto en otras actividades, como el turismo y el ocio, han generado un efecto en cadena en toda la economía.

Según el servicio de estudios de Unicaja, el crecimiento negativo previsto para el ejercicio en curso alcanza un 2,7%, tres décimas más que la media andaluza. Dentro de lo malo, no es lo peor. Existen provincias particularmente castigadas por la crisis, como Almería, donde se estima que el crecimiento negativo sea del 5% o Huelva, con un 4%. Unicaja calcula la temperatura económica: la media andaluza es de un -58,5. A Córdoba se le asigna un -33,3. Tiene fiebre, sí, pero todavía no tiene alucinaciones.

Analistas Económicos de Andalucía considera que la destrucción de empleo ha sido menos acusada en Córdoba que en el resto de la comunidad. Ello no quiere decir que, a finales de 2008, haya ahora el doble de parados en la construcción o en la industria que a finales de 2009. Sin embargo, existen otras consideraciones. El servicio de estudios considera que, pese a las malas noticias, la retracción del mercado laboral enla provincia ha sido menor que en el resto de Andalucía. De hecho, se han producido datos aparentemente contradictorios: pese al incremento brutal de parados en la industria, se ha producido también un incremento anual del 7% en el número de personas ocupadas en este sector. El análisis de los datos implica también que lo peor del sector servicios está por llegar la bajada de ocupados no alcanzaba ni el 0,3% mientras que el número de parados había crecido un 62%.

La previsión económica es nefasta. Según el informe, la tasa del desempleo crecerá en torno a un 4,8% durante todo 2009. Ello implica que, si se cumplen las expectativas, a finales de este año el desempleo afectará a una cuarta parte de la población activa de la provincia que, además, no deja de crecer como consecuencia de la incorporación de personas jóvenes y mujeres. Fuentes de empleo, como el sector turístico, empiezan a sufrir. Según este mismo informe, la llegada de viajeros se redujo en un 5,7%. La razón se encuentra en el pinchazo del mercado nacional.