Córdoba le dice adiós a las mascarillas 701 días después
Salud Pública
Seguirán siendo obligatorias en hospitales, centros de salud, residencias de mayores y transportes públicos
La Junta aboga por una retirada "paulatina" de la mascarilla en interiores que permita analizar cómo se comporta la incidencia
19 de mayo de 2020: el Gobierno decreta el uso obligatorio de las mascarillas en espacios cerrados y al aire libre cuando no se pueda guardar la distancia de seguridad. 20 de abril de 2022: las mascarillas dejan de ser obligatorias también en interiores.
De una fecha a otra ha pasado un año, 11 meses y un día, aunque parezca media vida. 701 días de seguido tras los que cubrirse la boca ya no será un imperativo legal, a excepción de los lugares que el Consejo de Ministros determine en la reunión de este martes y una vez quede publicado en el BOE. Hospitales, centros de salud, residencias de mayores y transportes públicos son sitios en los que se mantendrá su uso obligatorio, mientras que los colegios y los comercios quedarán excluidos de esta lista, a la vez que las empresas podrán decidir por sí mismas qué hacer con sus trabajadores.
Entre medias, el Gobierno también aprobó la eliminación del uso de la mascarilla en exteriores el 25 de junio de 2021, para volver a exigirla el pasado 23 de diciembre como consecuencia de la explosión en el número de contagios provocados por la variante Ómicron. Vuelta a casa por Navidad, la mascarilla, la recuperación de esta medida suscitó la polémica entre los cordobeses por su "impopularidad" e "inutilidad", aunque quedó nuevamente suprimida el 10 de febrero, siendo estrictamente necesario en interiores.
Las contradicciones en la postura del Ejecutivo sobre las mascarillas, allá cuando Fernando Simón y Salvador Illa daban el parte, marcaron desde el inicio un debate de aceptación o no sobre la obligatoriedad de su uso. En las primeras declaraciones (26 de febrero de 2020), Fernando Simón trató de calmar las aguas revueltas que llegaban de Italia afirmando no tener "ningún sentido que la población se preocupe por tener mascarillas o no en casa", siendo solo "interesante" en los pacientes con sintomatología. Ya en el período de confinamiento, Sanidad se reafirmó en un tuit insistiendo en que "no es necesaria la mascarilla", en caso de estar sano (24 de marzo). El cambio de criterio llegó a mediados de abril cuando se empezó a recomendar su uso y, definitivamente, a principios de mayo cuando Salvador Illa insistió en la importancia de la "disciplina social y el uso obligatorio de mascarillas".
Después de dos años y 146.585 contagios notificados en la provincia -datos del Martes Santo, los últimos disponibles-, los planes pasan por levantar paulatinamente algunas de las restricciones que aún quedan, parte del proceso que se denominó "gripalización" de la pandemia o, dicho de otro modo, normalizar la situación. Si bien es cierto que la incidencia se mantiene por debajo de los 250 puntos, las muertes y los ingresos hospitalarios no cesan -seis y 17, respectivamente, en el último parte-, aunque la presión en la UCI es mínima con solo dos paciente.
Fuera de esta panorámica se encuentra el posible efecto de aumento que pueda tener la Semana Santa, para lo que habrá que esperar alrededor de dos semanas desde su finalización. Con esa incertidumbre en el aire, se vivirán las primeras jornadas sin mascarillas en interiores, y bajo una pregunta que responden los expertos, ¿es adecuado tomar esta medida de eliminar en el momento actual?
El doctor José María García Quintana, especialista del servicio de Medicina Interna del Hospital Quirónsalud Córdoba, indicaba hace una semana que "es necesario tener precaución y estar alerta ante una falsa sensación del fin del covid-19”.
Sobre las mascarillas, García Quintana recomendaba que "deben mantenerse sobre todo en pacientes de riesgo y en sus contactos estrechos, inmunodeprimidos, pacientes respiratorios, embarazadas y mayores de 65 años y siempre que no pueda garantizarse una distancia interpersonal de un metro y medio”.
Ante un "escenario de desconocimiento" sobre las "posibles circunstancias futuras del SARS-CoV-2, si desaparecerá o si se volverá estacional como la gripe, entre otras posibilidades", el doctor García Quintana advertía de la importancia de "hacer una llamada al sentido común". "Hemos recorrido un largo camino de pandemia y la prudencia debe marcar los cambios que permiten la evolución favorable de la enfermedad”.
La importancia de la prevención
"Han venido para quedarse medidas que no considerábamos tan importantes y son vitales: higiene de manos, mascarillas, espacios al aire libre…", consciente de que las medidas universales "cobran un valor incalculable para el covid y otras enfermedades, porque salvan muchas vidas", comentaba Inmaculada Salcedo, jefa del Servicio de Medicina Preventiva y Salud Pública del Hospital Reina Sofía y portavoz del comité de expertos en Andalucía, en un especial realizado por el Día con motivo los dos años de pandemia.
"El virus está controlado por la vacuna, aunque a lo mejor hay que revacunar; confío en que sean efectivas ante nuevas olas", destacaba entonces Inmaculada Salcedo, poniendo en alza "las medidas preventivas, que son baratas", pues "todo ha contribuido a que la enfermedad no se agrave; todo son escudos protectores que juntos hacen que la gente no muera y no enferme de gravedad, que no es poco".
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