Comercios de la Piedra Escrita acusan al Consistorio de llevarlos a la ruina

Los responsables de los establecimientos denuncian que llevan soportando siete meses unas obras "que se han demorado en exceso"

Estado de la calle Cárcamo.
Estado de la calle Cárcamo. / R. Gráfico: F. J. C.
F. J. Cantador

20 de diciembre 2017 - 02:32

Los comerciantes de la zona de la Piedra Escrita denuncian que llevan siete meses soportando unas obras, las de las calles Obispo López Criado y Cárcamo, que están llevando sus negocios "literalmente a la ruina", "y otros negocios han acabado cerrando", destacó ayer el presidente de la Asociación de Vecinos de San Agustín, Rafael Soto. El motivo de la demora de las obras es que en una primera fase la empresa municipal de aguas Emacsa procedió a levantar el pavimento para actuar en el saneamiento y, posteriormente, la Delegación Municipal de Infraestructura ha procedido a ejecutar actuaciones incluidas dentro del programa Mi Barrio es Córdoba.

"Es una vergüenza. Llevamos siete meses de obras para hacer una zanja y meter un cableado; he hecho una inversión en mi tienda de cara las fiestas navideñas y el Ayuntamiento me va a fastidiar bien, bien, bien", insistía el gerente de la confitería La Piedra Escrita, Antonio Pérez. "Es una pena que un negocio de 70 años se lo acaben cargando desde el Ayuntamiento por una mala gestión de las obras", destacó. "Si esta obra fuera en La Fuensanta ya estaría acabada", añadió el gerente de la confitería La Piedra Escrita.

"Tenemos una ruina muy grande con las tiendas cada día vacías, ya que aquí no viene nadie por cómo está de levantado el suelo. Además, tenemos que acompañar a la gente mayor a sus casas, porque no pueden entrar en los comercios y raro es el día en el que una persona mayor no se cae por cómo está la calle", apuntó Margarita Rivas, de Ultramarinos Pepe. "Pocos vamos a salir de esta, vamos a tener que cerrar; no entiendo cómo han acordado hacer esto en fiestas navideñas, que es cuando el pequeño comercio puede vender más", sentenció.

"Las obras hay que hacerlas, pero aquí ha habido una mala coordinación del Ayuntamiento, ya que han comenzó una obra, la de Emacsa, sin saber aún a quien iban a contratar para continuar la siguiente", relató Inmaculada Muñoz, quien regenta el estanco de la zona. "Aquí ya han cerrado tres establecimientos por culpa de la obra", reiteró. Carmen González, de Mercería Carmen, coincidió con las tesis del resto de comerciantes de la zona e insistió en que "la obra debería de haberse hecho en otros fechas y, por supuesto, no en tantísimo tiempo". Con este panorama, Rafael Soto pidió a la alcaldesa, Isabel Ambrosio, "que reciba a una comisión de afectados del barrio para ponerle a esto una solución de inmediato". Soto registró el pasado día 14 un escrito dirigido a Ambrosio para ello. "Si no nos escucha, cortaremos la avenida de las Ollerías, porque el barrio está ya desesperado", dijo.

El portavoz municipal del PP, José María Bellido, insistió en que "no podemos estar todos los días con comisiones que no sirven para nada mientras ocurren cosas como esta". "El daño ya está hecho, por lo que pedimos que de forma inmediata desde el cogobierno vengan y se atienda a los vecinos y comerciantes, que se vea si de alguna forma se puede hacer la obra por fases para que los comerciantes tengan un desahogo y que cuando acabe se hagan una campaña de potenciación del comercio", destacó.

Pernichi dice que la zona necesitaba una gran actuación

La edil de Infraestructuras, Amparo Pernichi, insistió ayer en que se trata de una zona que ha necesitado una gran actuación. "Emacsa se ha visto obligada a cambiar un sistema de canalización totalmente obsoleto e inmediatamente empezó la otra obra", dijo. "Es lógico que los vecinos y comerciantes estén molestos ante una obra de estas características, y pedimos disculpas, pero cuando esté concluida el comercio ganará porque se ganará en accesibilidad", defendió.

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